Hay veces en la vida en que una pura casualidad le parece a uno estar provocada por el destino. O al menos eso nos gusta creer. Por eso, cuando poco después de haber leído el libro de Italo Calvino ‘Las ciudades invisibles’, conocí una cafetería que respondía al mismo nombre y ambos tenían relación con mi pasión por los viajes, creí que todo era una conjura para hacerme feliz. Quizás la historia no sea realmente así, pero para felicidad de viajeros y turistas, hay un café en Madrid que está dedicado al arte de conocer mundo y además es un rincón de lo más agradable.
Hablo de la Ciudad Invisible, una cafetería-librería (también es esto último porque tiene libros tanto como para coger en la sala como guías de viajes para prestar o vender), situada en la calle Costanilla de los Angeles, 7 –Metro Ópera-, con dos plantas, amplio espacio y ambiente muy agradable.
Su perfil viajero no solo se plasma en los libros de viaje, sino que también se palpa en la decoración (un globo terráqueo en la estantería o un intrépido viajero en una de las pinturas de la pared), y en las actividades que organizan, que van desde exposiciones de fotos de viajes, charlas entre aficionados e intercambio de idiomas.
Y más allá de los viajes es una estupenda cafetería donde poder tomar algo (cafés e infusiones para por la tarde, copas por la noche), desayunar, merendar (tienen varias tartas con muy buena pinta) e incluso comer. En mi último viaje tenía pensado ir allí con el ordenador (tienen Wifi) y sacar información de sus guías, pero la verdad es que aún no he probado esa faceta. He ido, eso sí, muchos días a leer un rato. Y os aseguro que es un lugar de lo más agradable.
Hace tiempo ya hablamos de que las librerías bar que hay en Madrid son lugares llenos de encanto y donde además, siempre hay muy buen ambiente. La Ciudad Invisible es singular por su localización -en pleno centro- y su tamaño -es muy amplia-, por lo que no dejaremos de incluirla en los mejores rincones de la capital.
Un lugar que no conocía, un lugar más para descubrir!
Gracias por la opinión Javier 😉
Es genial, a veces me da la sensación de estar más en casa que en un bar!