Hace poco os confesé mi manía de calificar y clasificar las ciudades. Hoy toca ponerles adjetivo. Definirlas por uno de sus atributos. Reducirlas a una palabra. Sí, posiblemente sea injusto, a la vez que exagerado, pero así las he percibido yo cuando he viajado a ellas. Si se os ocurren otras opciones, los comentarios de este post y yo estamos esperando a que enriquezcáis nuestra visión. Así que vamos allá con cinco adjetivos para cinco ciudades europeas.
Berlín, bohemia
Parece una broma que la capital alemana sea para mí la más bohemia de las ciudades europeas en las que he estado, pero es que Berlín no es Merkel, ni Alemania, ni seguramente lo que representa esta ciudad a nivel económico. Berlín es una ciudad poco estirada donde siempre ha habido un movimiento cultural/artístico muy fuerte y donde se puede apreciar una forma de vida muy bohemia en barrios como Kreuzberg y Friedrichshain, en las orillas del Río Spree cuando te alejas del centro turístico o en uno de sus principales monumentos, como es el East Side Gallery, o lo que es lo mismo, los restos del conocido Muro de Berlín.
Os animamos a leer un artículo que escribimos hace tiempo sobre el Berlín alternativo.
París, elegante
Para muchos París representa el ideal de ciudad: Es bonita, limpia, sofisticada, se vive bien… Además, París siempre ha sido el lugar recurrente de poetas malditos y promesas literarias, la ciudad del amor y de la vanguardia. Pero para mí París turísticamente destaca por sus monumentos y su estilo. Es pura elegancia.
Barcelona, completa
Barcelona es una ciudad privilegiada turísticamente. Goza de un montón de características que la hacen única: el arte y la Historia de una ciudad europea de primer orden, el mar y su encanto, los precios españoles, la Dieta Mediterránea y la amabilidad de la gente. Quizás sea la más completa de las que he visitado.
Lisboa, decadente
Supongo que era el adjetivo más fácil y que más acuerdo puede generar entre las distintas opiniones. No obstante, aunque parezca peyorativo, en este caso no es del todo así. Lisboa es una ciudad preciosa, pero también decadente. ¿Por qué? Admitámoslo: a ratos está sucia y hay zonas por donde parece que no ha pasado el tiempo. Pero precisamente por eso último también tiene parte de encanto: no es de las ciudades del “se mira pero no se toca”; invita, al contrario, a vivirla plenamente.
Praga, bonita
Si hay una niña bonita en Europa esa es Praga. El encanto de sus construcciones, su estilo gótico, sus canales y puentes, su preciosos atardeceres… hacen de ella, una urbe que a pocos decepciona por su belleza de postal.
Si te apetece leer otros juegos de palabras que hemos hecho en otras ocasiones, te recomiendo:
*Expresiones viajeras que he acuñado o hecho mías.
*Citas literarias sobre ciudades.
Me encantan las palabras; utilizarlas para desarrollar o incluso crear conceptos. Para pensar y reflexionar. También en los viajes y en lo que con ellos tiene que ver.