RUTA: PR.AS-217 “Ruta del Horizonte”
CONCEJO: Gozón
ORIENTACIÓN: de E a O
EXTENSIÓN: 6 km
DURACIÓN: 2 horas
PERFIL: asequible, con dos pendientes. Dificultad media
PISO: de tierra y nueva la primera parte, la verdadera senda, así como la zona de Llumeres; el resto, ya por carretera asfaltada, aunque con posibles alternativas verdes.
PANORÁMICA: Apenas se asoma al mar, salvo en las playas, pero hay desvíos posibles hasta los acantilados cercanos. Itinerario muy abierto, sin bosque, cercano a los pueblos. Señalización mejorable en algún cruce.
ACCESO: autovía del Cantábrico, A8/E70, salida Tabaza 404 a Candás y Luanco – AS-118 a Candás y Luanco (hay vías directas a Luanco desde Avilés, AS-238, y desde Gijón, AS-118). Una vez en Luanco, se continúa unos pocos kilómetros por la GO-1 hasta Bañugues
SALIDA: la Playa de Bañugues, al lado de la carretera local costera GO-1. Amplio arenal semicircular y semiurbano de ciento treinta metros de longitud, con cámping y aparcamiento
LLEGADA: Cabo Peñas, con faro, centro de interpretación y preciosa panorámica costera.
RECORRIDO: Salimos de la Playa de Bañugues, siguiendo la carretera hacia el oeste. Al pie de esta, junto al pequeño núcleo de casas a poco más de un centenar de metros del enorme arenal, hay un pequeño embarcadero rocoso que funciona con la marea alta. Aquí, junto a las pequeñas barcas varadas, empieza la verdadera senda, señalada por el puentecito de madera y el letrero informativo de rigor. Es un camino natural de tierra, entre praderas y campos de labor, con el pueblo a la izquierda y el acantilado a la derecha, ambos a cierta distancia del caminante.
Llano al principio, el recorrido, que bordea de lejos el pueblo para volver a él, se hace bastante pendiente hasta el primer cruce. La vista desde arriba es preciosa, abarca todo el perfil costero, incluida la playa. Estamos en El Monte, a la salida de Bañugues, donde retomamos la carretera y la seguimos hasta dejar atrás definitivamente el pueblo y alcanzar el Área Recreativa de Llumeres.
Dejando la carretera, bajamos en fortísima pendiente hasta la playa-puerto de Llumeres, un pedrero de aguas profundas que aún conserva el tono rojizo de la antigua mina de hierro abierta en el acantilado y abandonada hace mucho tiempo, sus restos en estado más que ruinoso.
Retrocedemos unos metros para retomar la senda, de gravilla dura y medio cementada, adecuada para fijar bien la pisada, que buena falta hace porque el recorrido se empina y las pulsaciones suben más que en todo el trayecto. Arriba, además de una hermosa panorámica si volvemos la vista atrás, nos encontramos con el dilema final: o seguimos por la derecha, bajando hacia el acantilado por senderos no siempre señalizados y tramos difíciles de transitar, o subimos hacia el asfalto, cruzando los pueblos ganaderos de Viodo y Ferrero, para enlazar con la carretera costera que viene de Avilés.
En ambos casos, culminaríamos nuestro recorrido en pleno Cabo Peñas, guiados desde muy lejos por su Faro y su Centro de Interpretación. Es el mayor resalte geográfico de la costa asturiana, su punto más septentrional, incomparable mirador marino de rocas, olas, gaviotas y horizontes, con la Isla Erbosa enfrente, al alcance de la mano.
VISITAS OPCIONALES: Además de las señaladas en la ruta 3 (Luanco, Candás-Perlora y Avilés), es imprescindible aquí una parada detenida en el Cabo Peñas: faro, centro de interpretación, paseo peatonal verde, acantilados, paisaje y panorámica costera, gastronomía local.