Praga, una ciudad irresistible turísticamente, debe esta característica a algunos de sus datos más básicos. Por ello, es imprescindible conocer el clima, idioma e historia de la capital de República Checa y de ello nos preocuparemos hoy. Ya desentrañamos qué ver en Praga y con los datos que hoy facilitamos, todos estos lugares cobrarán más sentido.
Para comenzar, el clima de Praga es algo fundamental para entender su carácter. La temperatura media anual es de 8 a 9 grados centígrados y ello resulta de inviernos fríos, aunque no extremos, y veranos moderados, así como precipitaciones habituales. Lo más recomendable es mirar el tiempo antes de viajar y no llevarse sorpresas.
Seguramente la mejor época para viajar a Praga y conocer la antigua capital del Reino de Bohemia sea en mayo/junio, a las puertas del verano, pues el clima de Praga es mejor. La ciudad, aunque es bonita de todas las maneras posibles, se abrirá más en los días de luz, escasa en general, y la lluvia puede entorpecer el viaje.
El idioma es otro rasgo esencial para los praguenses y, en general, para los ciudadanos de la República Checa. El checo, muy difícil para quienes no lo hablan, tiene muchas declinaciones y se presenta como un reto difícil. Además, los ciudadanos de Praga tienen especial celo con su lengua, dado que bajo la dominación de países extranjeros, como la Rusia comunista y la Alemania nazi, otros idiomas (alemán y ruso) ocuparon su lugar principal en la vida de la ciudad.
Aun así, los muchos habitantes de Praga se defienden con el inglés y estarán encantados de ayudar al viajero.
Esto enlaza con el último rasgo esencial de Praga: su historia. Praga fue ocupada por el ejército nazi entre 1939 y 1945, teniendo como consecuencia directa en traslado a campos de concentración de judíos de la capital de la actual República Checa, que posteriormente fueron exterminados. En Praga, hay un cementerio judío y se trata de uno de los atractivos turísticos más importantes de la ciudad. Su estética irregular, carga histórica y vegetación lo convierten en un lugar imprescindible si viajas a esta ciudad.
Más larga fue la influencia de la antigua URSS en Praga. La capital checa, que sería la principal protagonista de la Revolución de Terciopelo, aún tiene detalles que recuerdan aquella etapa, como son los edificios típicos del bando soviético. En Praga, había una estatua del propio Stalin, que fue derribada por la gente.
La oposición de Praga al régimen comunista fue muy contundente en los últimos años. El artista David Cerny, conocido por su beligerancia a través del arte, pintó de rosa un tanque como lucha simbólica. Suyo es el diseño exterior de la torre de la televisión, que tiene varios niños pequeños escalando por sus paredes. Se recomienda este atractivo de Praga para contemplar las impresionantes vistas de la ciudad.
Imagen: Flickr
Muy buenas Irene! 🙂
Soy un apasionado por los viajes y de hecho escribo muchos artículos sobre una de mis ciudades favoritas de Europa, Praga.
Coincido 100% con tu artículo.
El idioma si sabes hablar en inglés no es un problema, mi mujer y yo no somos muy buenos y por ejemplo tuvimos que buscarnos free tours en Español (White Umbrella en nuestro caso) para que pudiésemos entender las visitas.
Y como lugar más representativo de Praga…para mi el cementerio judio.
Un saludo!