*NOTA: Esta es la segunda parte del artículo Cádiz (I): Tradiciones, actividades y gastronomía, que describió ya alguna de las actividades que se pueden hacer en la provincia de Cádiz.
En este segundo post sobre los encantos de una tierra llena de pasado y alegría, conoceremos más reclamos que hacen que no queramos irnos de la ciudad… o volver rápidamente para que no se nos olvide lo bien que se vive aquí, se come o lo interesante que resulta en todos los sentidos. Entre ellas, conocer una escuela de doma de caballos, distintas formas de comer churros o conocer otros pueblos como Vejer de la Frontera o Conil.
Tradiciones: El arte ecuestre
Hablar de Cádiz también es hablar de arte ecuestre. En Jerez de la Frontera se encuentra una de las escuelas más importantes de caballo español a nivel mundial: Real Escuela Andaluza Del Arte Ecuestre. Tan solo seis alumnos son los afortunados de entrar en ella cada año, por lo que una visita a sus instalaciones nos hace repasar una actividad que viene de largo pero también disfrutar viendo en directo la doma tradicional de uno de los animales más bonitos que existen: el caballo.
¡Al rico chocolate!
También tuve la oportunidad de probar el chocolate de un local moderno pero lleno de encanto como es Pancracio, que tienen las máquinas en la calle al más puro estilo parisino. ¡Qué delicia! Su vocación vanguardista no se deja notar solo en su decoración sino que ofrece productos que resultan totalmente irresistibles: El vodka al chocolate, las “crufas” (trufas crujientes) o las sardinas al chocolate son algunos ejemplos.
Más información: Pancracio
Chocolate con churros, ¿qué mejor forma de empezar el día?
Pero si tu estilo es más callejero, siempre podrás disfrutar de un chocolate con churros en los bares aledaños a la Plaza de las Flores, donde hay puestos al aire libre y basan su éxito en el producto de toda la vida, sin más truco que el sabor auténtico de unos buenos churros. El puesto por excelencia es La Guapa.
¿Qué mejor forma de empezar el día?
Pueblos blancos en Cádiz: Vejer de la Frontera
También tuve la suerte de poder conocer uno de los pueblos blancos de Andalucía, conjunto de villas con la característica tan vistosa de tener todas sus fachadas pintadas de blanco, además de mantener la estructura de su pasado árabe y situarse en la sierra. Vejer de la Frontera es una delicia, pues mantiene esa estructura tradicional de calles sinuosas pero a la vez muy cuidadas donde cada esquina esconde una sorpresa. El día soleado acompañó a la perfección, pues la gran cantidad de luz se colaba por cada rincón; por cada cuesta; por cada plaza o terraza. Tras dar un paseo por el pueblo, acabamos tomando un te en el Hotel El Califa.
Tradiciones Conil de la Frontera
Conil de la Frontera es un pueblo muy conocido por sus playas y su marcha en época veraniega, pero también hay que destacar que tiene visitas que culturales interesantes que nos acercarán un poco más a las tradiciones de esta tierra. Se pueden visitar las instalaciones de La Chanca, que además de una biblioteca y otros espacios educativos, cuenta con una zona dedicada a contar la milenaria práctica de la pesca del atún en almadraba. Esta consta de una serie de redes fijas que se interponen en el paso natural de los peces. Además de reproducciones en miniatura, el viajero puede disfrutar de cantidad de fotos de los pescadores de antaño.
Además en Conil de la Frontera, está el Museo de las Raíces Conileñas, de entrada gratuita y que dice que conocerlo es para el viajero «un derecho y no un privilegio». Me ganaron con esta frase. Dentro podemos ver piezas de las poblaciones antiguas, utensilios o botijos, pero me llamó especialmente la vestimenta de las «cobijadas» típicas de la zona de Vejer, que es un traje típico, heredado de la época musulmana y que solo deja al descubierto el ojo de la mujer.
Cádiz por la boca
Otro de los puntos fuertes sin duda de esta tierra es la gastronomía. Además de los sencillos platos tradicionales, como las papas aliñás o los huevos de fraile (una especie de pasta hecha con garbanzos y harina) –los segundos no suelen servirlos en los bares, sino que son más propios de la gente local en su vida común-, se puede degustar el conocido “pescaito frito”, con variedad de chipirones, calamares o cazón. Para probar este último, fui a la Freiduría Las Flores, en la plaza homónima. No obstante, en la ciudad de Cádiz también hay propuestas como La Quilla, donde se mezclan estilos para dar una experiencia completa.
Torre Tavira, mirador por excelencia
El origen de las torres-miradores en Cádiz responde a un motivo comercial. Fueron construidas en las casas de comerciantes para avistar las mercancías que llegaban por mar e incluso se negociaba por ellas antes de que llegaran a puerto. Hoy tan solo una está abierta al público y esta es la Torre Tavira. Además, en esta torre hay una cámara oscura, que es un fenómeno óptico por el cual, se puede ver la ciudad en una pantalla gracias a una lente situada en la parte superior de la sala. Es pionera en España y ha sido ejemplo para otras construidas posteriormente en Andalucía.
Para finalizar la visita, se puede visitar la terraza, en la parte superior de la torre, que nos da una panorámica inigualable de esta ciudad. Por ello, no dudamos en calificar a la Torre Tavira como el mirador por excelencia de la ciudad de Cádiz. La entrada vale 5 euros, pero merece la pena.
Más información: Torre Tavira
Cádiz y su Historia
No solo porque Cádiz capital presuma de ser la ciudad más antigua de Occidente, sino por la cantidad de culturas y pueblos que han pasado por su territorio, esta provincia es muy interesante desde el punto de vista histórico. Recientemente se ha abierto al público el yacimiento fenicio de Gadir en Cádiz, en la parte baja del Teatro de Títeres, donde se puede observar los hallazgos de esta civilización milenaria.