En uno de mis últimos viajes, hace ya demasiado tiempo, publiqué los días previos al periplo una foto en Facebook del destino. Como soy muy dada a poner títulos de películas en mis estados de la red social (una de las cosas que desaconsejan en las facultades de periodismo al encabezar los artículos, por cierto), la llamé ‘Días contados’, una película española de los años 80.
La titulé así porque el viaje estaba al caer, ya que el tema de la película nada tiene que ver con el turismo. Va sobre terrorismo, ahí es nada. A raíz de este título empecé a buscar posibles interrelaciones entre cine y turismo, dos de mis pasiones. ¿Las hay?
Sí. Algunos ejemplos: La película The Beach, interpretada por el siempre interesante Leonardo Di Caprio, puso de moda Maya Bay (playa a la que actualmente llegan grandes masas de turistas), un territorio prácticamente inexplorado hasta que se exhibió el film.
Pero no tenemos que irnos tan lejos. El Desierto de Tabernas en Almería, lugar donde se han rodado películas como ‘El Bueno el Malo y el Feo’, ‘La muerte tenía un precio’ o ‘Indiana Jones’, tiene un espacio abierto hoy en día para que los turistas conozcan los escenarios que hacían las veces del Oeste Americano en los Spaghetti Western: el Parque Temático OASYS. En él hay un museo del cine, espectáculos relacionados con el séptimo arte y zona de piscinas para el sofocante calor del verano.
Otro ejemplo que se me ocurre es el bar de Amelie en París (Café Des 2 Moulins, en la calle Lepic) la protagonista de la película homónima y querida por tantísimos cinéfilos, que está situado en el barrio de Montmartre y en el que se puede tomar algo (eso sí, no a cualquier precio…).
Aunque no sea cine propiamente dicho, el bar Central Perk de la serie Friends caló tanto en los telespectadores que incluso se ha hecho una réplica en Beijing, China. Curioso, ¿no?
Por último, recomiendo una visita cinéfila de la que he oído hablar muy bien, aunque no la he realizado todavía. Se trata del Museo del Cine en Amsterdam, abierto el año pasado y que alberga cuatro salas de proyecciones y mucho espacio para exposiciones. El Museo del Cine EYE de Ámsterdam, que está situado a orillas del río IJ, tiene además una gran colección digital que podrás elegir de modo interactivo.