Una de las cosas que llevo tiempo queriendo tratar en mi sección de reflexiones viajeras es las ganas de viajar cuando no se viaja. Las negociaciones con la gente para lograr compañía para el próximo viaje, los deseos reprimidos, el decir una y otra vez “ahí tengo muchas ganas de ir”, el “ya llegará”. Vivimos convencidos de que es mejor arriesgar y arrepentirnos de lo que hemos hecho que de lo que no hemos hecho, pero aún así sabemos que hay muchas cosas que nos gustaría hacer y no podemos. Porque también hay limitaciones, aunque deberíamos intentar acabar con ellas. Hoy os comentaré diez pruebas claras de que necesitas viajar YA. Si duran demasiado, háztelo mirar 🙂
No dejas de verbalizar eso de “ahí tengo muchas ganas de viajar”
Estambul, Polonia, Málaga, Galicia, China, Vietnam, India… la lista es interminable. Cada día son muchos más los nombres que apuntas que los que quitas; que a los que viajas. Sueñas viajes a diario; conoces un poco más aquello que todavía no conoces. Incluso te das cuenta que tienes que volver a lugares donde ya estuviste, para hacer cosas nuevas, para disfrutarlo de otra manera o para recordar. No hay límite.
Ya no buscas compañía para tu viaje: te has lanzado a viajar solo
Los principales obstáculos de viajar son el tiempo y el dinero. Por una de esas dos razones, mucha gente limita sus viajes. Y eso genera frustración. Pero hay otros detalles menores, como encontrar compañía, que también pueden generar inconvenientes. Pero al contrario del tiempo y el dinero, que no se pueden pintar, viajar solo es la solución al problema de la compañía y una opción que nos hace casi siempre encender nuestros cinco sentidos para que un viaje sea muy especial.
Tus amigos ya te han pedido que dejes hablar de viajes
En Facebook, cuando te vas de cañas o en sueños. La cuestión es hablar de viajar. La palabra viajes se ha convertido en casi una muletilla; algo en lo que piensas tanto que verbalizas casi de una forma automática. Y claro, no todo el mundo comparte tu pasión. Así que algún capote te ha caído. Y aún así, te da igual.
Pensar en el próximo viaje te quita el sueño
Esa es una fase avanzada del deseo reprimido de viajar, pero llega. No puedes descansar. Hasta por la noche te da por imaginar lo feliz que serías lejos de esa cama en la que paces. Y claro, así no hay manera de dormir.
Viajar se ha convertido en una prioridad absoluta
Ya no te compras ropa, ni despilfarras el dinero en cenas y comidas; te has vuelto responsable, pero lo haces porque tienes un objetivo: viajar. Es tu prioridad, por encima de cualquier otra cosa, y nada impedirá que antes o después la lleves a cabo. Casi incluso te importa más que tu propio trabajo. Más que otras cosas que antes estaban por encima de todo. Es algo parecido a una espiral.
Estás triste/melancólico con tu último viaje
Lo peor de todo es que lleguemos al punto de estar tristes y frustrados por no viajar. Que soñemos con el destino que está por venir o estemos nostálgicos de todos los que hayamos realizado antes. Aquí puede generarse un problema. Y la verdad, cada uno puede querer afrontarlo a su manera, pero que tenga claro algo: la única solución es viajar.
Necesitas unas vacaciones
Malas contestaciones, pocas energías, bajones habituales o bajo rendimiento en tu trabajo son algunos de los síntomas de que necesitas unas vacaciones. ¿Por qué no hacerlo?
Ya no lees apenas nada que no sea sobre viajes
Qué recuerdos de aquellos días en los que leía el periódico como si fuera lo más interesante del mundo o en que la única información que recibía sobre viajes provenía de una guía en papel. Desde que existen los blogs de viajes, ellos son lo que leo. Contenidos de mucha calidad, inspiración sobre destinos, cosas divertidas… hay variedad absoluta en lo que te puedes encontrar. ¡Y hay muchos! Pueblan mi muro de Facebook, conozco sus vidas antes incluso de conocerlos en persona y a veces me gustaría matarlos por la envidia que me generan, ¡pero estoy completamente enganchada a ellos!
Pierdes demasiado tiempo en idear viajes que quizás no llegarán
Mirar vuelos, conexiones, precios sobre viajes y posibles rutas que hacer. Los buscadores online ocupan mucho de tu tiempo y no sabes si alegrarte por el empujón que te están dando a lanzarte a viajar o por la tristeza de creer que no van a hacerse realidad. La cuestión es enredar…
Has pensando en vivir viajando
Existe una solución a todas las frustraciones que genera el pensar en viajar cuando no se viaja: vivir viajando. Quizás extrema para gente que por una causa importante no pueda o para quién se vea en las antípodas de esta forma de vida. Pero ¡ay de ti como no estés en uno de estos casos! Cada día lo verás como algo más factible. Y quizás algún día, incluso llegue el momento de hacerlo. Eso solo dependerá de ti y te aseguro que no quiero ponerme en plan autoayuda 🙂
¡Genial post! Me pasan todas las cosas que enumeras…. Ja ja ja hace mucho que dejé de comprarme ropa o zapatos nuevos (luego voy con esas pintas, pero me da igual…) Mis amigos suelen empezar la conversación cuando nos encontramos con un «bueno, ¿y a dónde te vas ahora?
Ay, amiga, qué enfermas estamos 😉 se llama fiebre viajera y la única locura a esta cura, ¡seguir viajando!
Yo ya tengo perspectiva de aquí a verano de cuatro escapadas y un viaje largo, y algo más caerá porque no dejo de buscar cual tal obsesa. No te digo más…
Besotes de la cosmopolilla
Ay Patri,
qué le vamos a hacer… es una enfermedad incurable. El remedio, como dices, los viajes. Aunque yo estoy ahí a ver cómo encajo los días para sacar viajes chulos.
Gracias por el comentario.
¡Un besazo!
Oh dios mio, sal de mi cabeza!!!! jajajaj
Pues no has podido acertar mas en TODO (exceptuando el punto de viajar sola… ya sabes de mis cosas con viajar sola) muy buena entrada que me hace pensar que no soy la unica loca del mundo que solo piensa, busca y habla de viajes todo el rato 🙂
Tendremos que remediar el problema Viajando mas!!! 😀
¡Un abrazote!
jeje Bueno, parece que hay mucha gente en mí misma situación. Ya estoy tranquila 😛
El problema es que muchas veces, como siempre insisto, estamos limitados… así es la vida, pero bueno, llega una época bastante viajera.
A por el verano 🙂
Saludos,
Irene
Ay cuanta razón, creía q era la única
jaja, Laly. Parece que no 😉 ¡Al menos no estamos solas!
Ya estamos pensando el próximo viaje y en el próximo del próximo…. y así hasta el infinito…estamos enfermos 😉
Bueno, es una enfermedad buena, así que a disfrutar 🙂
Un abrazo,
Irene