Creo que pocas ciudades como Nueva York suponen un objetivo para tantos viajeros de forma unánime. Incluso a los que tampoco teníamos especiales ganas de ir, nos acaba encantando. Es una ciudad que por una u otra razón te va a gustar. Y sobre todo, que no te va a dejar indiferente. Hoy te voy a dar algunos consejos para viajar a la ciudad en noviembre, mes en el que tuve la suerte de ir a Nueva York por una semana. ¡Te animo a hacerlo tú también!
Te adelanto ya que es una buena idea y que aunque ya hace frío, entre andar sus larguísimas avenidas y disfrutar también de sus planes en interior, hará con todo lo que tiene Nueva York, que sea una genial experiencia.
El frío puede no ser tan terrible
Está claro que no será lo mismo al principio del mes, cuando yo viaje, que cuando se acerca diciembre, mes en el que las temperaturas pueden bajar de los cero grados. Pero con un poco de suerte, el frío de noviembre os dará algo de cancha en Nueva York. Y sobre todo podréis escapar de algo que yo considero peor que frío y en todo caso un mal aliado para un viaje: la lluvia. Yo cuando fui no pasé demasiado y recorrí gran parte de la ciudad andando. Si hay algo que no debes dejar de hacer es eso: pasear por sus calles para empaparte de la intensa vida que se da en esta megaciudad.
Nueva York con frío tiene su encanto
Aunque es un poco pronto para los mercadillos de Navidad –si bien en noviembre ya comienzan los de Bryant Park y el mercado en Grand Central- la época invernal tiene un gran encanto en Nueva York. La cercanía de la Navidad hace que nos imaginemos la ciudad como en las películas que retratan esa época y que pateemos incansablemente para después buscar refugio en algún bar chulo o en un restaurante para cenar
¿Qué tal un plan típicamente invernal como patinar sobre hielo en la city? La verdad es que yo no lo probé pero ver a la gente ya es todo un clásico.
¡Abrígate!
Yo soy de pensar que con un abrigo será suficiente para viajar a un destino de frío, pero luego me he encontrado tiritando porque la lluvia se me ha metido en el cuerpo. Por eso, cuando viajo en invierno siempre llevo: un polar para calentar rápido, una camiseta térmica para no dejar entrar al frío, un buen abrigo y una bufanda o similar para proteger mi garganta, de la que padezco bastante. Con esto, en noviembre será suficiente, ya que para el mes siguiente aún bajan mucho más las temperaturas.
Evita los días del maratón de la ciudad; es el noviembre
Yo fui en noviembre porque acompañaba a mis padres y él corría el Maratón de Nueva York. No obstante, si no lo vas a correr y no te hace ilusión ver a los miles de corredores por sus calles, lo mejor es que evites sus fechas, puesto que los precios se encarecen. En 2017, el Maratón de Nueva York tendrá lugar el 5 de octubre.
De cafetería en cafetería
Nueva York es una ciudad a la que volvería hoy mismo, a pesar de haber estado una semana y es porque me quedé con ganas de vivir aún más su día a día. De vivir su rutina. Y esta la asocio, quizás por culpa de haber visto tanta ficción estadounidense, a un café caliente, en un local moderno, con gente variopinta alrededor y perdiendo el tiempo hasta que llegue el siguiente compromiso. Volvería a conocer los miles de establecimientos de Nueva York que tanto llamaron mi atención y que la hacen la ciudad de las ciudades.Volvería para ello a NoLiTa (North of Little Italy), a Meatpacking District y al East Village, sobre todo a este último. Tardaría en cansarme de pasear por este barrio. Iría a caminar y resguardarme en un café cuando el tiempo se pusiera tonto. Tiene pinta de ser un plan ideal y de haber pocas urbes como NY para hacerlo.
Ir a uno de sus museos
Sin duda otro plan invernal por excelencia –también no obstante cuando hace calor, aunque en menor medida- es visitar alguno de los principales museos de Nueva York, que no son pocos. Mis opciones finales era el The Metropolitan Museum of Art (o simplemente MET), el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) o el Museo de Ciencias Naturales de Nueva York. Mi elección, al ser un viaje familiar, fue la del último de estos museos, que si bien es muy completo y me recordó también a las películas y series donde sale, me dejó un poco fría porque no es mi temática favorita.
Así que tendré que volver, sobre todo porque mi decisión, si hubiera sido propia, hubiera sido ir a ver el cuadro de ‘La noche estrellada’ de Van Gogh al MoMA. ¡Ya tengo excusa para volver!
¡Planes culturales en la ciudad que nunca duerme!
Aunque no pueden faltar los planes en los que descubramos lugares exteriores como el Word Trade Center, el parque High Line, Little Italy, Chinatown, el Puente de Brooklyn, Central Park o el East Village, en Nueva York hay cientos de planes “de interior” que merecen mucho la pena. Tanto que debemos quizás quitar alguna visita a una zona de la ciudad para llegar antes a casa y disfrutar de un plan de este tipo. Yo cuando fui no lo planifiqué y cuando llegábamos al hotel, estábamos tan cansados que no podíamos ni movernos. Así que tengo que volver también para ver un partido de la NBA, disfrutar de una obra de teatro en Broadway o ver un concierto de jazz en una sala mítica de la ciudad.
Incluso me gustaría ir al cine en Nueva York, una actividad tan simple y a la vez tan sensacional para un cinéfilo que aún no me explico como no caí. ¡Nueva York es una ciudad tan cultural que es el paraíso para quién quiere espectáculo!
¡No olvides entrar en regla!
Este es un consejo para cualquier época del año, pero muy importante porque si no lo sigues, no podrás entrar en el país. Para entrar en EE.UU. necesitas una autorización de viaje emitida por el departamento de seguridad –no es exactamente un visado- que recibe el nombre de ESTA. Es sencillo tramitarlo online y abonar una pequeña cantidad. Una vez que lo tengas, podrás utilizar durante dos años a partir de la fecha de la autorización. Si viajas por segunda vez y tienes dudas, debes comprobar el estado de Autorización del ESTA y así tener la garantía de poder entrar en el país. Se realiza a través de un sencillo formulario en el que pones en contacto con el personal de este trámite.
Con estos consejillos y muchas ganas, seguro que sale todo perfecto en vuestro viaje a Nueva York. ¡Es una pedazo de ciudad!