Madrid es una ciudad grande. Por eso, podemos hablar del rincón favorito de otra persona sin miedo a que se repita con la anterior, pues ya hicimos un texto sobre el lugar predilecto de una madrileña. Hoy, Jorge López, nos cuenta cuál es su elección: la plaza de toros de Las Ventas.

Este joven lo tiene claro. «Mi rincón favorito de Madrid es un lugar poco original si tenemos en cuenta que aún hoy, o eso espero, mucha gente lo elegiría como su enclave preferido de la ciudad. Pero original o no, repetido o no, es sin duda el mío», dice.

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Continuamos conociendo los porqués de esta preferencia. «El porqué lo es es al tiempo sencillo y profundamente complejo. Es un lugar donde he experimentado sensaciones y emociones tan especiales como verdaderas, y tan únicas que es allí y solo allí donde se pueden sentir. Es la plaza de toros Monumental de las Ventas. Ese lugar majestuoso cuya sola presencia resulta magnífica. Soberbio reflejo al mismo tiempo de esplendor y sobriedad, de clasicismo y exuberancia. Ese lugar que, enclavado en plena calle Alcalá, rodeado de miles de coches de cien marcas y modelos, admirado y fotografiado por miles de personas de toda clase y color y acosado por los vaivenes de la gran urbe, resiste aún fuerte e impasible, intacto, imperturbable, como ningun otro edificio o monumento de Madrid, el ineludible y marchitante paso del tiempo. Y no me refiero a su perfecta conservación estética y estructural, no. Hablo de que allí, en su interior, no pasan los años».

Vemos que la razón más importante para Jorge es lo que ha supuesto este lugar tanto en su vida como en la de otros muchos madrileños. Explica: «Allí vive una tradición que nunca se marchita. Allí todo es como antes era. Todo se hace igual desde hace mucho, mucho tiempo. No hay coches, no hay semáforos, no hay wifi; solo hay un hombre y un animal, y veintemil almas vibrando. Dentro no hay maldad ni bondad, solo nobleza, solo bravura. Allí todo es como antes era».

Y no solo eso. Para nuestro entrevistado de hoy, Las Ventas es, en sus palabras «un lugar en el que transportarse a otro tiempo». «Fuera, en la calle, el trajín de Madrid, ruido de pitos y tráfico, sirenas de ambulancias….; dentro, el silencio absoluto, roto solo por un bufido, por un mugido, por un grito seco de un espectador que se sobrecoge ante el roce de un pitón con un muslo cubierto de oro. Un lugar en el que uno puede contemplar un espectáculo puro y antiguo, y sentir las mismas sensaciones que sintió su padre, su abuelo, su bisabuelo, en aquella tarde soleada del mes de mayo del año tal o cual. En el coso no hay lugar para modernidades. No hay sitio para cambios. Allí solo viven tradición y pasión».

Los toros, tradición española que atrae a turistas de todo el mundo, es motivo central también de la elección del rincón favorito de Jorge. Así, el joven nos cuenta algo más sobre lo que supone para él este arte. «Dos machos frente a frente, uno bravo, el otro más. Ambos intentan darse muerte, solo uno sale vivo de la arena. El que va de luces se contagia y se inunda de la nobleza y el valor que transmite la grandiosa bestia a la que planta cara y se crece, se inflama, saca pecho; toma aire mirando al tendido, aire procedente del aliento que boquiabiertos le brindan los aficionados, y así comienza la templada danza. ¿Qué será? Algunos lo llaman magia; otros, Duende. Que placer tan irrisorio, que arte tan fugaz. Solo allí, en la plaza, aun se pueden ver hombres jugarse la vida, arriesgarlo todo, por un efímero momento de gloria. Solo allí. Porque en las Ventas, en ese eterno rinconcito de la capital de España, hoy y siempre, todo es y será como antes era».

Imagen: Flickr

por Irene

Periodista desde 2008. Inquieta y curiosa de toda la vida. Abierta a todos los planes; ¡no hay destino que no merezca la pena!

Un comentario en «Mi rincón favorito de Madrid (II)»
  1. Mira eso d q ambos intentan darse muerte…..por parte del toro me parece logico pues si tanto sabes de toros deberias saber q el torero incita y provoca al toro y el toro q yi sepa no a ido buscando la muerte del torero porque quiera divertirse sino por el instinto de defenderse.
    Por otra parte, como bien has descrito el mundo dentro d una plaza en la que se hace este espectaculo es como una maquina del tiempo, es un retroceso no una evolucion y creo que tnemos hoy en dia los valores morales no son iguales alos del siglo XVII, epoca en la q el desarrollo del mundo del toro es significativo para las corridas de toros actualmente,pues ahora nuestra cultura y educacion en teoria promueve el respeto no solo enntre los humanos sino el respeto a todo ser vivo.sin embargo…en la practica se permite que se haga del maltrato al animal un espectaculo?????poruqe sera una tradicion pero nada es para siempre y esta tradicion no encaja en el pzzle de nuestos tiempos pues encaja en el puzzlre de la historia. Por ultimo… una pregunta al redactor del texto ¿aplaudirias y le gritarias ole que arte a una persona q maltrata a un perro o incluso a un ser humano?lo verias bien t gustaria mirar y llorar de la emocion?porque un toro es un mamifero como tu qe siente dolor y lloraria de por ver esa crueldad abobinable y le gritatia de todo menos ole que arte sabes que se le diria a un maltratafor de animales o qe maltrata a un hombre o mujer hoy en dia? Seria castigado por la sociedad no seria aplaudido x nadie porque es de verguenza que fuera de españa se nos conozca por estar orgullosos de matar a toros.

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