A muchos les parecerá que al hablar de Tachelles, la conocida casa okupa de Berlín, nos hemos acordado de que han abierto un centro muy parecido en Madrid, al que todavía no hemos hecho referencia. Pero hoy hablamos de él porque una servidora no había ido todavía a este local y así lo hizo este fin de semana. Así que hoy os hablaremos un poco de La Tabacalera, un centro social autogestionado en Madrid, que puede convertirse en un lugar clave para el turismo en la capital en los próximos tiempos.
Situada en calle de Embajadores, a la altura del número 51, este edificio, ahora empleado para realizar muchas actividades artísticas, culturales y de ocio, fue una antigua fábrica de tabacos de Lavapiés y tiene mucho espacio para albergar todo tipo de eventos (30.000 metros cuadrados).
Cuando entras en La Tabacalera te da la sensación de que este es un territorio de la gente, donde la libertad importa más que el precio de las copas o la forma de vestir de la gente. Madrid tiene muchos bares clasificados por el tipo de gente que va, pero en este centro todo el mundo se confunde para formar una sola masa. Según entras, arriba a la derecha está el bar, muy cuidado y con precios más asequibles que en otros locales de la capital. En el centro está la sala grande, donde hay conciertos algunos días.
Repartidos en las salas del resto del edificio hay distintas iniciativas, en las que se puede participar echando un ojo a la página web de La Tabacalera. Incluso hay un jardín y una zona exterior, a modo de terraza, para sentarse y tomar el aire. En unos sitos, descansar; en otros, actuar. Puedes llevar tu ropa usada para que se recicle o libros que quieras dejar a otras personas. Asimismo tú podrás coger lo que necesites.
Muchas personas ven en sitios como este un reducto de cosas que se están perdiendo: convivencia entre la gente, cultura gratis, colaboración artística, creatividad, cultura libre y demás. Entre los grandes muros de La Tabacalera, con graffitis y creaciones por todos los lados, uno se da cuenta de que no es tan difícil buscar consenso sobre estos temas. Además, este centro social autogestionado tiene el permiso de las administraciones públicas (al contrario que otras iniciativas que acabaron por naufragar) y e incluso se pueden ver guardas de seguridad.
Conciertos, talleres, conferencias, exposiciones, homenajes, conciertos, cafés… todo eso y mucho más nos espera en este centro social autogestionado de Madrid, que ahora que viene a cuento, quizás se convierta en la futura Tachelles de la capital. Si es para generar buen ambiente, cultura y ocio alternativo, ¡bienvenida sea!