Si planeas un viaje a Madrid en verano, debes tener en cuenta que esta ciudad es muy calurosa. A ello se une la ausencia de un rincón donde refrescarse, a no ser que te valgan los grifos instalados en la zona del Madrid Río. Pero si dispones de coche hay zonas en la comunidad que estarán muy bien para refrescarse, hoy nos vamos a una: Cercedilla.
Esta localidad del Norte de la región se encuentra 56 kilómetros de la capital, pero bien podemos pasar allí un día entero o incluso dos, dependiendo de los dispuestos que estemos a hacer rutas, actividades, bañarnos, tomar el sol…
El sitio indicado son las dehesas de Cercedilla, una zona recreativa que ofrece muchos atractivos: de ella parte la Calzada romana de la Fuenfría (habilitada para hacer senderismo), hay amplias zonas de aparcamiento (donde poder dejar caravana o furgoneta para pasar la noche), piscinas naturales y hay actividades de «árbol a árbol». Todo un menú de ocio que nos hará olvidarnos del calor de la capital, máxime cuando las temperaturas bajan, la naturaleza ayuda y las vistas son un bien abundante.
Recomiendo hacer la ruta por la mañana. La Calzada romana de la Fuenfría se compone de distintos caminos (durante la senda hay indicaciones, que se pueden entender y seguir fácilmente) que llevan al Puerto de La Fuenfría. También se puede optar por la Carretera de la República, una vía que lleva a miradores que bien merecen una ascensión. Compartiremos camino con otros senderistas y con ciclistas que suelen hacer el camino inverso, bajando todo el rato a grandes velocidades.
Tras una jornada de caminar, lo ideal será darse un baño en las piscinas naturales de las Berceas, que son reclamo para mucha gente a jugzar por el llenazo que tiene los fines de semana. La construcción es la de una piscina habitual, pero el agua es del río (así de fría está), aunque está tratada con cloro. No obstante, lo mejor son sin duda sus vistas, de cara al amplio bosque. El precio de la entrada es algo alto (6,5 euros) teniendo en cuenta que otras piscinas verdaderamente naturales no cuestan dinero, pero no tanto en relación a las piscinas de la capital, también caras y con tristes paisajes, además de poco espacio.
Si os quedáis algún día más podéis disfrutar de la actividad «de árbol a árbol», que organiza Aventura Amazonia, al lado de las Berceas.