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Qué ver en El Nido en 3 o 4 días: el lugar de moda en Filipinas

Irene 15 junio, 2017

“…que el cielo se estaba abriendo
y se abre bajo tus pies
y quiero que vengas conmigo
a cualquier otra parte
”.

‘A cualquier otra parte’, de ‘Dorian’.

Si un destino turístico, como muchas otras cosas, “entra por los ojos”, el paisaje kárstico de determinadas zonas del Sudeste Asiático se asocia directamente con nuestro ideal de paraíso. Las montañas han sido modeladas hasta formar peñones de diverso aspecto y el contraste con las aguas cristalinas no deja lugar a duda: queremos perdernos durante horas allí; disfrutar de la estampa; de sus fondos marinos; de la vida relajada en el mar; y de la compañía de sus habitantes, entregados casi siempre a una vida sencilla. Como en Krabi –Tailandia- o la Bahía de Ha-Long –Vietnam-, Filipinas tiene un rincón de este tipo: el archipiélago de Bacuit. Y para llegar, la mejor opción es El Nido; de ahí que ambos lleguen a fundirse. El concepto es el mismo y ello encierra luces y sombras que intentaré desvelar en este artículo, donde también recopilamos qué ver en 3 ó 4 días.

ElNido-Palawan

La principal duda es cómo surcar el archipiélago de Bacuit. Cómo visitar sus islas y atracar en sus dominios. Como la mayoría de ellas son pequeñas y no hay grandes poblaciones, no queda más remedio que embarcarnos con las principales opciones turísticas. La más habitual es tomar tours que salen desde El Nido, cuyos tiques se compran en los hoteles o tiendas del pueblo y que, por tanto, forman parte del circuito turístico que no hace más que crecer.

Los tours en El Nido para conocer el archipiélago de Bacuit

El primer día que tuvimos completo quisimos un recorrido, eligiendo el tour A, el más popular –seguido por el C y el B-. Tras esperar bastante en la playa central de El Nido, los organizadores de las excursiones marítimas nos encuentran lugar. Al principio, no sabemos cuántos vamos a ser, pero finalmente tenemos suerte y somos solo ocho –hay barcos enormes-. Siento emoción de volver al mar; allí siempre encontramos nuestro sitio.

ElNido-palawan

Hablo con una chica de Londres que me pone los dientes largos porque su viaje no ha hecho más que empezar y el mío, sin embargo, se acaba. Y llega la primera parada del recorrido. Es una playa muy chula, con un paseo bastante amplio y el paisaje kárstico al fondo. El problema es que han zarpado una decena de barcos y creo que tengo la sensación por primera vez en el viaje de disfrutar un arenal en compañía de mucha… demasiada gente.

La siguiente parada es la más especial de todas ellas. Nos dejan en mitad del mar porque se trata de nadar por lagunas formadas por la piedra. Es decir, trozos de mar encerrados por los grandes peñones que nos rodean. Rechazamos el ofrecimiento de un kayak para hacerlo –a pesar de la advertencia de que hay medusas; ¿una forma de hacer negocio?- y enfundados del equipos de snorkel, nos aventuramos a pasar por las diferentes lagunas.

SmallLagoonElNido

Obviando que somos muchos, el lugar es sencillamente impresionante. Soy muy feliz solo descansando en alguna zona rocosa y dejando que me iluminen los rayos que se cuelan por altas altas paredes del lugar. Es una pena no poder quedarnos más tiempo en la ‘Small Lagoon’, pero el viaje sigue.

Las lagunas del archipiélago de Bacuit

Una de las cosas que me gustaron de estos tours es que incluyen la comida y no se hacen cortos. La playa donde paramos a almorzar es otro bellezón y aprovecho para darme un par de chapuzones. De postre, nos toca la Secret Lagoon, otra de esas lagunas empozadas en el mar, con una puerta de roca. Somos tantos que se hace una cola y la imagen me recuerda a un bar de Madrid a altas horas de la madrugada. Me entran ganas de abandonar, pero sigo y claro, cuando llegas, no deja de ser un poco lo que has visto antes, pero cerrado. Sin espacio para nadar ni perder de vista a todos los que nos hemos agolpado allí. Así que decepción, por segunda vez en el día.

Remataremos esa sensación de que El Nido está definitivamente muy masificado cuando vamos a la Big Lagoon, el mismo fenómeno pero en un lugar más abierto. Aquí los barcos pueden entrar en la misma laguna, así que son tantos que se forma un atasco. La ciudad vuelve a mi imaginación y bautizo el momento como ‘la M-30 de los barcos’. El paisaje es precioso y el momento tiene incluso su encanto, pero la decepción y sensación de que estamos en una visita artificial me acompaña todo el tramo final. Tengo que añadir que es enero, el mes más turístico, y quizás en temporada baja sea de otro modo. No obstante, así lo viví yo.

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Recorriendo los alrededores de El Nido

Con todo ello, El Nido me gusta y tiene lugares mágicos. Uno de los que más disfruté fue sin duda el Bar República o ‘sunset bar’, que fueron las indicaciones por las que llegamos el primer día. Las vistas del archipiélago son fantásticas y hace las veces de un mirador estratégicamente situado para ver el atardecer. Allí vimos por fin tuvimos un día relativamente bueno para ver esconderse al sol. Y el bar y las vistas, unidos a la banda sonora de claro perfil español (los dueños son de nuestro país, por lo que intuí y luego me contaron), hacían del momento algo muy especial. Así que repetimos y volvimos al día siguiente. De hecho, creo -¿cómo asegurarlo?- que me sentí tan cómoda que pedí un mangojito y este fue el motivo por el que a la noche me pusiera mala, pasando así, un día de descanso obligado en El Nido.atardecer-bar-republica-Elnnidoatardecer-elnido-barRepublica

Los alrededores del pueblo también merecen mucho la pena. El segundo día en que volvía a encontrarme relativamente bien, aprovechamos para recorrer playas algo alejadas y también la de Las Cabañas –en Corong, Corong, pegado a El Nido-, que sin duda merece la pena. Para estos trayectos, lo mejor es alquilar una moto y moverse con libertad. En el primer recorrido, fuimos a Nacpan Beach y una playa cercana, la Twin Beach. Mucho menos masificadas y situadas en un lugar natural muy apacible, supusieron mi vuelta a la normalidad gracias a dulces paseos y el agua meciéndose bajo mis pies. Las Cabañas, por su parte, es más especial si cabe y además, tiene un montón de bares súper apetecibles. Allí nos dimos un baño que sabía a despedida. Los días en El Nido se me hicieron cortos; y si hubiera podido, hubiera ido a Coron, del que hablan maravillas y está menos masificado al tener menos nombre; al menos de momento.

lasCabañas-playa-elnidotwinBeach-Elnido

El Nido en kayak

Para el último día aún pudimos aprovechar la mañana. Mi idea, de no haber perdido un día completo, era alquilar un kayak y movernos por las islas situadas cerca de El Nido. Creo que es la forma más auténtica de conocer el archipiélago de Bacuit o bien contratar un barco privado que te haga disfrutar de una experiencia más personalizada. Eso sí: para el kayak hay que estar bien físicamente. Es cansado y si el viento no viene a favor, puede costar bastante. Pero merece la pena. Nosotros llegamos a una de las paradas del tour D: la Paradise Beach, gracias a nuestra propia fuerza y la disfrutamos junto a otras dos personas tan solo. Además, amarramos el kayak en las bollas de la playa y pudimos hacer snorkel por última vez.

En Paradise Beach pude ver los efectos de que los tours llegaran allí todos los días. Había mucha basura en la zona donde la naturaleza comenzaba a crecer e incluso ¡llegué a sacar un cuchillo del agua! Supongo que explicando esto se entenderá por qué mi decepción con el turismo intensivo de esta zona. No obstante y con todo ello, El Nido tiene unas cualidades inmensas y creo que el turismo debería hacerse allí de otra forma y así preservar su belleza.

Tocó decir adiós y lo dije con pena.

LasCabañas-ElNido 2

DATOS PRÁCTICOS

Cómo conocer la zona. Para recorrer el archipiélago de Bacuit de Bacuit, buscamos otras opciones, pero las desechamos por el precio o la sensación de que no iban a ser tampoco muy auténticas. No obstante, ahora, con tiempo, miro experiencias de otros blogueros y creo que un tour de tres días y dos noches puede ser otra gran opción para escapar de la masificación. Cuestan unos 180 euros y se duerme en tiendas de campaña, pero además de recorrer los lugares en soledad, incluyen visitas a pueblos donde poder conocer un poco más cómo se vive por estos lares.

Mi idea era un tour que anuncia la Lonely de Tao Philiphines pero su precio me resultó desorbitado. Son 460 euros e incluye 5 días y 4 noches. Llegué a ir a la agencia a preguntar por un tour de menor recorrido pero no tienen.

Cómo llegar: en El Nido hay aeropuerto, pero la forma más barata es llegar a Puerto Princesa y luego tomar un microbús que te lleve a El Nido. El recorrido es algo pesado pero las vistas son espectaculares. A la vuelta me quedé prendada del paisaje durante horas…

Dónde dormir: Nosotros preferimos dormir en El Nido y no nos importó pagar un poco más. El primer hotel, Inngo Tourist Inn, no nos gustó. No solo porque fuera una mole de hormigón, sino porque el personal nos resultó poco agradable. Cierto es que cuando me puse mala, nos dieron facilidades, pero yo le tenía un poco de manía ya. No me resultó nada familiar, además de que no era barato. Como estuvimos bastantes días decidimos cambiarnos y nos alojamos en elForever Blessed. Al final del paseo de la playa, este alojamiento era mucho más familiar y más bonito y acogedor. El último día incluso pudimos darnos un agua en un baño que hay en las zonas comunes. Me di cuenta de lo importante que es el alojamiento en algunos casos. Si bien tampoco le pido algo demasiado especial para que me guste.

Dónde comer y beber. Para comer hay cientos de posibilidades en El Nido y para ser el lugar que es, no especialmente caras. Para tomarte algo, te recomiendo de nuevo el bar República.

*Si te ha gustado el post, te invito a leer nuestro recorrido por Filipinas, un texto homenaje al país o nuestro paso por Borácay.

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Comments (10)

  1. Simple y llanamente no me lo puedo creer, en Junio del 2007, pase una semana en el Nido, (justo hace 10 años ahora) y los turistas casi nos conocíamos por nuestro nombre. No hubo ninguna cala o playa de los islotes de bacuit en los que no estuviéramos solos como la una. Solo en big lagoon coincidimos con un par de bancas del resort cercano. Entonces Port Barton era territorio casi inexplorado, ahora los que buscan tranquilidad van allí, hasta que dentro de 10 años también se masifique.

  2. Hola Salvador,

    pues sí… 10 años lo cambian todo; ya ves. Aunque hay gente que a día de hoy sigue flipando con este lugar y sus rincones. La verdad es que a mí me costó entrar y a pesar de que estaba a gusto, tenía todo el rato la sensación de que era demasiado turístico.

    Port Barton muuucho mejor, pero sí, dale tiempo…

    saludotes,

    Ire

  3. ¡Hola Irene!

    ¡Cómo se nota cuando un bloguero es periodista! Enhorabuena por la entrada. Filipinas es un país aún por visitar. Estoy planteándome que sea mi próximo destino, tras éste a Vietnam y Laos que estamos a punto de emprender. Así que tomaré nota de tus entradas sobre el archipiélago para cuando me toque prepararme. Me ha gustado leer tu experiencia, pero también las informaciones, que me parecen fundamentales en cualquier blog de viajes; y las fotografías… muy chulas.

    ¡Por cierto! Yo también soy periodista, pero con unos cuantos años más que tú, por desgracia. Me licencié en el 94 y estudié en la Complutense.

    Un besazo

    Macarena

  4. ¡¡Gracias por el comentario Macarena!!

    Te lo recomiendo mucho aunque si tienes tiempo como parece que tienes, yo me saldría un poco de lo más trillado. Ohhhh, yo le tengo muchas ganas a Vietnam y Laos! seguiré tus pasos también 😉

    ¡Qué bueno que compartimos aulas! Qué tiempos aquellos jeje

    Un saludo,

    Irene

  5. Buen artículo Irene. El Nido es un lugar espectacular desde el agua y en temporada baja. El pueblo es un horror y en temporada alta ves más chalecos naranjas que agua. No sé cómo se puede controlar el turismo descontrolado, la verdad. Terminarán poniendo un tipo de canon elevado para visitarlo. Un besote

  6. ¡Gracias por el comentario Deivid!

    sí, puede seguir siendo un lugar maravilloso… pero tendrían que poner un límite y sobre todo concienciarse… o promocionar otros lugares para equilibrar o algo 😉

    saludotes,

    Ire

  7. Me da pena… Hace dos años que fuimos y nuestra percepción fue diferente. El pueblo de El Nido intentábamos pisarlo poco, como dice David es poco apetecible. Pero para nada estuvimos masificados, se veía venir… Una pena… A veces me dan ganas de no escribir o mostrar lugares bellos, pero siempre habrá alguién que escriba de ese lugar. Ains… A ver si ponen remedio para poder gestionar el boom turístico. Echo mucho de menos Filipinas y se me empañan los ojos siempre que recuerdo nuestro viaje. Un abrazote. Y gracias por traer información fresca. Muuuaaa

  8. Gracias por el comentario, Ire!

    para mucha gente es diferente. Ir en enero debe ser lo peor 🙁 pero no sé, creo que hay que limitar los tours o hacerlos de otra forma o inventar algo porque satura demasiado en determinadas épocas. No obstante, a mí también me viene una sonrisa al recordar el Nido y sus preciosos atractivos, pues forman parte de un país increíble 😉

    besazo,

    Ire

  9. ¡Qué paraíso! Me entran más ganas de Filipinas con tus posts…
    Aunque la pena es que nos lo estamos cargando un poco con turismo masivo y turismo inconsciente… Yo tuve esa sensación en Gili T.
    Pero aún así se puede encontrar rincones y lugares para disfrutar de los paraísos masificados

    Saludos!

    Flavia

  10. Gracias!!!

    Sí, Flavia, el lugar es brutal pero en algún momento deben limitar esos efectos no tan buenos. Filipinas es un país increíble y ahora se está notando cada vez más esa masificación pero bueno, también es verdad que fui a lo más conocido jeje hay mil sitios casi vírgenes!

    Abrazotes!!

    Ire

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