Preguntas que te plantearás al viajar solo

Hace poco me vi en la situación de tener que pasar un día sola en una ciudad, de nuevo. Aunque no tiene nada que ver, rememoré mi primer gran viaje, en el que visité Perú por el empeño que tenía en conocer el continente latinoamericano por entonces y volví a reflexionar de nuevo sobre cómo es viajar sin compañía. Las preguntas que se plantean, los miedos que surgen, las situaciones que provoca.

Y quise encontrar respuesta a las posibles cuestiones que se pueden plantear, para ayudar a gente que esté a punto de decidirse. Allá van, una a una.

¿Por qué nadie quiere viajar al destino que yo quiero?

Muchas veces, el motivo de querer viajar solo será que no encuentres compañía. Entre otras razones estará que nadie comparta tu deseo de viajar a un lugar, ya sea porque no les gusta, no tienen tiempo o dinero.

Pero muchas veces uno se da cuenta de que lo fundamental son las ganas. No hay, hoy por hoy, ningún impedimento para viajar a la gran mayoría de países del mundo. Nada que no se pueda solucionar con pedir las vacaciones en el curro, ahorrar un poquito y coger un avión con antelación. Nada que no se pueda solucionar con tener ganas.

Y si eres el único con ganas de hacer ese viaje, deja de preguntarte por qué, a lo José Mourihno y una busca solución. La solución puede ser viajar solo.

¿Y si me pasa algo?

Uno de los mayores miedos que se presentan al viajar solo es el peligro. Nos asusta pensar qué pasará si nos roban, nos ponemos malos o perdemos nuestro DNI. Y aunque no lo creamos, esos peligros existen aunque vayamos acompañados. Tienen solución y no suelen presentarse.

Está claro que hay que poner cuidado, sobre todo en determinadas zonas, llevar información de los lugares que nos pueden ayudar en caso de tener problemas, quizás contratar un seguro de viaje, abrir bien los ojos, máxime de noche y no ser temerario.

Tenemos que tener en cuenta que estas situaciones serán normalmente siempre la excepción.

¿Qué dirán al enterarse de que viajo sola?

La mayor parte de las veces nos importa más lo que digan los demás que lo que realmente queremos hacer.

Si decides viajar solo, muchos te harán preguntas del tipo ¿por qué? ¿Tanto te apetece ese destino? ¿tienes miedo? Y te repetirán una y mil veces que cuidado.

No te dirán nada que no sepas, por lo que ¿por qué habría de cambiar tu decisión? Lo importante es que lo medites, que pidas opinión (mejor a quién lo haya vivido que a quién no, por motivos obvios) y que tomes una decisión meditada. Pero que no deje de ser tu decisión.

¿Por qué no conozco a nadie que lo haga?

Porque no conozcamos a nadie que se haya tirado en paracaídas, no quiere decir que no exista. Porque no conozcamos a nadie que haya pasado sus últimas vacaciones en Laos no quiere decir que no exista. Porque no conozcamos a nadie cuya mascota sea un cerdo vietnamita no quiere decir que no exista (…). Hay que ver lo pequeño que parece el mundo cuando apenas salimos de nuestro círculo.

Hay muchas personas que viajan solas por el mundo. De hecho, cuando lo hagas por primera vez, seguramente te encuentres a gente como tú por el camino.

Y descubras así las muchísimas cosas que no hacemos, pero que están ahí.

Para animarte puedes buscar experiencias de otros viajeros en Internet. Los hay en muchos blogs personales (como el blog Viajando por ahí, muy inspirador) o en foros especializados (losviajeros.com).

¿Me aburriré?

Seguramente además del peligro, el aburrimiento sea otra de las mayores preocupaciones para el viajero en soledad primerizo.

Bien planteado el viaje, no tienes por qué aburrirte. Piensa en planificar tus días como si estuvieras con otra persona, tendrás tantas cosas que hacer que al final del día caerás rendido.

Además, normalmente, al ir solo, estarás más abierto a hablar con gente local o conocer otros viajeros. Muchos también te preguntarán seguramente cuando vean que estás sola. Como experiencia, será muy enriquecedor.

Siempre viene bien un libro, para determinados momentos que se puedan hacer pesados, una revista o cualquier otro entretenimiento. Pero al final, los necesitarás mucho menos de lo que crees. ¡Anímate!