Una primera toma de contacto sirve para saber si te gusta o no una ciudad; como un flechazo. El barullo de la gente por la calle, la arquitectura colonial o el colorido de Guanajuato hicieron que sus aires me gustaran desde que posé mis pies sobre ella. Estuve allí durante tres días, explorando intensamente sus atractivos, hasta elevarla a un destino de esos que recomiendas sin dudar cuando te preguntan los lugares que más te han gustado.
Te contaré que puedes ver y hacer en la urbe durante tres o cuatro días, dependiendo del ritmo que lleves. Eso sí: dedica al menos un día para pasear tranquilamente; comer en sus mercados callejeros; comprar en sus tiendas y tomar algo en sus animadas plazas. Estamos en una ciudad ideal para disfrutar y comenzar a descubrir las lindezas de México.
Guanajuato, pasado y presente
El trazado de la ciudad es uno de los más peculiares del mundo, ya que el que fuera el asentamiento prehispánico quedó en el actual nivel subterráneo. Tuve la suerte de poder hacer un recorrido en quad y una de las mejores razones para contratar un recorrido de este tipo es poder conducir en estas vías, el corazón de la ciudad antigua.
Pero más allá de la curiosidad, yo me quedo sin duda con el mismo centro urbano; tan encantador y tan vivo. La mayor referencia es la Basílica colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato, cuyo mayor atractivo es el exterior. A lo largo de las calles cercanas, se puede disfrutar de arquitectura colonial –la ciudad es Patrimonio de la Humanidad-, rincones llenos de luz como el Puente del Campanero y de esculturas que rinden homenaje a personajes como Jorge Negrete o Don Quijote de La Mancha, protagonista de uno de los museos de la ciudad y del festival que acoge Guanajuato cada año en honor al escritor que le dio vida.
Como en otras ciudades, lo ideal es intentar no coger la calle principal y perderse entre los más de 3.000 callejones que tiene. No obstante, a veces hay algo parecido a una fuerza de atracción que nos lleva al camino principal. No será un problema aquí, pues habrá mil estímulos que nos tengan entretenidos…hasta llegar al principal monumento de la ciudad –el Teatro Juárez-; los mercados, como el de Gaviria o Hidalgo; o plazas para tomar algo o sentarse y donde apetece quedarse toda la vida, como las de San Fernando o de San Roque. En la primera de ellas, recomiendo un bar llamado ‘La oreja de Van Gogh’, con cuadros de este último y música en vivo. Imprescindible es también comer en el Mercado Hidalgo, a poder ser unas ‘carnitas’, hechas con corteza de cerdo y aliñadas con salsa picante. ¡Sabor!
Otra parada obligatoria es la Universidad de Guanajuato, un edificio con una fachada imponente y con decenas de escalones que merece la pena subir para obtener unas buenas vistas de la ciudad. Dado que se asienta en un valle, las construcciones se suspenden en sus laderas, formando una amalgama de edificios de tonos variados que llaman la atención de los foráneos. En otro de los ratos que tengo subo un poco, observando tiendas más humildes y acompañada por señoras con puestos callejeros. Pegado a la Universidad está el Templo de la Compañía de Jesús, con varios cuadros interesantes y una fachada llamativa.
Todas las visitas están bien si después toca un poco de relax, buena comida (¡que aquí no falta!) y una cerveza. Pero en Guanajuato el ritmo no para y a diario, ofrece la posibilidad de acompañar a la Estudiantina o tuna de la ciudad para cantar, beber y bailar con ellos. Son las famosas ‘Callejoneadas’, un evento tan curioso como divertido que nos llevó por rincones antes inexplorados en Guanajuato. ¡Fue una experiencia genial poder participar en ellas y unirnos a la gente local!
Mirador del Pípila, parada imprescindible
Al caer el día, después de pasear en la primera jornada por la ciudad, sabía que había sido especial. Me llevaba su esencia en forma de cultura, de tradiciones y de callejeo, como no podía ser de otra manera. Pero como siempre necesitaba aislarme de lo vivido y tomar perspectiva. Respirar y dejar la intensidad a un lado para observar tranquilamente la ciudad.
Ello fue posible en el mirador del Pípila, donde llegamos ya caída la noche. Aunque siempre lo veo como un problema; esta vez no lo fue. Sorprendentemente los colores de la ciudad pervivían en la oscuridad y aunque había bastante muchedumbre, pude encontrar un rincón de paz. Otro lugar donde definitivamente hubiera pasado un rato más.
Don Quijote… de Guanajuato
Hubo un catedrático y director teatral que allá por 1953 que ideó celebrar los ‘Entremeses cervantinos’ y llevar la obra del ilustre literato español a las calles de Guanajuato. Los inicios tuvieron lugar en la plaza San Roque, donde hay una placa conmemorativa y una escultura.
Fue Enrique Ruelas Espinosa y creó así una “escuela” que daría después lugar a uno de los mayores festivales de su género del mundo: el Festival Internacional Cervantino. El Quijote y Cervantes están en el ADN de la ciudad.
Además de dos esculturas de Don Quijote, también se puede visitar el museo iconográfico en su homenaje, que recoge varias obras sobre el personaje literario muy interesantes. El museo está muy cuidado y abarca diferentes técnicas de pintura para dar lugar a obras que resultan muy interesantes.
Visitas culturales en los alrededores de Guanajuato
A unos cuantos kilómetros de Guanajuato, se puede visitar el Parque Bicentenario de la localidad, donde hay diversas exposiciones culturales, pictóricas o medioambientales a precios económicos. El día que yo estuve disfruté de una de los idiomas y pueblos indígenas que quedan en México; otra de Don Quijote similar a la muestra expuesta en la urbe; y otra, permanente, ‘390 ppm. Planeta alterado. Cambios climáticos y México’, donde hay dinosaurios a escala natural.
Un poco más encaramado en la montaña, se sitúa otra zona de gran reclamo turístico e ideal si lo que buscamos es acercarnos un poco más a la cultura mexicana. Se trata del parador turístico Sangre de Cristo y el acceso está un poco complicado. Pero sus vistas y los museos que alberga merecen la pena. Uno está dedicado a la minería y quizás fue el más básico de todos ellos, pero los otros dos me sorprendieron más.
El de las Momias Viajeras, llamadas así porque han estado expuestas a miles de kilómetros, impacta por razones obvias: los cuerpos de personas y bebés quedaron momificados y hoy se exponen manteniendo elementos tan humanos como pelo o uñas. Por último, el museo de la Catrina, personaje muy popular en México, nos acerca a la relación tan especial de este pueblo con la muerte; acercándonos las celebraciones que se producen durante el Día de los Muertos o vistiendo a la calavera con ropa festiva.
Actividades naturales en los alrededores de Guanajuato
Como adelanté al inicio, Guanajuato está situado en un valle y sus alrededores son perfectos para hacer alguna escapada de senderismo u otros deportes de aventura, como rapel o bicicleta de montaña. Durante mi estancia allí, hice un recorrido en quads o cuatrimotos, que sin duda merece mucho la pena. Esto es así porque no solo se recorre la sierra de la ciudad, sino que se visitan las antiguas minas del estado y se observan por fuera las Haciendas de Beneficio, donde se llevaban los minerales y eran cambiados por dinero. Actualmente son casas de gente pudiente.
Pero para mí lo mejor fue pasar por los túneles que cruzan Guanajuato subterráneamente y también conducir por determinadas zonas altas de la ciudad, que siempre son menos visitadas turísticamente. Me tocó de conductora y me encantaba levantar la vista para ver a los niños saliendo del colegio o a los espontáneos observándonos.
También hice rapel, en esta ocasión en el cerro de la Bufa, en los alrededores de Guanajuato y en presencia de un paisaje impresionante. ¡Era mi primera vez y me impresionó! Pero hoy, con distancia, creo que mereció mucho la pena.
Tanto como esta ciudad, que pervive en mi recuerdo como un lugar agradable, bello y cercano que está esperando a ser descubierto.
Datos prácticos
Dónde comer en Guanajuato
La gastronomía mexicana es uno de los mayores motivos porque el país sea genial, en conjunto. Platos compuestos de pan de maíz, enchiladas, salmón en formas variadas, arranchera (ternera) o pollo con mole poblano son algunas de las delicias que probé en Guanajuato. Para ello, fui a restaurantes más o menos formales, más o menos populares, pero todos ellos muy recomendables. En el centro de la ciudad, me gustó especialmente ‘La Tasca de la Paz’, con un montón de platos apetecibles y un servicio muy agradable. Y en las afueras, creo que merecerá mucho la pena que os acerquéis al ‘México lindo y sabroso‘, con platos amplios y populares con una pinta y sabor especial. Allí probé el que sería sin duda uno de mis platos favoritos: el pollo con mole.
Otros datos importantes
- Para contratar los tours en los alrededores de Guanajuato, la empresa con la que nosotros lo hicimos fue Turismo Alternativo en Guanajuato. Su labia, su profesionalidad y su arranque para animarnos a hacer las actividades son sin duda algunas de las razones por las que repetiría ya mismo.
- Es importante saber que los enchufes son bifásicos. Si como yo, eres un desastre y no te lo has llevado, hay muchas tiendas donde hacerte con uno barato.
- El hotel donde nos alojamos fue el Holiday Inn, un edificio antiguo pero con habitaciones modernas y muy confortables y con un servicio de desayuno genial. Fue un buen lugar para descansar.
Vídeo resumen del viaje a Guanajuato
NOTA
*Este post es resultado de un viaje organizado por la Secretaria del Gobierno del Estado de Guanajuato, que se ha empleado a fondo para descubrirnos las maravillas de su lugar de origen. Me gustaría agradecer tanto cariño y dedicación, sobre todo a las personas que me acompañaron en el camino, tanto Daniel y Jesús, como a mis geniales acompañantes: Jesús, Marga, Arian, Inés, Jesús, Saúl y Montse. Mención también para Aeroméxico, compañía que nos transportó a un lugar que me será muy difícil de olvidar. ¡Gracias a todos!
Información Bitacoras.com
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¡Qué viajazo! Qué envidia me habéis dado, se ve precioso Guanajuato a través de tus palabras y tus fotografías, me ha encantado el mirador, sorprende tanta monumentalidad y lo de los quads me parece súper divertido 🙂 un besazo
Patri! gracias por el comentario!
es una ciudad preciosa, superó sin duda todas las expectativas!!! y la gente es maravillosa!! a ver si pronto te toca; me encantaría verla desde tus ojos también 😉
abrazote,
Irene
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