Malasaña

Ya hemos hablado de los lugares más emblemáticos de Madrid, resaltando sitios históricos, como el Madrid de los Austrias o la zona de los museos y edificios oficiales, como es el Parque del Retiro. Hoy nos centraremos en uno de los lugares más emblemáticos sin duda desde el punto de vista del ocio nocturno. Se trata de Malasaña, escenario de la movida madrileña y centro neurálgico del botellón en los años 80.

El barrio de Malasaña, uno de los más “alternativos” y modernos de la ciudad, se ha convertido en uno de los lugares más emblemáticos de la noche madrileña. Compuesto por bares no demasiado grandes y alguna que otra sala de mayor tamaño, este rincón se convierte por las noches en lugar fetiche de montones de modernos, poperos, punkis, hippies , rockeros y gente corriente.

[ad] Para llegar en metro, Malasaña está en la parada del suburbano de Tribunal en las líneas 1 y 10 del Metro de Madrid. Para coger este metro, la calle es Fuencarral, la más importante del barrio de Malasaña por su importancia.

Hay dos zonas clave para moverse por este Malasaña: dos plazas. La central, la Plaza del Dos de Mayo, es el lugar de reunión de tantos jóvenes cada fin de semana, y la otra, la conocida como “Plaza del Grial” está cada vez más de moda y no tiene nada que envidiar a la anterior en cuanto a afluencia de gente. En los alrededores de ambas se van dibujando las calles de este barrio, nombres conocidos por los más jóvenes y llenas de bares: La Palma, San Vicente Ferrer y Velarde son las principales, todas ellas paralelas.

En cuanto a los bares más conocidos de este barrio, está el Penta, uno de los míticos de la “movida” y conocido por ser mencionado en la canción del fallecido Antonio Vega “La chica de ayer”, así como por cerrar sus puertas siempre con esta canción. Otro ideal para conocer la esencia de Malasaña es “La Vía Láctea”, cuya decoración y música son de lo mejorcito del lugar.

Si lo que buscáis es un bar barato, el “Más allá”, de ambiente rockero, tiene suculentas ofertas, que no están nada mal para una zona no precisamente barata. Otra posibilidad es el Patio Maravillas, un centro social okupado que pone bebida a muy buen precio, además de ofrecer otras opciones de recreo.

El problema de todos estos bares para los que busquen fiesta en Madrid hasta altas horas de la madrugada es que cierran sobre las tres de la mañana.

Pero, como señalamos antes, también hay salas algo más grandes donde cerrar la noche y éstas cierran más tarde. Se trata de nombres como “Barco”, “Taboo” o “Nasty”.

Durante el día, Malasaña también es una zona digna de conocer, sobre todo por su ambiente juvenil y variopinto. Restaurantes como la “Pepita” o “A dos velas” muestran el encanto de esta zona; vieja, con muchos años sobre la espalda, pero infinitamente moderna. En definitiva, Malasaña es un lugar ideal para conocer los contrastes de Madrid y lo que es más: el ambiente nocturno de una ciudad, en la que, muchos aseguran, hay fiesta todos los días.

por Irene

Periodista desde 2008. Inquieta y curiosa de toda la vida. Abierta a todos los planes; ¡no hay destino que no merezca la pena!

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