Los viajes forman parte de la vida… y para muchos es una parte muy importante en ella. A ello hay que añadir que en este mundo somos muchas personas, también; cada una con su manera de ver las cosas. Pero vivimos en sociedad… y como tal, casi siempre corremos el riesgo de juzgar y ser juzgados. Y ahí entra la gente que da por sentado aquellos hechos que no son certezas; o los que dudan de su verdad simplemente porque no es lo que todo el mundo piensa. Vivir es un equilibrio entre todas estas cosas y en el camino, uno va eligiendo en qué lugar exacto está y quiere estar.
Pero en el camino, también, habrá a quién le encante encasillarte. Por eso, hoy quiero reflexionar sobre esas frases que la gente suele decir quiénes viajamos con asidua frecuencia. Y que a veces no gusta escuchar…
“Te sobrará el dinero…”
Una de las percepciones generalizadas sobre los viajes: viajar es caro. ¿Caro? Como ya he comentado en otros post, evidentemente, depende del tipo de viaje, pero hay recorridos donde lo más caro es el avión y luego vivir será más barato incluso que España. No soy rica y de hecho disto muchííííííísimo de serlo, pero lo que si soy es ahorradora y lo soy sobre todo porque me gusta gastármelo en viajes y en experiencias. También se puede.
“Qué obsesión con viajar”
En la vida de un viajero, llegado el punto en el que entiende el viaje como forma de vida, los fines de semana son siempre una oportunidad para salir y viajar. No es algo muy común y la gente tiene otros quehaceres mucho más normalizados, como salir con los amigos, irse de compras o ver la televisión. Por eso, si proponemos muchas cosas o publicamos absolutamente todo lo que hacemos en las redes sociales corremos el riesgo de que alguien afirme sin dudar: “Qué obsesión con viajar”.
Y supongo también que la cualidad de alguien obsesionado es no percibirlo. Para nosotros es lo normal. Y no creemos que haya nada de malo en ello. Viajar es salir, respirar aire puro, gozar de los rayos del sol, conocer, descubrir, movernos, disfrutar con la gente…
“Ese país es peligroso”
Otra forma de comprobar claramente las diferentes percepciones de las cosas es hablar de la peligrosidad de un país. Hay lugares a los que la fama ha tratado muy mal y cuando conoces a alguien que lo ha recorrido, tu percepción puede cambiar. Siempre habrá lugares específicos en países donde sea una verdadera locura ir, pero los países suelen ser muy grandes. Un ejemplo es Guatemala, un país del que no había oído hablar nada bueno hasta que el año pasado dos compañeras de un viaje organizado me hablaron absolutas maravillas. Desde entonces, ha entrado en mi top de viajes a hacer y pronto espero poder vivirlo por mí misma.
“Con lo bien que se está en casa”
Típica frase de amigos cómodos. Lo cual no digo que sea algo malo. Pero decirle eso a un viajero es como decirle a un amante del cine que para qué ver una película en pantalla grande pudiendo verla en el sofá bajada de Internet y en mala calidad.
Hay determinadas actividades en las que el ritual es casi más importante que el fin. Y más allá de ver monumentos o pasear por una ciudad, un viajero ama todo: desde las mariposas de comprar un billete de avión, pasando por las horas muertas en un autobús divisando el paisaje hasta las comilonas en mitad de una plaza animada de una ciudad desconocida. Para un viajero su casa es un lugar para descansar –de lo cual también disfrutará, ¿por qué no?-, pero cuando gira un momento la cabeza y ve que el sol ha salido y que el mundo está ahí fuera, suspirará siempre por salir a conocerlo.
“Qué valiente eres viajando solo”
Otro de los prejuicios que me gusta desterrar: por viajar solo uno no es más valiente. Lo puede hacer con el miedo pegado al estómago durante días pero con las ganas más guerreras que ese miedo. Y como vengo diciendo desde el inicio del artículo, más que una cuestión de miedo, se trata de una cuestión de percepción. Quién no viaja solo no es más cobarde; si no que simplemente no ha normalizado que viajar solo es una opción. Tan válida como cualquier otra; tan gratificante como inexplorada.
“Ya se te pasará”
Esa es la típica madre preocupada porque de Marruecos has pasado a Turquía y ya has decidido que lo siguiente será India. Y la pobre mujer ya no cree que haya techo. Y la única manera de acabar con ello es que sea una fiebre pasajera. Qué no tiene pinta de serlo pero quién sabe… todo puede pasar, pero a ti en el momento te repatea porque crees en ello y además crees que es algo bueno y que ya se acostumbrará. La realidad es que tú también prejuzgarás y pensarás: “Ya se le pasará…” Y no, no va a ser así.
“Prefiero estar con mi gente que cualquier súper viaje”
Esta la he sacado de un discurso de boda de un buen amigo, campechano y muy cercano. Él, sin maldad alguna, cree que los viajes lo único que hacen es alejarte de la gente. Te llevan lejos, a conocer a gente extraña, culturas ‘raras’ o paisajes exóticos, pero que tu lugar y tu gente está aquí en tu país y que no hay nada más maravilloso que el calor de tu gente. Que sí y no…
Pero, ¿alguien le ha contado la maravillosa conexión que se produce entre dos personas cuando lejos de sus casas están disfrutando de algo nuevo constantemente? ¿puede imaginar cuantos recuerdos con amigos o pareja te puedes llevar de una experiencia en la que los tienes que “aguantar” las 24 horas durante x días? ¿Es consciente de que en su tierra puede tener otras distracciones que eviten que conozca en toda su profundidad a alguien y que viajando no hay momento para escapar de cómo es alguien, de sus manías, sus defectos, sus virtudes…?
“Cuánto viajas…”
A le dice a B que viaja mucho, pero B conoce a C, D y E, que viajan mucho más. A cree totalmente en lo que dice y lo comunica inocentemente. B quiere contestarle y contarle su verdad, pero sabe que A apenas conoce a C, D y E. Además, sus amigos en común, F, G y H apenas viajan. Suelen sacar el tema y tienen muchas ideas, pero llegada la hora de la verdad, el viaje no llega… o si lo hace, es en contadas ocasiones.
Muy bueno lo que he leído, se suele dar bastante este tipo de frases,y has tenido muy buena idea en crear este post! estoy contigo disfrutar de algo nuevo, querer más, y sentirte lleno de ganas….eso no tiene precio cuando viajas!!
WELL DONE!
un besazo preciosa.
Guapa!!!
gracias por tu comentario!! me hace muuucha ilu 😉
la verdad es que sí, no hay nada peor que las ideas preconcebidas y más cuando viajar supone cosas tan positivas.
Un besote,
Ire
Hola guapi! Jajaja me encanta el artículo! Lo voy leyendo en el coche de camino a la capital de Georgia, Tbilisi. Lo de las mariposas al comprar un billete, qué gran verdad! Todo, todo lo que describes es tal cual. Sólo el que ama viajar y el que tiene como afición viajar entiende lo bonito que es por ejemplo: como hoy me ha pasado sentarse en un campanario al sol y ver una ristra de panales de abejas y escucharlas a pesar de que siempre te han dado miedo. O bañarte en un piscina de aguas sulfurosas y oler a huevos podridos como es el caso de ayer,jajajaja o estar emocionaita porque mañana nos vamos a las montañas y voy a dormir en un tren cochecama.Enhorabuena por el post.Y… la India ya llegará…. Un abrazoncho enorme
Lindo post, me gusta mucho tu blog, espero pronto puedas leer el mío 🙂
https://avioncitodepapelsite.wordpress.com/
Saludos.
Ire, bonita,
gracias a ti por dedicarle unos minutitos. Ayyy, qué envidia me da leerte. Es exactamente eso lo que quería contar en uno de los puntos: que cuando te gusta algo, vives todo de una manera increíble y en ocasiones, es difícil de explicar…y de entender. Estoy deseando emocionarme con cada pequeño detalle. En junio caen los billetes a la India. Ya está decidido 😉 pásalo bien por Georgia!!!
abrazos,
Ire
Jessie,
un placer 😉 entraré en más ocasiones! un beso!
Irene
No me ha tocado escucharlas todas exactas pero si en formas similares. En lo que a mi respecta las que mas me chocan son las que vienen cargadas de prejuicios acerca de lugares o culturas y son hechas por personas que normalmente no han salido del país.
Mas allá de todo, como dices al principio del artículo… en este mundo somos muchos y yo personalmente dejo que la gente hable mientras yo sigo haciendo lo que me gusta cada que puedo.
Un saludo para ti.
Hola! Muy buena entrada, pero no estoy de acuerdo en la frase de la valentia. Viajar a pesar de tener miedo es lo que te hace valiente. Cuando no tengo miedo no creo estar siendo valiente, como mucho inconsciente o temerario (me refiero en situaciones que puedan producir miedo claro). El enfrentarse a esos miedos y seguir adelamte es um acto de.valentia, saliendo de la maldita zona de confort, y es algo de lo que estar orgulloso
Gracias por el comentario, Carlos!
a mí que me las han repetido varias veces, no siempre vienen de gente que no haya salido mucho, pero depende de que viajes. Siempre se tiene prejuicios -aunque espero que no sea siempre- con lo que no se conoce. Pero sí, esto no debe hacernos cambiar de opinión y hay que tener personalidad para tirar para alante 😉
un saludo!
Irene
¡Gracias por el comentario, Juanma!
puede ser otra forma de verlo, pero yo siempre he entendido por valentía precisamente no tener esos miedos. Superarlos es tan solo afrontar la vida. Y abrir la mente con ciertas cosas que hay gente que ni siquiera se plantea! pero me gusta tu forma de verlo 😉
Un saludo,
Irene
jjajjajajjja 100% identificada… Vamos, que este post lo podría haber escrito también yo, cuántas, cuántas veces me habrán repetido todas y cada una de esas frases, en mi pueblo, en Madrid.. Amigos, familia, conocidos, compañeros de trabajo… Ay, ¿por qué nos gusta juzgar tanto lo que hacen los demás? ¿Me meto yo con las ilusiones o hobbies (por llamarlo de alguna forma, ya que como dices viajar puede ser y para mí de hecho lo es, una forma de vida) de la que era mi jefa… Que era hacer encaje de bolillos? (Verídico) Cada uno encuentra su pasión en unas u otras cosas, pero es cierto que tengo amigos que les encanta la música y se gastan sus ahorros de concierto en concierto, de festival en festival, y me parece estupendo. Pero nadie les dice ¡serás rico! ¿Otro más? Ídem para amigos que les flipa el teatro y van todas las semanas, etc etc. Me refiero a que puede que porque se considere caro o porque es algo que conlleva más tiempo en el espacio, no lo sé… Pero se juzga más. Al menos esa es la impresión que tengo yo (ya que te da por reflexionar abres la veda y lo hacemos los demás). Lo de las madres es otra cosa, la mía la pobre… Pues cuando el último que me fui a Colombia me dijo ¿pero hija es que no hay otros países menos peligrosos? ¡Pero si el peligro es querer quedarse! Me ha sacado muchas sonrisas tu post 🙂
Un abrazoooo
Patri, qué bueno que te sientas identificada 😉
estoy contigo también en la reflexión. Parece que los viajes son un hobbie menos asentado y que es un capricho y el resto no… aunque creo que poco a poco eso está cambiando. Las mamis claro, lo sufren más y además a ti te importa más lo que digan… pero bueno, poco a poco vamos haciéndolos ver que el mundo es peligroso solo en contadas ocasiones.
¡A seguir viajando!
abrazos,
Ire
¡Como la vida misma, no puedo estar más de acuerdo! Y añado dos frases: «aprovecha a viajar ahora que eres joven» y «viaja ahora que no tienes hijos»…Pues yo soy muy fan de las familias que viajan con niños y de las personas que con 60, 70, 80 años se van a la otra punta del mundo. Si se quiere se puede
¡Un saludo viajero!
¡Gracias, Cristina!
Por supuesto, ¡fuera prejuicios! cada persona es un mundo y la edad no hace renunciar a aquello que se quiere si se quiere muy fuerte 😉
un abrazo,
Irene