Mi viaje a Budapest será una semana que recordaré siempre. Fue la primera vez que viajé a Europa sola; también un ensayo de viaje algo diferente, pues estuve teletrabajando desde allí; una sorpresa al descubrir una ciudad viva y llena de ambiente; y un destino en el que me sobró tiempo para hacer todo lo que me dio la gana (hecho que no es muy común porque me suelen quedar cosas por ver bien sea por falta de tiempo o porque se trata de una ciudad grande). Por eso, fue una ciudad que me dejó muy buen sabor de boca y a la que guardaré mucho cariño. Además de una zona turística muy interesante y realmente bella, es muy agradable para pasear y descubrir, tiene propuestas diferentes y se hace muy acogedora. Si te decantas por ella, hoy te hablaré de 25 cosas que puedes ver y hacer en la urbe; un viaje del todo recomendable. De verdad. Creo que podrás hacer todo en un corrido de 5 días por la ciudad bien aprovechados, si bien yo estuve una semana porque trabajaba en remoto.
Parlamento de Budapest
Quizás sea el rey de todos los monumentos de la ciudad es el Parlamento de Budapest. Sede de la Cámara Baja de la ciudad –puesto que la Cámara Alta fue eliminada, a pesar de que su sala se puede visitar- y acabado en 1902, fue uno de los monumentos más importantes de principios de siglo y actualmente es el segundo parlamento más grande del mundo. Es también, sin duda, uno de los edificios más bonitos que he visitado y una absoluta delicia para la vista. En su visita, algo rápida, se descubre la sala de la escalera principal, la sala de la cúpula (donde están las figuras de los diferentes reyes de Hungría y la corona en un lugar central custodiada por soldados que cada cierto tiempo muestran sus movimientos en señal de guardia) y la sala de la Cámara Alta, donde antes había sesiones pero actualmente no. Es suficiente tiempo para darse cuenta de la majestuosidad interior de este monumento, pero también recomiendo recrearte con su fachada principal, pues es lo realmente bonito. Puedes hacerlo en la distancia, desde la muralla del Bastión de los Pescadores, o contratando un paseo en barco por la ciudad, pues te permitirá encararlo de frente.
Cómo llegar: Kossuth Lajos tér 1-3. Para llegar, lo más sencillo es tomar el tranvía 2 o el la línea M2 de metro (roja) hasta la parada de Kossuth tér.
Homenaje ‘De los zapatos’’ a los judíos
Muy cerca del Parlamento de Budapest, a orillas del Danubio, se encuentra el Homenaje ‘De los zapatos’, dedicados a los judíos que fueron reprimidos y asesinados en la ciudad húngara en tiempos del Holocausto. En esta urbe, se obligaba a los judíos a quitarse los zapatos y luego se les arrojaba al río. El lugar es un intento de no olvidar esa atroz etapa de la Historia contemporánea y no hay momento en que no haya alguien haciendo fotos a la estampa que queda en este paseo.
Cómo llegar: Esta en la orilla del Danubio, justo delante del Parlamento.
Gran Sinagoga de Budapest
Otra parada que bien merece la pena en Budapest es su Gran Sinagoga. De fachada colorida, su interior mantiene el estilo y es realmente bonito. Se trata de la segunda sinagoga más grande del mundo, lo que tiene sentido cuando se descubre, que más allá de lugar de culto, en sus instalaciones tienen cabida homenajes a los judíos caídos, un cementerio y un museo.
La Gran Sinagoga sirvió de lugar de acogida a muchos judíos cuando estos eran perseguidos y formaron allí el Gueto Judío de la ciudad. Por eso, aún yendo en contra de las tradiciones de su pueblo –que dictan que no se entierren cuerpos en las sinagogas- hay también tumbas donde tanta gente murió a causa de las inhumanas condiciones en las que vivían. En cuanto a los homenajes, hay diversas placas, nombres y recordatorios de todo tipo intentando que no se olvide esta historia. La Historia.
Cómo llegar: Calle Dohány, 2.[box type=normal] Si te interesa hacerte con una entrada para la Gran Sinagoga y la judería sin hacer colas y que puedes mostrar directamente desde tu móvil, consíguela aquí: Tiqest para la Gran Sinagoga y Judería a pie en Budapest [/box]
Szabadság Square
Szabadság Square es una plaza que me hizo comenzar a ver Budapest como una ciudad animada. Cuando fui, había conciertos, puestos de comida y bebida y muchísimo ambiente joven. Justo me tocaba comer, así que cogí mi bocata y cerveza, y me senté allí a contemplar cuán divertida era la ciudad. Un poco más adelante, descubrí que en esta plaza hay también un homenaje a los judíos, aunque un poco controvertido y finamente, doble.
Se trata, por un lado, de un monumento oficial donde se representa, de forma figurada, la impotencia de las autoridades húngaras ante tal atrocidad. Sin embargo, justo en frente, hay una manifestación y también homenaje, en este caso popular, que se queja de que el Gobierno actual intenta “falsificar la Historia y aminorar el rol de Hungría en el Holocausto”. Sin duda, un lugar donde poder adentrarse un poco más en un periodo difícil de la vida del país, el segundo en importancia en cuanto a población judía en Europa, por detrás de Polonia.
Basílica de San Esteban
Otro de los monumentos que se sitúan en Pest y vertebran la vida en esta parte de la ciudad es la Basílica de San Esteban. De estilo neoclásico, su fachada es imponente y si estás varios días en la urbe, pasarás por allí seguramente en varias ocasiones. La entrada es gratuita, aunque entrar en una sala donde descansa la mano derecha momificada del primer Rey húngaro, Esteban I, y subir a contemplar sus vistas cuestan, entre todo, poco más de tres euros. Aunque la panorámica que se logra es importante, ya que junto al Parlamento es el edificio más alto de la ciudad, con un total de 87 metros, para mí no es una actividad imprescindible. La belleza que se contemplará desde la orilla del Danubio o desde el Monte Gellert será mucho mejor, en mi opinión.
Cómo llegar: Szent István tér 1.
La Ópera
Situado en una de las calles principales de Budapest, Andràssy, el edificio de la Ópera es precioso y parece que tiene una de las mejores acústicas del mundo. Yo solo pude contemplarlo por fuera, pero seguro que merece la pena ir a un espectáculo.
Cómo llegar: Avenida Andrassy, 22.
Puentes de Budapest
El de las Cadenas; el de Isabel (reconocible por su color blanco), dedicado a la Emperatriz Sisí; y el de La Libertad (pintado de verde) son los tres puentes más conocidos de Budapest y merece la pena recorrerlos para admirarlos de cerca. De nuevo, formidables miradores de la ciudad y lazos entre Buda y Pest, son símbolos de la urbe, a la que dan sentido. Ver como sus ciudadanos se sientan en ellos para despedir el día o volver sobre ellos para acercarse a otra zona de la ciudad, es especial.
Castillo de Buda
Aunque como visita no se trata de un imprescindible –de hecho, yo no entré a los museos que alberga- el Castillo de Buda es uno de los monumentos unidos a la Historia y al paisaje urbano de la ciudad. En el pasado fue castillo real, de ahí su imponente presencia, y actualmente, alberga la Biblioteca Széchenyi, la Galería Nacional Húngara y el Museo de Historia de Budapest. Merece la pena porque en sus instalaciones siempre hay actividad y a medida que se va subiendo, se obtienen unas vistas de la urbe impagables –de hecho, son gratis-.
Cómo llegar: Se puede subir andando. Yo crucé el puente Isabel y comencé a ascender guiada por la gran envergadura del monumento. Para subir a Buda, hay también un funicular. Este parte de la Plaza Clark Ádám Ter, situada junto al Puente de las Cadenas en la parte de Buda y llega al castillo.
Baños Széchenyi
Los baños termales son otros de los atractivos de Budapest y una actividad de la que disfrutará especialmente si se viaja en un mes frío, que no fue mi caso. Los más típicos son los baños Gellert y Széchenyi. Elegí los segundos porque había escuchado que eran más especiales. Quizás sea porque el edificio es espectacular. Además, hay varias zonas: una de piscinas, una dedicada a una sauna y otra de balneario medicinal. En la primera, hay una piscina olímpica y otras zonas, de agua caliente y templada. Me gustó disfrutar de las dos, la primera por lo evidente y la segunda porque tiene una piscina circular que te empuja con la presión de un chorro y me divertí bastante, aún a pesar de ir sola. Pero sin duda lo más especial es disfrutar de las termas interiores, de aguas medicinales y bastante fuerte olor, pero que dejan una sensación parecida a darse un masaje.
Nota: Para dejar las cosas en el vestuario, se debe pasar una pulsera que te dan en la entrada por la puerta, pulsando el botón. Para recogerlas, esa misma pulsera abrirá la taquilla. Hay otra opción, arrimando la pulsera a una especie de caja que te da un número, pero a mí no me funcionaba y pedí ayuda a la chica que estaba en la entrada.
Cómo llegar: Para de metro Széchenyi fürdö, en la línea M1 (amarilla).[box type=normal] Si te interesa hacerte con una entrada para los baños Széchenyi y la judería sin hacer colas y que puedes mostrar directamente desde tu móvil, consíguela aquí: Tiqets Baños Széchenyi [/box]
Iglesia de Matías
Su colorido, exterior e interiormente; su blanco tan pulcro; y su cuidada estética con diferentes estilos que pasaron por ella en épocas diversas hacen que la Iglesia de Matías, con permiso del imponente parlamento, sea el más bonito de los lugares que visité. Tuve la oportunidad además de comer en frente y poder observarla durante largo tiempo y es bonita a rabiar. Vamos, un lugar de esos que no se me quitarán de la cabeza fácilmente.
Cómo llegar: Está pasado el castillo, por lo que una vez en la parte superior de la ciudad, se podrá visitar andando.
Bastión de los Pescadores
Esta zona, la cumbre de la monumental Buda, es un área que en su pasado tuvo un corte defensivo en el barrio de los pescadores y después se ha utilizado como mirador. De blanco, continuando el limpio estilo de la Iglesia de Matías, tiene siete torres por cada una de las tribus fundadoras de la nación húngara. En ellas, se obtienen otras de las vistas más bonitas de la urbe, con el Parlamento al fondo y con los arcos que se forman en el bastión como escenario. Un lugar, al que no hace falta pagar para ver lo más elemental, que sirve recrearse con la belleza hecha ciudad y una localización inmejorable: una zona alta, custodiando el resto de la ciudad y al Danubio.
Cómo llegar: Está donde la Iglesia de Matías.
Mercado Central de Budapest
Los mercados tienen algo que suelen atraer a todo tipo de turistas. El de Budapest, más allá de ser un lugar lleno de vida por los diferentes puestos que tiene de venta de comida, es también una especie de mercadillo ideal para comprar un souvenir con estilo (los productos, lejos del típico regalo asociado a la ciudad, eran chulos y variados) y un punto de referencia para la comida de puesto callejero. Por eso, se hace una visita especial. Además, me resultó curioso el orden de cada producto presente en él. Y mira que me gusta el caos… pero en este caos, tenía algo especial.
Cómo llegar: Vámház, 1-3.
Calle Vaci Ucta
Si disfrutas de esas calles principales de las ciudades, donde lugareños y turistas se reúnen para dar vida al día a día, comerciales y llenas de tiendas, Vaci Ucta es tu destino. No te faltará donde cenar o tomar algo. No obstante, a mí me dejan algo fría y suelo huir de ellas. Así que si te dejas aconsejar, ve a la siguiente y disfruta de ambiente, aunque más calmado y colorido.
Calle Ràday
Aquí hay gente, pero no excesiva; oferta gastronómica y de ocio de primera; bicis en cada esquina o detalles de color; vida, ambiente, alegría. Yo según la vi, me enamoré y al sentarme y ver los establecimientos de mi alrededor, caí rendida, incluso volviendo con el paso de los días. De sitios, solo puedo hablaros del restaurante Etterem, donde probé el gulash húngaro unos días antes de irme y del que en general, quedé encantada.
Los bares en ruinas
Los bares en ruinas, como expliqué en artículos anteriores, son espacios deteriorados que se han recuperado con propuestas diferentes y que suelen acoger expresiones culturales en su interior. El mejor de todos ellos y para mí un lugar mágico es el Szimpla Kert, pero también hay otros como el Kupplung o el Instant. De ellos, hablaré en profundidad en un post en el futuro.
Cómo llegar: para visitar el Szimpla Kert, calle Kazinczy , 14. Para ir al Kupplung, calle Király 46 y para el Instant, calle Nagymező, 38.
Paseo en Barco por Budapest
Budapest es una ciudad que impresiona por la noche. Sus monumentos iluminados la hacen, si cabe, más especial. Por eso, recomiendo contemplar relajadamente esta estampa en un paseo en barco por la ciudad y hacerlo al caer la noche. Podrás, así, revisionar sus lugares de referencia, desde otra perspectiva, de forma diferente y rendirte de nuevo, ante tanta belleza.
Cómo llegar: Los barcos zarpan de la orilla del Danubio, en la parte de Pest. Los muelles tienen un número asignado, así que no será difícil encontrar el tuyo.[box type=normal] Si te interesa hacerte con una entrada para una cena con música en directo en un crucero por el Danubio, consíguela aquí: Tiqets cena-crucero por el Danubio [/box][box type=normal] Si te interesa hacerte con una entrada para una cena con música en directo en un crucero por el Danubio, consíguela aquí: Tiqets cena-crucero por el Danubio [/box]
Casa del terror de Budapest
La localización de la ciudad y el discurrir de su Historia hicieron que desgraciadamente cayera bajo el radio de influencia de dos dictaduras: el Imperio Soviético y la Dictadura Nazi. Y la ciudad no quiere –ya se sabe: el pueblo que olvida su Historia está condenado a repetirla- olvidar estos episodios. Por eso, tienen un museo, la Casa del Terror, que analiza y recuerda estos episodios de terror. Al comienzo, un estilo similar a música metal inicia el recorrido –un acierto total de ambientación-, se informa de estos movimientos y de sus pilares. A medida que avanzamos, vídeos con experiencias personales, objetos de la época o paneles explicativos súper detallados sobre envíos a campos de concentración o estrictas medidas contra la producción agrícola hacen que nos vayamos sensibilizando más con el tema. La visita, que en un primer momento había pensado en descartar, es una de las que más me hace pensar finalmente y que me deja algo tocada, además del pensamiento de que en esta ciudad, se cuidan mucho las cosas.
Cómo llegar: Calle Andrássy, 60.
Ciudadela
También de corte defensivo, la Ciudadela es una fortaleza desde donde se consigue la altura más importante de la ciudad y por tanto, de nuevo, un mirador natural de primera para observar Budapest a golpe de pájaro. Yo no entré, por lo que no os puedo dar detalles de qué se puede ver dentro, pero merece la pena subir porque se obtiene una nueva perspectiva de la ciudad, además de ver de cerca la Estatua de La Libertad.
Cómo llegar: Yo subí andando, cruzando el Puente de la Libertad y ascendiendo por un parque que se sitúa en frente del edificio Gellert. Pero también puede subirse en autobús, con la línea 25, o tranvía, con las líneas 47 ó 49.
Estatua de La Libertad
Lo que en un primer momento fue ideado como un símbolo de la “liberación” por parte del ejército ruso del mando de las fuerzas del Eje, pasó posteriormente a significar un homenaje a quienes «sacrificaron sus vidas por la independencia, la libertad y la prosperidad de Hungría».
Cómo llegar: Está en la ciudadela.
Memento Park
Cito ahora este parque porque fue allí donde fueron a parar las estatuas de la etapa comunista de Hungría: el Memento Park. No obstante, no puedo detallaros mucho esta visita, porque renuncié a ella tras leer varias críticas negativas de otros blogueros e imaginar como sería. No obstante, quizás os interese y lo incluyo por si tal cosa.
Cómo llegar: tienes que tomar las líneas 19 o 49 de tranvía hasta Kelenföldi Pályaudvar; ahí ir a la estación de bus que hay y en las dársenas 7-8, tomar una de estas líneas: 710, 720, 721 o 722.
La plaza de los Héroes
Una visita interesante a la par que sorprendente es la plaza de los Héroes, un lugar donde han tenido lugar sucesos importantes de la ciudad como el entierro del político comunista local Imre Nagy, que intentó reformar esta ideología política en favor de una línea más aperturista pero que tras varios intentos frustrados, fue ejecutado finalmente por su disidencia. En la plaza, se puede observar el Memorial del Minio y las figuras de los cabecillas de las tribus fundadoras de la nación húngara. Además, cerca hay dos monumentos importantes, como el Museo de Bellas Artes y el Palacio de Arte. Este último tiene una terraza encantadora para tomarse algo.
Cómo llegar: Está situada al final de la Avenida Andrassy. Parada de metro Hősök tere.
Avenida Andrassy
La Avenida Andrassy es una de las calles más señoriales que me pareció apreciar en Budapest. Es tan larga que hay muchas calles en una y se pueden parar a contemplar la Ópera, amplias rotondas o la zona de grandes propiedades donde hay varias embajadas. Pasear por allí es, ante todo, muy agradable.
Parque de la ciudad: Városliget
Aunque no le dediqué mucho tiempo, pasada la plaza de los Héroes, está el parque Városliget, el principal de la ciudad. Es muy tranquilo y según entras, a la izquierda tienes un lago donde, según leo, se pueden alquilar barcas o patinar sobre hielo en los meses de invierno. En la parte derecha, queda el bonito Castillo Vajdahunyad, donde no pude entrar, pero es muy fotogénico. Allí también están los baños Széchenyi, por lo que al planificar un recorrido, debéis tenerlo en cuenta, aunque mucha gente, sin demasiado tiempo, prefiere llegar en metro.
Cómo llegar: Final de la calle Andrassy. O parada de metro Széchenyi fürdö o Hősök tere, en la línea M1 (amarilla).
Tours gratuitos en Budapest
Todos los días a las 10.30, partiendo de la Plaza Vörösmarty, en frente de la fuente de los Leones, parten tours gratuitos con los que poder aprender un poco más sobre la ciudad. Tratan sobre la Historia del país, qué hacer y qué probar durante la estancia en la ciudad y recorren los lugares más importantes de Buda y Pest. Además, hay un tour temático, ‘Dictaduras y religiones’, cada martes, jueves y sábados, que sale a las 15.30 y pasea por zonas señaladas del barrio judío y de la época comunista.
Cómo llegar: Plaza Vörösmarty
Comer un gulash
Un gulash es un plato que para quién no come habitualmente puede resultar fuerte, pero un plato local, por lo que hay que probarlo. Así pensé yo, así que lo elegí como plato en el restaurante Etterem, en la calle Ràday. No es un lugar especializado en este plato, pero sabía que no notaría especialmente la calidad en este tipo de plato. Así que me gustó, dentro de lo que cabe.
Cómo llegar: Calle Ràday, 16.
Gozsdu Udvar
En pleno barrio judío de la ciudad de Budapest, me encontré por casualidad con Gozsdu Udvar. Se trata de un pasaje lleno de bares, colorido y ambiente; un lugar de esos que es difícil explicar con palabras por qué me gustan tanto. Justo además era domingo y este día siempre ponen un mercado artesanal donde hacer con los souvenirs más monos del planeta y comprar de todo… si te dejas llevar. No es mi caso. Aún así, imprescindible.
Cómo llegar: Calle Király, 13.
La plaza Ferenc Liszt
La plaza Ferenc Liszt es también una de esas sorpresas que te encuentras caminando por una ciudad, de la que no habías leído antes y que acaba por encandilarte. Llena de ambiente, con una zona verde que la atraviesa, una estatua homenaje al músico húngaro Ferenc Liszt y un edificio precioso como es la Academia de Música de dicho compositor, es un lugar para detenerse largo tiempo. Sin conocerla más allá de dos veces, sentí que tenía un cierto aliento cultural a la par que humano que quería seguir disfrutando. Tiene diversos bares y restaurantes donde poder disfrutar de un ambientazo único y puedo recomendarte uno que asegura calidad y buen trato: Menza. No dudo en recomendarlo pues pude cenar allí gracias a la recomendación de Claudia, autora del blog Solo Ida, que vivió en Budapest por un año. Pedí un solomillo, que estaba riquísimo y me sirvió como colofón para despedir a una ciudad a la que tendré cariño por el resto de mis días.
Sin duda, cuando vaya a Budapest, tendré tu post como guía!
Un saludo viajera!
Un abrazote!
Exclente y muy completa lista de recomendaciones, imposible mejorarla, aunque me atrevería a añadir un bonus»track»: una visita al Hospital in the Rock, en Buda. A la Calle Ràday le tengo especial cariño porque estaba a punto de congelación (fui en invierno) y en uno de sus café probé por primera vez el vino caliente con canela con el que volví a sentir mis manos y pies. 🙂
Gracias chicos,
Bo, ¡tienes que ir!
Mauxi, seguro que aún habría cosas que incluir, pero muchas veces, al final acabo paseando por la ciudad sin las ganas del primer día jeje. Me encanta tu anécdota en la calle Raday. Todas las ciudades en invierno son algo diferentes 😉
¡Un abrazo!
Irene
que lista tan genial y completa Irene!!
Que pena que nos quedara por recorrer mas del barrio judío y entrar a la sinagoga, que no sera porque no lo intentamos pero no hubo manera de encontrarla abierta y que rabia después de ver las fotos tuyas 🙁 pero bueno, tiene solución y es volver!!! 😀
¡Un abrazote!
Bueno, Silvia, para otra ocasión 😉
La sinagoga merece, pero con las fotos te puedes hacer una idea y al final, es un monumento. Pero el barrio es una pasada. Además de un boulevard que cito, había una especie de mercadillo el domingo también por las callejuelas que fue un momento de esos de recordar.
Un abrazo!
Ire
Estoy pensando ir unos días a Budapest y leer tu blog me ha animado. También viajaré sola pero seguro que lo disfruto yendo a mi bola. Gracias