Albacete, conocido popularmente como el ‘Harvard’ de la Mancha a consecuencia de la inventiva popular o nombrado en su momento el ‘Nueva York’ de la región por el literato Azorín, es una de las ciudades más prósperas de la zona y también una urbe que merece la pena para una escapada que nos haga conocer mejor y disfrutar aún más de nuestro país -de su naturaleza, gastronomía o cultura-. Aunque es menos popular desde el punto de vista turístico que otras compañeras de la región, como las ciudades Patrimonio de la Humanidad Cuenca y Toledo, hay que dejarse sorprender por la urbe y también por los pueblos de la provincia, que son realmente interesantes. Tierra de navajas e ilustres chanantes, Albacete mola además por lo bien que se come o su gente, así que hoy os daré cuatro razones para convenceros de su encanto. A ver qué tal se me da.

Gastronomía

En Albacete puedes disfrutar de agradables paseos por la capital, pueblos con monumentos que merecen la pena ser visitados o fábricas que te acercarán al modo más auténtico de hacer las cosas. Pero más allá de las visitas culturales, que las tiene, uno está deseando que llegue la hora de comer. Platos de la tierra tradicionales como el atascaburras, el pisto manchego o ajo mataero están para chuparse los dedos, pero en general, en los bares y restaurantes que visité suelen hacer todo bien. Aún recuerdo unas berenjenas en tempura con miel de Casa Juan (bar/restaurante de la capital 100% recomendable) que me parecían carne de lo sabrosas que estaban. ¡Por favor, qué rico!

GASTRO-ALBA

Otra recomendación es que si visitáis los pueblos de la Sierra del Segura, tenéis que ir al restaurante Casa Segunda para probar sus conocidas chuletas de cordero y en su caso, las migas, que también son muy populares.

También me llamó la atención que todo vino que me pusieron estaba riquísimo. En ‘La zona’, centro neurálgico de la marcha albaceteña, bares como El Alambique o el Café/bar JJ tenían un producto de primera. En el segundo de los establecimientos hasta pregunté. El producto en cuestión era Poker, de la denominación Vinos de la Tierra de Castilla, de la misma provincia de Albacete.

Naturaleza

Si es cierto que lo mejor que tiene Albacete es saborear la tranquilidad de lo rural, por lo que se hace muy recomendable una escapada a la naturaleza. Aunque muchos tengamos asociado La Mancha al llano, esta es tan solo una generalización más. En Albacete también se puede disfrutar de la Sierra del Segura u otros remansos de paz y naturaleza como el nacimiento del Río Mundo. Especulares vistas, rutas a pie o en bicicleta y sobre todo, el silencio y aire puro de este tipo de lugares hará que sea imposible que una visita nos defraude. Como posibles visitas, os proponemos algunos pueblos con encanto que vienen en el tercer punto.

naturaleza

Pueblos con encanto

Como os comenté anteriormente, lo suyo no es visitar Albacete solo para conocer su ciudad (que es a lo que tendemos yo creo mayoritariamente), sino para disfrutar de sus pueblos con encanto. Tiene muchos y de diferente signo: Yeste, Letur, Alcalá del Júcar (nombrado uno de los pueblos más bonitos de España por El País), Chinchilla, Ayna, Lietor o Molinicos. Yo solo conozco estos tres últimos, pues cuando fui a Albacete conocí los que habían sido escenarios de Amanece que no es Poco. Los tres están enclavados en la misma sierra y se disfruta en ellos de unas vistas impresionantes. Además se respira una paz que cura todos los males habidos y por haber.

Ayna, la Suiza Manchega
Ayna, la Suiza Manchega

En mi opinión el más bonito es Ayna, conocido como ‘La Suiza Manchega’ y con varios miradores en la zona alta para deslumbrarse con el paisaje. Además, es encantador para pasear por él y descubrir los escenarios de Amanece que no es Poco. Las cuestas hacen de Lietor también un lugar maravilloso y bonito, pero allí será también muy interesante conocer las tres iglesias con las que cuenta y sobre todo, la Ermita de Belén, por las pinturas populares que la cubren completamente y que son dignas de admirar. Molinicos es también una localidad encantadora, donde poder disfrutar de la naturaleza más salvaje y una visita a un museo dedicado a las setas.

Gente

En último lugar pero no por ello menos especial está el factor humano. Tengo que decir que en este sentido, yo ya sabía que la gente de estos lugares merecía la pena. Tengo una buena amiga de Albacete y cuando allá por 2003 me fui a Madrid y conocí a gente de todas partes de España, Castilla la Mancha se llevó la palma: no había uno que me cayera mal. Me encandiló su humor, su calma, su campechanía. Fue fácil hablar con sus camareros o gente de los alojamientos en Albacete con una familiaridad que hace sentir como en casa. Rápidamente llegas a creer incluso que eres un albaceteño más. Y disfrutas analizando su acento, sus palabras y expresiones. E incluso acabas por imitarlas. “Esta comida está bueníhma” o “eres bonico del tó”. Ea. Lo dicho. Albacete mola. Y si no te lo crees, ve y atrévete a decir que no 😛

*Este post es producto de la invitación de la Diputación de Albatece y con la colaboración de APEHT Turismo en Albacete a conocer la provincia. Si queréis más información turística sobre la zona, os invito a conocer seis planes para disfrutar de Albacete.

*Te invitamos también a conocer otras provincias de Castilla La Mancha como Cuenca y consejos para viajar allí un fin de semana.

por Irene

Periodista desde 2008. Inquieta y curiosa de toda la vida. Abierta a todos los planes; ¡no hay destino que no merezca la pena!

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