En el mundo de los viajes hay destinos que por una determinada característica son diferentes (porque su paisaje es un bloque de hielo o porque sus ciudadanos forman una comunidad ecológica, por ejemplo) y también hay hoteles raros, que por tener cada habitación pintada por un artista o estar en mitad de un avión -el Hotel Costa Verde-, son únicos. Hoy nos centraremos en actividades que se salen de lo normal y que hemos integrado el «turismo raro«. ¿Quieres conocerlas?
Una actividad rara y única será cenar a muchos metros de altura, en el cielo, que organiza una empresa en muchas ciudades y países. ¿Quieres vivir esa experiencia? Infórmate en: Dinner in the sky.
Bañarse en altas temperaturas (¡30/40 grados!) en lagos termales en Islandia puede ser una actividad que a muchos deje extrañados, aunque también, por supuesto, maravillados. El Blue Lagoon, el más conocido para estos menesteres, es un lugar ideal para el baño, pues se nutre de las aguas de otro vecino cuya agua está a más de 200 grados.
Será una experencia diferente y rara, pero increíble: las aguas azules y claras contrastan con el negro volcánico y el exuberante paisaje, una auténtica maravilla.
El único inconveniente de este lago es que va a tener que compartirse con muchísimos turistas. Si eres de un perfil más independiente, quizás te interesen otros menos concurridos, que también los hay.
En Turquía hay un alojamiento raro que puede formar parte también del turismo raro (no lo habíamos descubierto aún). Se trata de un hotel con la forma del Titanic, famoso barco llevado también al cine.
Un destino fetiche en este tipo de viajes sería sin duda Dubai, pues tiene un montón de atracciones turísticas súper raras (descubre diez lugares que visitar en Dubai). Quizás lo más extraño es que tengan pistas de esquí, cuando es un lugar donde las altas temperaturas ahogan todo el año. Pero en Dubai todo es posible…
Esto es todo en esta primera entrega de turismo raro… iremos descubriendo otras actividades que contaros. Esperamos que os gusten 🙂