Toledo no es una ciudad difícil de recorrer, pues cuenta con alrededor de 82.000 habitantes, pero es laberíntica, por lo que corremos el riesgo de perdernos si no ponemos atención en el viaje. Conocida como la «ciudad de las tres culturas» -por tener una parte de herencia judía, otra árabe y otra cristiana-, se presenta al turista deliciosa y compleja. Hoy hablaremos de que ver en Toledo.
Rodeada casi enteramente por el Río Tajo, Toledo se sitúa en una montaña, por lo que hay que subir y se consiguen unas maravillosas vistas. El punto central de la ciudad es la plaza de Zocodover, donde además hay una oficina de Turismo donde poder lograr la información necesaria para recorrerla.
Desde la plaza de Zocodover y siguiendo la carretera Carlos V se llegará al Alcázar de Toledo, un imponente edificio que tuvo funciones de palacio romano y residencia real, así como lugar de la Academia de Infantería de la ciudad. En la zona de cara al río, hay una terraza ideal para tomar un café. Si seguimos el lado este de la ciudad, no hay lugares de interés pero sí la ciudad más auténtica con callejones estrechos y construcción tradicional.
Pero el recorrido más típico es seguir hacia la Catedral de Toledo, muy bonita y seguir recto para llegar a la Iglesia de Santó Tomé, donde se puede entrar a ver el cuadro del reconocido pintor El Greco ‘El entierro del Conde Orgaz’ (2,5 euros). Siguiendo en dirección oeste llegaremos de hecho al museo dedicado enteramente al artista. Ya estaremos entonces en plena Judería, quizás el barrio más conocido de la urbe turísticamente. Allí están la sinagoga de Santa María la Blanca y el Monasterio de San Juan de los Reyes.
La parte cristiana de la ciudad no quedará muy lejos (hay que subir para la zona donde se comenzó el recorrido) y merece también la pena. La iglesia de Santa Leocadia y la de San Román (con el museo de los Concilios) la completan.
Y el recorrido puede hacer un salto en el camino para comer. La zona más recomendable para ello es el centro de la ciudad, en la calle Comercio y adyacentes. Una recomendación personal: la plaza Magdalena, con varios restaurantes con terraza y comida tradicional. Podemos probar carcamusas o carne de ciervo, muy típico en esta urbe.
Cerca de este barrio se sitúa la zona árabe. Merece la pena visitar la Mezquita Cristo de la Luz, restaurada y bonita. Por último, si estamos cansados de visitar lugares intereriores podemos irnos a contemplar las mejores vistas de Toledo en el lado opuesto al centro de la ciudad, al Sur, a las afueras.
Este resumen sobre que ver en Toledo pretende acercar al turista a esta bella ciudad.
Santiago 
He gusta la ciudad de toledo por lo que aporta al visitante, (tranquilidad, cultura, … todo lo que busco en una escapada de fin semana).
Nada mejor que esa mezcla de 3 culturas en una ciudad milenaria, llena de ofertas culturales y gastronómicas.
Visitar Toledo supone no tener prisa, pasear por sus callejones, ojear sus fachadas, visitar sus museos y disfrutar de la comida tradicionar de Castilla-La Mancha.
Toda una delicia.