Hotel Dog Bark Park Inn

El que se inicie un poco en esto del mundo de los viajes, se dará cuenta de que no deja de sorprender la cantidad de sorpresas que puede deparar. Ya hemos hablado de hoteles raros en otras partes del mundo, como en Europa y en Costa Rica, pero hoy nuestra parada será en EEUU. Muchos podrían pensar en una idea innovadora y «a la última», pero en este caso, el alojamiento es un bed & breakfast, de perfil rural, que es raro porque está en el interior del Beagle (una raza de perro) más grande del mundo (una construcción humana, claro). Se trata del hotel Dog Bark Park Inn. 

En una entrega más de hoteles raros, la localización exacta a donde nos vamos hoy es Cottonwood, en el estado de Idaho, en EEUU. Solo hay que echar un vistazo a la foto para sorprenderse con la puesta en escena de la propuesta turística.

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Una peculiaridad del alojamiento es que los dos grandes perros que lo forman han sido realizados por los dueños del hotel, Dennis Sullivan y Frances Conklin, que trabajan con su motosierra este tipo de construcciones, además de otras pequeñas, que se pueden ver en un taller adyacente a las habitaciones. Además, para muchos es un lugar que evoca, con nostalgia, el pasado de los viajes. La construcción se adscribe a la popular arquitectura de carretera en EEUU y éste era el lugar donde los primeros viajeros paraban a comprar gasolina o pasar la noche. Hace tiempo os mostramos un road trip por EEUU, sería ideal hacer parada en un lugar como éste…

El hotel, cuya noche cuesta 92 dólares para una habitación doble, ofrece un suculento desayuno compuesto de tés, cafés, zumos, frutas frescas, cereales en caja, leche, yogures, quesos, huevos duros, rosquillas y pastas caseras. Además, este hotel raro y económico, tiene un montón de atractivos como libros, juegos, rompecabezas, así como lugar para hacer café y otros entretenimientos. Eso sí, también el ocio es especial, puesto que no hay televisión o teléfono.

por Irene

Periodista desde 2008. Inquieta y curiosa de toda la vida. Abierta a todos los planes; ¡no hay destino que no merezca la pena!

Un comentario en «Hoteles raros: Dog Bark Park Inn»

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