Supongo que debería comenzar este artículo de nuevo con una advertencia: no entiendo de vinos. De hecho, comencé a beber vino hace relativamente poco. Pero cuando me da por algo, me da. Y desde entonces no me he quitado de la cabeza buscar lugares que me inspiren a beber vino en Madrid. Por eso, esto es una lista de bares/restaurantes en los que me ha apetecido beber un vino y me han parecido idóneos para este cometido, pero desde mi perspectiva personal-no-especializada. Creo que se merecen estar presentes en un recorrido para irse de vinos por la capital (aunque no sean en todos los casos, insisto, vinotecas o similares).
La vocación de este post es como siempre turística, por lo que he elegido estos sitios además de por tener buen vino, por la estética, su autenticidad, el lugar donde se encuentran -siempre barrios animados y turísticos del centro de la capital- y el ambiente.
Stop Madrid
Este bar castizo a la par que cercano y entrañable está situado en pleno centro (Calle Hortaleza, 11) y es una muestra del fulgurante ambiente que hay en Madrid a diario. Sus paredes son ya una declaración de intenciones: allí lucen botellas y botellas de vino que junto al encantador espacio, hacen de este lugar una parada imprescindible para tomar vino y sentirte uno más en esta caótica ciudad.
En cuanto al producto, como ya os he comentado no entiendo de vinos, pero el que me pusieron cuando pedí un Crianza al azar, no era cosa del otro mundo.
La imperial, en el Mercado de San Antón
El mercado ya os lo hemos recomendado en otras ocasiones, pues después de su reforma se ha convertido en uno de los espacios más modernos de la ciudad. La imperial es uno de bares/restaurantes más espaciosos y chulos del lugar, que además de una amplia selección de vinos, tiene una buena carta para cenar. Nos lo recomendó una usuaria de Twitter especialista en el sector y nos encantó. De hecho, el vino que me pusieron en esta ocasión, sí me pareció especialmente rico. Era el de la Casa de Monroy.
Taste Gallery
Situado a pocos metros de la Plaza Mayor madrileña (Plaza del San Miguel 8), este bar/restaurante se anuncia como un lugar de vinos y tapas. De ahí que captara mi atención. Aunque la carta de vinos no es muy amplia, la decoración rinde homenaje a esta bebida y la decoración hace del sitio un lugar súper agradable. Además, no es muy caro y la comida está muy rica. Muy recomendable si te pilla por el centro.
Entrevinos
Este local es conocido por tener una buena selección de vinos -por copa no es muy amplia pero tienen buen producto- y de ahí que hasta se deje ver en el nombre. Es como un bar de toda la vida, pero bien puesto, con un servicio atento y agradable y buena comida. Tienen platos de temporada y sobre todo, una cecina riquísima y genial presentada. Me parece recomendable y aunque no está en la zona turística propiamente dicha, está a pocos minutos andando desde Plaza de España. Concretamente, está en la calle Ferraz, a la altura del número 36.
Matador
Otro bar castizo y peculiar que invita a tomar un vinito con los amigos (además de una buena tapa que siempre ponen de embutido). Situado en la Calle De La Cruz, en pleno centro madrileño, recibe su nombre del arte de los toros, una referencia que no sé bien por qué con tanto ahínco se repite en varios bares de la capital. Pero este local destaca sobre todo por su decoración, recargada y llena de objetos en las paredes (¡hay colgada hasta una guitarra!), además de un gran ambiente durante toda la semana. Solo tengo la duda de que esté preparado un poco para «güiris», como se suele decir, pues por un vino muy cortito de CUNE te cobran 2,70 euros. El centro de la capital es lo que tiene. Aún así, para una ronda el lugar desde luego merece la pena.