Recientemente, conocí por fin Málaga, una de mis cuentas pendientes del turismo nacional. No obstante, no queríamos que nuestra escapada se quedara en la ciudad y apuntamos diferentes cosas que hacer cerca, conscientes de que en la costa siempre podríamos disfrutar de la compañía del mar y lugares con vistas, un clima agradable, bonitos pueblos con Historia y una gastronomía de primera disfrutada también a poder ser cerca del mar, con la banda sonora de las olas rompiendo. Así que hoy os detallaré estas excursiones que hicimos desde Málaga en un fin de semana largo, que os recomiendo encarecidamente si queréis relajaros a la vez que vuestros ojos agradecen todo aquello que están viendo.
Pueblos
Frigiliana
Uno de nuestros mayores objetivos del viaje, pues habíamos oído hablar muy bien de él, era el pueblo de Frigiliana. A tan solo ocho kilómetros de distancia de Nerja, es muy asumible para una escapada de una mañana. Al estar situado en una zona alta de las montañas que rodean esta parte de la costa malagueña, el pueblo es en sí mismo un balcón mirador al Mar Mediterráneo; un enclave privilegiado.
Pero como es de esperar, estas características se hacen aún más evidentes cuando el viajero se pierde por las empinadas calles del destino y se sitúa en los miradores creados para contemplar el entorno o desde bares con terrazas en las que apetece de repente quedarse allí todo el día.
Paseando por Frigiliana, uno no puede sino quedarse embobado con la belleza de su casco antiguo y de sus casas, pintadas de un blanco impoluto. Las calles, estrechas e irregulares, de origen morisco-mudéjar, recuerdan a la Medina de algún pueblo de Marruecos, pero están tan rehabilitadas que parecen más propias de un decorado. No hay apenas ningún rincón que no sea extremadamente bonito. Además, aunque pueda parecer muy turístico, las señoras de avanzada edad del pueblo hacen sentir un poco más cercano el alma de Frigiliana cuando la vamos conociendo.
Me gustó mucho también los carteles que, repartidos por el pueblo, contaban pasajes de la Historia de Frigiliana. Anuncian también algunos de sus monumentos, donde destaca ‘El Ingenio’, un imponente edificio a la entrada del pueblo destinado ahora en parte a producción de la miel de caña; o la iglesia de San Antonio, que data de 1676 y es de estilo renacentista.
Nerja
Aunque la visita fue muy rápida, tan solo para hacernos un poco a la idea de cómo era Nerja (pues no teníamos mucho tiempo), esta localidad me dejó buenas sensaciones, aunque a medias, porque creo que en verano la visita hubiera sido diferente. Por un lado, creo que tiene varios atractivos que harán que no se quede solo en un lugar con buenas playas –que también-, sino donde poder admirar también un bonito paseo marítimo o donde ir tras los pasos de los escenarios de Verano Azul, aquella serie mítica que marcó la infancia de muchos treintañeros actuales.
Hay un parque dedicado a ello: El Parque de Verano Azul de Nerja, que nosotros pasamos de largo con el coche. También pudimos ver al famoso ‘Barco de Chanquete’, La Dorada, donde los turistas podrán hacerse la preciada foto. En esta entrada a Nerja, también puedes llegar a sus playas más alejadas, como La Torrecilla. Viendo que el paseo marítimo de Nerja no es continuo, volvimos al centro, donde aparcamos en la misma Plaza de España, bastante fea todo sea dicho de paso, en un parking subterráneo. Cerca se puede ver también la Iglesia de El Salvador, que se construyó en el siglo XVII y es uno de los pocos templos del mundo en tener representaciones de los tres arcángeles: San Miguel (patrono de Nerja), San Rafael y San Gabriel.
A unos metros está el Mirador de Europa, conocido porque es uno de los puntos centrales del pueblo y porque sus vistas son impresionantes. Es la típica estampa que para mí ya hace mejor a un lugar; aunque la pena sea que es muy popular y por tanto, te lo puedes encontrar abarrotado. Las vistas a la playa de Calahonda, de aguas claras, y al abrigo del paisaje montañoso, son preciosas.
Nosotros no tuvimos tiempo pero en Nerja hay una cueva cuya visita tiene muy buena pinta. Descubierta en 1959, tiene por ejemplo pinturas de focas que se considera que pueden ser la primera obra de arte de la Humanidad hace 42.000 años. Más allá de estas visitas, Nerja parece un pueblo muy turístico de veraneo, con calles abarrotadas de restaurantes y tiendas de souvenirs y con mucho menos encanto, para mí gusto.
Salobreña
Si tienes al menos tres días y muchas ganas de moverte por esta zona de la costa andaluza, Granada está también muy cerca. Nosotros el segundo día decidimos llegar hasta esta región y hacer noche en Salobreña. La zona de costa entre Almuñécar y esta localidad, me pareció impresionante, con grandes montañas y cerca, abruptamente, el mar. Como íbamos en transporte propio, pudimos disfrutar del paisaje y fue genial.
El problema fue que tras descansar un poco, llegamos a Salobreña cuando estaba cayendo el día. Así, recorrimos su casco antiguo de noche y no pudimos por ejemplo, visitar su castillo por dentro. Este monumento corona el pueblo y es muy característico al componer la disposición del lugar. Erigido en el siglo X, es de origen musulmán pero fue objeto de importantes reconstrucciones en la época cristiana, por lo que ahora es un poco resultado de ambas. En una de las explanadas a su alrededor, hay unas preciosas vistas de la costa que recomiendo muchísimo.
Continuamos la visita perdiéndonos por las calles de Salobreña, de corte también muy irregular y encontrándonos con su iglesia o la Plaza del Ayuntamiento como sus principales puntos de interés. No obstante, era domingo y no había nadie que animara estas bonitas vías. Tras llegar al barrio del Albaicín de este pueblo, donde las flores adornando los balcones me hicieron ver una pequeña diferencia con lo anterior, volvimos para despedirnos finalmente del lugar.
Gastronomía
Uno de los planes que sin duda más disfruté estos días fue la gastronomía de esta parte de la costa andaluza. El pescaíto frito en todas sus formas era sin duda el plato estrella. Pero en la comida que os voy a recomendar se unió un factor que sin duda hace que Málaga sea el destino elegido por tantísima gente: el clima. La Costa del Sol lo es por algo y poder disfrutar de 19 grados de temperatura a principios de marzo es sin duda un privilegio que no tienen en todos los países. De ahí que en los restaurantes de la costa fuéramos de los pocos turistas españoles.
El que os voy a recomendar se sitúa en Torre del Mar y llegamos a él de casualidad, ya que íbamos buscando un local muy diferente que finalmente no encontramos. Al que fuimos finalmente se llamaba La Sirena y estaba a pie de playa; puramente. Pasamos un rato de lo más agradable.
Con el mar a un lado y los rayos de sol alegrándonos el alma, disfrutamos de un risotto, un espeto de sardinas (¡no podía irme de allí sin probarlo!) y un plato de tataki de atún. Además de estar todo buenísimo, el servicio era muy atento y tenía un entorno privilegiado. Con todo ello, no me pareció especialmente caro. ¡Costó 20 euros por persona! Tampoco es un chollo, pero por un día…
Creo que ese tipo de planes, puramente recreativos, vienen muy bien de vez en cuando. Y Andalucía es un lugar muy adecuado para ello…
Hola Irene
Encantado que hayas estado por mis tierra de adopción, son pueblos con personalidad, en fin cerca de Málaga puedes encontrar tantos pueblos que en años no saldría de Málaga y de Andalucía.
Me alegro mucho tus impresiones y sé que me entiendes ahora un poco más de mi debilidad por Málaga
Besos y Feliz Semana 🙂
Un abrazo
Bo
Gracias por el comentario, Bo!
sí, me encantó y como dices, creo que aún queda muuuucho por descubrir en esta zona, así que espero volver pronto.
Y sí, te entiendo mejor ahora 😉
abrazo!!!
Ire
Cómo me gusta que te gustara mi tierra, Irene 🙂 Frigiliana y Nerja son pueblos preciosos entre el mar y la montaña (por eso tantos guiris se han ido a vivir allí, tontos que son ja ja ja) mira que he ido veces con mis padres y con el cole a las cuevas de Nerja (para otra vez visítalas, de verdad que merece la pena) y el Balcón de Europa con esas vistas al Mediterráneo… El castillo de Salobreña tampoco os perdisteis mucho de verlo por dentro porque es una fortaleza muy antigua y no se conserva mucho, lo mejor es pasear por ese pueblo de cuestas imposibles. Sí que espero que vuelvas y te soplo sitios donde comer muy rico y muy barato, con 3 cañas y las tapas, y si encima coincidimos te llevo a comer pulpo seco 🙂
Un abrazo
Gracias por el comentario, Patri!!!
sí, tengo que volver, creo que hay cientos de pueblos para perderse y dejarse llevar por el ritmo de esta encantadora zona 😉 ¡Y qué comida! espero que sea pronto…
abrazotes,
Ire
Preciosos lugares!!
Hemos estado en Málaga pero estos pueblos no los conocemos! Que ganas de visitarlos!
Besazos X 2
¡Lo son!
tenéis que ir que no os arrepentiréis 😉
saludotes guapas!!!