Este año se ha compuesto para mí de varios viajes de entre 4 y 7 días. París, Ámsterdam, Bretaña francesa, San Petersburgo y Nueva York. Son suficientes para comenzar a disfrutar de estas ciudades/zonas; aunque pocos para conocerlas en profundidad. Hoy os voy a contar las cosas que conocí en seis días completos en la que seguramente sea la ciudad del mundo por excelencia; la más vista en películas; una de las más deseadas: Nueva York.
Un lugar que, como ya adelante en el post sobre las primeras impresiones de la ciudad, me sorprendió gratamente. Un destino donde la principal actividad turística es patear sus calles –avenida arriba, avenida abajo; calle hacia un lado; calle hacia otro-, con permiso de observar su maravilloso skyline desde distintos puntos de vista.
No obstante, me gustaría haber dispuesto de más días para hacer más cosas. Se me quedó en el tintero algún museo, como el MOMA, al que me apetecía entrar, o ver las vistas desde Brooklyn de día, pues cuando cruzamos el puente comenzó a llover y otro día que volvimos, era de noche. También tuvimos menos tiempo porque viajamos a esta ciudad con una razón: mi padre iba a correr el maratón de Nueva York. Así que nos dedicamos también a disfrutar de este súper evento y descartamos actividades como ir a una misa de góspel, pues un amigo que vivía allí nos dijo que no merecía la pena.
Día 1: Meatpacking y primeras vistas de la ciudad
El primer día por la mañana, nos acercamos a Meatpacking, un barrio de la ciudad antes degradado y que siempre ha estado relacionado con la producción de carne, y que ahora se están poniendo muy de moda y llenando de tiendas de ropa de diseño y bares cool. Allí visitamos el parque High Line, creado sobre las antiguas vías de tren y con una disposición muy original sobre la ciudad. Al acabar el recorrido fuimos al Chelsea Market, un mercado algo moderno pero muy interesante y al salir, seguimos caminando por este barrio volviendo al corazón de la ciudad -por los barrios de Nolita y Chinatown-. Comimos en el restaurante SEA, en Meatpacking de nuevo, un tailandés buenísimo e inmejorable en cuanto a calidad-precio.
Para la tarde, quedamos con un amigo que vive en Nueva York y nos llevó a un bar situado en el edifico número 230 de la Quinta Avenida, un rincón magnífico para observar por primera vez por primera vez las vistas de Manhattan. Antes paseamos por el corazón de la urbe, viendo por primera vez el edificio Flatiron o Madison Square.
Por la noche nos acercamos por primera vez a Times Square (la plaza más conocida de la urbe, llena de tiendas y anuncios y luces de todos los colores) y disfrutamos de una hamburguesa en la calle.
Día 2: Word Trade Center/ Staten Island/ Puente Brooklyn
En el segundo día, nos acercamos a la zona donde estaban las Torres Gemelas y después de entrar a los memoriales a las víctimas de aquel día fatídico para la ciudad y contemplar los enormes rascacielos de la zona, viendo que estamos bastante al sur, decidimos coger el ferry gratuito que lleva a Staten Island para ver la Estatua de la Libertad.
Al volver caminamos hacia la bolsa y comemos en la plaza del Ayuntamiento, una zona animada donde vemos una actuación de artistas callejeros. El objetivo por la tarde es visitar el puente de Brooklyn, otra parada imprescindible. La pena es que vamos tarde y además de estar ya algo cansados, comienza a llover. Aunque se pueden contemplar las vistas de la ciudad desde el propio puente, las mejores son una vez pasado el mismo; las que se obtienen desde el conocido punto Brooklyn Heights.
Ese día cenamos en “nuestro barrio”, lleno de restaurantes coreanos. Concretamente, en el restaurante Pho 32, que nos gustó mucho.
Día 3: Maratón de Nueva York/ Edificio ONU/ Lincoln Center
Es el día del maratón, así que nos acercamos al edificio de la ONU, que está cerca de la Primera Avenida, por donde pasa la carrera. Además de que parte de la visita cierra los fines de semana, no merece especialmente la pena. Después vamos a ver a los corredores y el espectacular ambiente que hay en la ciudad. También vamos a la zona de la meta y conocemos el Lincoln Center, otra zona comercial de la ciudad, que en mi opinión tampoco merecía un desplazamiento por sí misma.
Por la noche, conocemos un poco mejor la Novena Avenida, repleta de restaurantes súper chulos. No obstante acabamos cenando al lado del hotel, en un restaurante de otro alojamiento.
Día 4: Little Italy/ Chinatown/ Soho/ Nolita/ East Village/ Rockefeller Center
Al siguiente día, toca callejear de nuevo por otros barrios de Manhattan: Little Italy y Chinatown. El primero, aunque ocupa poco espacio, tiene un par de locales chulos y es bastante cuco. El segundo, lleno de puestos callejeros y algo caótico, tiene también su particular encanto. Después recorremos andando el Soho y Nolita, como el primer día, y paramos a comer en ‘Fonda Nolita – Tacombi’, un restaurante mexicano donde preparan la comida ¡en una caravana! Recomendadísmo. Está en la calle Elisabeth, 267.
Para tomar el café paseamos hasta East Village y descubrimos otro barrio bohemio lleno de establecimientos con un toque especial de esos lugares con pasado underground.
La siguiente parada es el Rockefeller Center y su mirador: el Top of de Rock. Aunque llegamos de día hay cola para subir y sacamos el ticket cuando ya ha caído la noche. Vemos unas espectaculares vistas de la ciudad y un abismo de luces.
Día 5: Central Park en Nueva York
Dedicamos este día a recorrer Central Park, cogiendo bicicletas durante tres horas. A la salida comemos y nos vamos a ver el Museo de Historia Natural (conocido por sus enormes reproducciones de dinosaurios o animales de distintas partes del globo), un recorrido por el mundo desde el punto de vista humano y animal interesante, pero del que yo quizás hubiera prescindido. Esa noche cenamos cerca del hotel, de nuevo, en el restaurante O’Reillys.
Día 6: Harlem/ Compras/ Williamsburg
Este día, bien de mañana nos acercamos a la zona de ‘El barrio’, en Harlem. Intentamos visitar un par de lugares que llevábamos apuntados, pero ante la dificultad de encontrarlos, nos dedicamos tan solo a ver el ambiente. Mejor de lo que pudiera parecer. Pronto nos damos cuenta que tampoco hay demasiado que ver y partimos de nuevo al corazón de Manhattan para hacer compras y disfrutar por última vez de lo mejor de la ciudad: su ambiente.
Por la tarde/noche quedamos de nuevo con el amigo que tenemos viviendo en la ciudad y nos lleva en coche a ver una zona de Queens llena de graffitis, impresionante hasta de noche, el 5 POINTZ; a cenar al barrio de Williamsburg, abarrotado por gente joven (cenamos en el restaurante SEA, un tailandés buenísimo); y a Brooklyn Heights para ver las vistas de Manhattan. Una perfecto broche final para un viaje irrepetible.
Tacombi, 230, The Sea… Me encantan esos sitios. La verdad es que has visto mucho en una semana. En NY hay tanto q ver, que aunque te pases allí un año, siempre te da la impresión de estar perdiéndote cosas. Me gusta mucho tu blog. Si vuelves a NY con más tiempo, échale un ojo al mío, que siempre voy colgando sitios y planes sobre la ciudad. Espero que te guste!
Hola!
La verdad es que tuvimos suerte porque conocíamos a un chico allí que nos recomendó varios lugares! me encantó, espero volver pronto 🙂
Ya había consultado tu blog para ir, después de hablar en otro post que había escrito pero vi tantos lugares que ya no sé dónde leí qué… pero recuerdo un post tuyo sobre el sistema de bicis. Al final solo la cogimos en Central Park porque por la calle a mí me da respeto.
Saludos y seguimos en contacto!
Irene