Es la palabra de moda; esa que de muchos habla, pero a nadie representa. Lo más guay, inn, cool, o sea. Seguro que te suena. El postureo transforma todo lo que toca y nos convierte en un instante en expertos de economía, cine, cultura, tecnología, barbas, camisas de cuadros, labios rojos o bares con encanto. La cuestión es fardar. Y como no, viajar también mola. Mola mucho. “Mola todo”. Así que nadie se escapa: pies en la playa, fotos en Facebook, tres estados en una semana cuando habitualmente haces uno cada tres días, una foto de tu sombra, una reflexión de un personaje célebre y esas cosas. Se llama postureo viajero.

La playa, la reina

El postureo máximo queda muy bien en la playa. El un lugar relajado, perfecto para contar a todos tus amigos de Facebook que llevas un año muy duro de trabajo y necesitabas desconectar. Los pies con el mar al fondo o tu espalda descubierta mirando al horizonte molan, pero una panorámica reflejada en tus gafas ya lo peta.

atardecer 

Un viaje iniciático

El viaje iniciático es el rey del postureo viajero. Como ya te advertimos cuando hablamos de qué era un viajero indie sigue estas reglas y molarás mazo: prepara la mochila, ve cuanto más lejos mejor, adéntrate de lleno en la cultura local y guarda unas cuantas anécdotas para contar. Harán cola para escucharte.

Contarlo todito en Facebook

Dicen por ahí que estudios recientes advierten que puedes hacer cosas sin contarlas en Facebook (o fotografiarlas para Instagram). Pero yo lo dudo. Tienes una imagen que cuidar, relaciones que mantener y un poquito más por molar. ¿Cómo vas a pasar por la Torre Eiffel o el Coliseo de Roma y no hacerte una foto para subir a la red social de moda? Apunta estas reglas también para molar más: retoca la foto con un buen filtro vintage, busca un texto ingenioso, cuida tu ortografía (Google siempre puede ayudar), pon muchas exclamaciones para demostrar que eres muy feliz y sobre todo que quieres dar mucha envidia, pon hashtags de diverso tipo y en varios idiomas porque por supuesto dominas el inglés e incluye alguna palabra molona, a lo #Málaga #beach #playa #love #vacances #vacaciones #EstoEsVida #holidays #relax.

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Puedes incluir la palabra #postureo pues es muy guay también reírse de uno mismo. Además, el postureo es como el mundo hipster: todo el mundo se mete con quien lo practica y nadie se reconoce como tal. Los hipsters y el postureo son los padres.

Usar expresiones molonas

Lo mejor de esta época, en la que viajamos poco pero lo decimos alto y muy fuerte, es que tenemos los viajes en la cabeza todo el rato porque nuestros amigos de Facebook no paran de subir fotos y comentarios sobre sus vacaciones. Seguramente este sea la época en la que la gente más se queja por trabajar mucho y tener pocas vacaciones. Por fin nos sentimos comprendidos; algo bueno tenía que tener.

viajes

Eso sí, la originalidad se ha quedado por el camino, así que te copiamos unas cuantas expresiones fetiche para esta, la época del postureo viajero:

  • Oficialmente de vacaciones
  • Próxima parada: Berlín (válido para cualquier destino)
  • Cerrado por vacaciones
  • ¡Por fin de vacaciones! ¡Merecidas!
  • ¡Qué mal se está en la playa!

También es súper molón tratar a una ciudad como es popularmente conocida. Así, París es “la ciudad del amor” y Nueva York “la ciudad que nunca duerme”. ¿Me entiendes?

Llevar una mochila no te hace mochilero

Mochilero. Solo con decirlo ya se te llena la boca. Cómo mola recorrer el mundo mochila al hombro. Sobre todo porque es cómoda, apenas llevas nada en ella y todo es prescindible. Pero de verdad. ¿Serás capaz de dejar tu iPad, todo tu maquillaje o el último modelito que te has comprado en casa? Prueba, a ver.

Nota: Esto es un artículo de humor. Cualquier parecido con la realidad es pura ficción. O no…

por Irene

Periodista desde 2008. Inquieta y curiosa de toda la vida. Abierta a todos los planes; ¡no hay destino que no merezca la pena!

5 comentario en “El postureo máximo, también en los viajes”
  1. JAjajajaja Verdad verdadera!!! De todos modos te voy a decir una cosa, a mi me encanta que la gente que se va de viaje lo cuelgue en facebook y por todo, aunque me muera de envidia, es más, creo q ahí está la gracia, disfruto de ver las fotos de mis amigos o conocidos en sitios espectaculares, y así vivir un poquito su felicidad, fotos que si no fuera por las redes sociales seguramente no vería.

    Muy chulo el post!

  2. Gracias por el comentario!

    Es un artículo de humor y como tal, en ciertos casos exagero un pelín, pero también es verdad que a veces vivimos demasiado obsesionados por contarlo todo; yo la primera.

    Aunque no lo parezca, a mí también me gustan las redes sociales para compartir los viajes y experiencias. Por supuesto lo he hecho muchas veces en mi muro, aunque en otras ocasiones me he dicho que ya vale, que me estoy pasando…

    En fin, ese punto medio que a veces es tan difícil encontrar 🙂

    Un abrazo!

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