Últimamente, cuando me da por hablar con mis amigos de las ciudades en las que he estado, siempre digo que San Petersburgo es la más impresionante de todas ellas. Además de las imponentes iglesias y palacios que alberga, si a ello se añade la Historia del país y la peculiaridad de su gente, solo puedo pensar en que volvería de cabeza. Ya os he contado qué vi en la urbe en los seis días que estuve y cómo sacar el visado y preparar los primeros pasos del viaje, pero hoy toca cerrar el capítulo de consejos. En esta guía, os explicaré cómo se defienden con el idioma, si San Petersburgo es barata o el tema del transporte. Vamos, un poco cómo es manejarse en la ciudad.

¿Es San Petersburgo cara?

Es sorprendente la cantidad de creencias erróneas que puedes tener acerca de un lugar antes de pisarlo. No sé a quién pero había escuchado que San Petersburgo es cara y sin embargo, volví pensando que no; que no lo era. ¡En absoluto! Solo me llevé una sorpresa en todo el viaje y fue el primer desayuno que tomamos, que nos costó unos 23 euros para dos. Creo que realmente lo caro es el dulce y desayunar/merendar, sobre todo en la relación calidad-precio.

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Nosotras tuvimos la suerte de que teníamos cocina en el hostel y pudimos desayunar allí todos los días. Para comer también llevamos embutido (mi empeño personal en ahorrar) y otro día comimos de kebap, pero para cenar, fuimos a restaurantes rusos y siempre fueron baratos. Con baratos me refiero a no pagar más de 13 euros por persona y comer bien. La mar de bien, como diría mi madre. Y siempre acompañadas de una buena pinta de cerveza –tienen una cerveza riquísima y variadísima-.

El transporte es muy barato, siendo el billete de metro unos 60 céntimos de euro y las cervezas que nos tomamos por la noche costaban entre 2 y 3 euros, tampoco caras comparando con algunas ciudades de España. Otro día fuimos al teatro por 20 euros y las atracciones turísticas, como el Hermitage, la entrada a la Iglesia de la Sangre Derramada, a la Fortaleza de San Pedro y San Pablo o el Palacio de Petrodvoréts o Peterhof , no costaba ninguna más de 9 euros. Claro que eran tantas que podía llegar a salir algo caro, pero realmente estas sí merecían el gasto.

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Quizás no se pueda decir que la ciudad es barata (sí lo es en transporte y en algunos alojamientos) pero desde luego no cara; como sí sucede con otras urbes europeas y no digamos ya norteamericanas.

Transporte en San Petersburgo

Si bien para trasladarse al aeropuerto o viajar a algunas atracciones algo alejadas se pueden coger determinados autobuses de cuyo recorrido habremos de conocer previamente, el transporte por excelencia en San Petersburgo es el metro. Además de económico, funciona muy bien y es característico porque algunas de sus estaciones son las más profundas del mundo y son también muy bellas y están decoradas con grandes lámparas que parecen de época. Aunque la red es amplia, hay zonas que no están bien cubiertas porque la ciudad es enorme, por lo que si tenemos que ir a un lugar concreto, debemos ir siempre con tiempo. Os lo dice una que llegó tarde y corriendo al teatro… y había salido antes de hora. O eso creía.

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Personalmente estuve varios días sin coger el metro, pues aunque las distancias se notan en San Petersburgo, es una gozada pasear por sus calles y poder conocerlas al cabo de los días. Otro medio que podemos probar es un barco, para contemplar las vistas de otra manera. Este recorrido, que en otras ciudades no me ha gustado, merece mucho la pena.

Comida/bebida/restaurantes

En San Petersburgo, hay un montón de restaurantes con comida similar a la que encontramos en España. Y cuando uno prueba algo distinto, normalmente está hecho con ingredientes parecidos a los que usamos en nuestro país y sabe muy rico. Yo fui a restaurantes de comida italiana y griega pero el día que paramos en uno auténticamente ruso (alejado del centro y por ello, también muy barato -no llegaba a los 10 euros por persona-), la comida estaba compuesta por ensaladas, tortitas y productos de este estilo. Y todo muy rico.

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Mención a parte merecen las cervezas, pues tienen muchas y de varios tipos. Aunque no puedo daros indicaciones porque no apunté demasiado respecto a este tema, hay muchas negras, tostadas y de trigo que están buenísimas. Y no son muy caras. ¡Ideal!

Idioma viajando por Rusia

Si algunos conocimientos generalizados sobre el país fallan, otros son totalmente acertados. En Rusia parece que no se sabe mucho inglés. ¿Supone esto un problema? No. Si se lleva preparado el viaje, no serán muchas las ocasiones en las que el viajero necesite ayuda. Si se presenta una situación así, lo ideal es intentarlo. Siempre se puede tener suerte. Pero no siempre funcionará. Cuando estaba en el palacio de Pedrovedrets, no sabíamos bien qué dirección del autobús coger para volver, aunque teníamos apuntado el número. Pregunté hasta a 10 personas, incluso a un niño joven y trajeado que tenía toda la pinta de saber inglés pero del que tan solo recibí una cara que expresaba un: What the fuck! Pero en ruso.

En este caso, acabamos preguntando a los conductores de autobús y como entendían Saint Petersburg, nos indicaban con la mano, hasta que acabamos por entenderlo (en indio de toda la vida). En otra ocasión quisimos coger un taxi en el hostel y la agradable dueña nos ayudó con el ¡Google Translate! Y funcionó.

Alojamiento en San Petersburgo

Mi consejo es que el alojamiento esté céntrico e incluya desayuno o tenga cocina, pues esto supondrá un ahorro considerable de dinero. Nosotras nos alojamos en el Superhostel Liteny 41, uno de los mejores hostels donde me he alojado nunca y a un módico precio de 17 euros la noche por persona. Recomendadísimo. Eso sí, si sois de hotel, mejor que no. Como siempre, os recomiendo Booking.com para reservar. A mí nunca me ha fallado.

Ahora os resumo el recorrido y los textos que he escrito sobre cada día:

Uno: El centro de la ciudad y sus principales iglesias

Dos: Visitamos lugares más allá del río Neva

Tres: Museo Hermitage e hicimos un recorrido en barco

Cuarto: Palacio Petrodvoréts y al teatro

Quinto: Petrogrado y fiesta en la ciudad

Sexto: Despedida de San Petersburgo

por Irene

Periodista desde 2008. Inquieta y curiosa de toda la vida. Abierta a todos los planes; ¡no hay destino que no merezca la pena!

2 comentario en “Guía de un viaje a San Petersburgo”

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