No sé ustedes, pero yo pocos días me pierdo el programa Españoles por el Mundo o en su defecto, ‘Callejeros Viajeros’ u otro parecido de carácter regional, como ‘Castellano-manchegos por el mundo’ o ‘Madrileños por el mundo’. El éxito de este tipo de programas es el valor cultural, paisajístico, económico y vital del turismo, por lo que queda de sobra justificada una reflexión sobre el mismo en este blog.
Madrileños por el Mundo es, en la versión actual, pionero de este tipo de formato en España. De hecho, Telemadrid denunció en su momento a Televisión Española por un supuesto “plagio”. Más allá de esta polémica, desde el punto de vista turístico, que es el que aquí interesa, ‘Españoles por el mundo’ es un verdadero éxito en nuestra televisión.
¿Por qué ha tenido tanta aceptación este formato? En este caso, nos centraremos más en los aspectos positivos como producto televisivo, causa directa de que la audiencia muestre su confianza a ‘Españoles por el mundo’ semana tras semana. Los encantos turísticos los conocemos todos de sobra y ya hemos hablado de los beneficios del turismo a nivel personal. Eso sí: el éxito a nivel general podemos concretarlo en que ‘Españoles por el mundo’ es como viajar desde el sofá de casa.
Un español en el extranjero
Un primer recurso, esencial, para que ‘Españoles por el mundo’ tenga éxito es que nos enseña el destino turístico a través de una persona, que nos cuenta por qué está en ese lugar, cuánto vale su casa, las ayudas del Estado en el país, nos enseña los principales lugares de interés turístico e, incluso, nos cuenta si piensa volver a su país natal.
Este formato facilita la identificación con el viajero, dado que el protagonista es una persona como lo podemos ser nosotros, y esto incentiva a pensar que podríamos estar en su lugar, y en extensión, nos traslada el placer del turismo.
¿Es ‘Españoles por el mundo’ cotilla?
En algunos casos, la gente puede criticar el programa por “cotilla”, puesto que se indaga mucho sobre la vida personal del viajero, pero pocas veces las preguntas que hacen los reporteros están fuera de lugar. “Cotilla” sería más acertado para otros programas de televisión, donde los reporteros se extralimitan a menudo.
Lo que sí está claro es el protagonismo de las personas que salen en ‘Españoles por el mundo’ y similares, así como sus circunstancias: gustos y aficiones, tipo de trabajo, clase social y posibilidades.
En el episodio de Pernanbuco una reportera del programa entrevistó a un joven que vivía humildemente en esta ciudad brasileña y le dijo: “La gente que ver el programa dice que es multimillonarios por el mundo”. El programa de Telemadrid tiene fama de entrevistar solo a gente acaudalada y a los hechos me remito, pero lo cierto es que tiene éxito entre todo tipo de telespectadores.
Otro recurso muy bien utilizado tanto en ‘Españoles por el mundo’, como en ‘Callejeros Viajeros’ o en ‘Madrileños por el mundo’ es el montaje y la música. Éstos ambientan las imágenes de la mejor forma y además de entrelazarse dinámicamente, la música se adapta perfectamente a la zona del mundo que se visita. Otro factor de éxito, sin lugar a dudas.
Por último, este tipo de programas gusta a todo tipo de gente y llega a todo perfil social, lo cual no es siempre tarea fácil en la televisión. Pero, ¿a quién no le gusta viajar? Por último, voy a brindar por este tipo de programas y decir que los formatos como ‘Españoles por el mundo’ son una buena conjugación de interés general, buena realización y éxito. Algo, digamos, “necesario” en un panorama televisivo, que en ocasiones, deja mucho que desear.
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