Turismo político: Cuba

Muchas personas piensan que si visitan Cuba, deberían hacerlo antes de que muera Fidel Castro, porque si esto pasa, el comunismo previsiblemente desaparecerá o, al menos, no será igual, y ello supone una curiosidad. No entraremos en debates, pues no es nuestra labor, si no que describiremos por qué el hecho de que la isla sea un país comunista se plasma en los lugares más turísticos de la isla. Esto dará lugar a nuestra nueva entrega de turismo político: Esta rama del mundo de los viajes en Cuba.

Para acercarnos al país de un modo político se pueden ver las consignas del partido en vallas publicitarias que se presentan ante los turistas en los viajes, se pueden contemplar las artimañas de algunos para hacerse con una paga extra (puesto que el mercado libre no existe en las fronteras de Cuba) y se puede hablar con la gente sobre el modelo político, defendido por unos y denostado por otros. Pero hay más: el Museo de la Revolución, la plaza de la Revolución o Santa Clara.

La plaza de la Revolución, situada en La Habana, es una de las más grandes del mundo, al tener setenta y dos mil metros cuadrados y tiene también un monumento de recuerdo a José Martí. Allí se celebran los grandes eventos que hacen de Cuba el centro de atención en cuanto a turismo político se refiere, esto es, las grandes multitudes reunidas para apoyar al sistema político comunista, apenas existente ya en otras partes del mundo.

Hay un museo dedicado enteramente a la Revolución Cubana y allí el turista podrá informarse de los episodios más importantes de este capítulo histórico de la isla. Se ubica en el antiguo palacio presidencial, un edificio muy bonito, que ahora alberga al museo más importante del país. Allí hay fotos, documentación y objetos que marcan la historia de Cuba y que no se podrán encontrar en ninguna otra parte.

Otra de las mecas de quien vaya a Cuba con intención de adentrarse en su turismo político es Santa Clara, donde se supone que están los restos del Che. Más allá de estos temas, el turista podrá visitar un conjunto escultórico dedicado al líder revolucionario o el Museo del Che Guevara.

Todos estos lugares de Cuba son, por supuesto, complementarios a otros sin significación política, como la Catedral de La Habana, sus bellas casas coloniales o sus arenales, que suponen muchas de las mejores playas del mundo. Pero los sitios indicados son geniales si queremos hacernos una idea de la historia de Cuba y adentrarnos un poco en el turismo político. Si queremos conocer parte de la realidad, solo hay que hablar con la gente. La gente cubana estará encantada de mostrárnosla.

Imagen: Flickr