La Befana, en la Plaza de Navona

Cuando pensamos en una estampa bucólico navideña, generalmente vienen a nuestra mente una serie de personajes recurrentes: Papa Noél y los Reyes Magos. Aunque resulta lógico tras ser sugestionados durante años con anuncios de Coca-Cola, la figura de Santa Claus no forma parte de la tradición navideña europea.

Por ello, en el post de hoy os vamos a contar costumbres navideñas presentes en países europeos como AlemaniaItalia o República Checa, cuya única relación con el entrañable hombre de rojo es su curva de la felicidad.

Vacaciones en Roma

[ad] Italia y,especialmente, Roma poseen una gran tradición navideña que se remonta a tiempos del imperio romano y al nacimiento del cristianismo. Por ello, emulando los tiempos de bacanales y cultos, los romanos siguen conservando dos tradiciones para estas fechas: las religiosas y las gastronómicas.

La carne está prohibida por ser tiempo de vigilia, y en su lugar el plato estrella es el Capitone, una anguila que se puede servir frita o asada. Tras la cena, los romanos se acercan a las iglesias del casco histórico de la ciudad para contemplar los belenes preparados para la ocasión,  y para asistir a la ineludible misa navideña.

El día de navidad, los regalos se intercambian alrededor del árbol y el dulce típico de este día es el Panitone, un bizcocho relleno de frutas caramelizadas que últimamente se ha hecho muy popular en España.

Pero la fiesta no termina el 25 de diciembre. El 6 de enero la Plaza Navona reúne a miles de niños que esperan  La Befana, una bruja que trae regalos para los que se han portado bien y carbón para los más traviesos.

El cerdo dorado y el Jecizek de los checos

En primer lugar, hay que puntualizar que el día de Noche buena en la República Checa es del 23 al 24, que es el día de Navidad. Según la tradición checa, quiénes ese día hayan ayunado correctamente tendrán esa noche en sus dormitorios una aparición celestial: un cerdo dorado. Al día siguiente, lejos de lo que podríais pensar, el plato típico no es carne si no pescado, concretamente la carpa.

En relación a los iconos navideños checos, los protagonistas de estas fechas son San Nicolás y Jecizek (Niño Jesús). No obstante, desde la Revolución de Terciopelo (1989) Santa Claus y las tradiciones yankis han ganado terreno.

Comer y beber a reventar en Alemania

Si en las costumbres navideñas de los países anteriores no faltaba de nada, los alemanes son sin duda los más glotones. De hecho, el día de Noche buena tienen por obligación comer y beber hasta reventar para convertirse en un Dickbauch (Estómago gordo), sino quieren que la maldición caiga sobre ellos.

Vía: Gadling

por Inma

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