Ibiza es un destino controvertido, diría yo, en tanto en cuanto es conocido por la impronta hippie recibida de los años 60, pero también se ha convertido en bandera de un tipo de vida muy diferente: la fiesta noctura, las macrofiestas y macrodiscotecas, la música electrónica.
Aunque mundos opuestos y no coincidentes en el tiempo, estas dos corrientes han sido fuertes atractivos de la isla y han atraído jóvenes de todo el mundo. Pero si bien el movimiento hippie fue desapareciendo ya entrados los años 70, la segunda alternativa se ha hecho con la fama. No obstante: ¿Es Ibiza aún algo hippie? La respuesta es que sí. Poco, pero algo sí. Hippie entendida en un sentido moderno, quizás no tan auténtico como el de antaño. Veamos por qué y adentrémonos en lo que hoy se podría llamar «la otra Ibiza», la «Ibiza diferente» o la «Ibiza alternativa«.
La foto que inicia el artículo fue tomada este verano, en pleno año 2012. Se trata de una caravana decorada al estilo hippie y que pertenecía a una familia que por el aspecto que lucía seguía este tipo de vida. Un chaval con largas rastas estaba por allí cuando tomé la imagen, lo que me ha hecho suponer que aún quedan reductos de este movimiento en la isla.
Además, este mismo verano, en una cala, vimos también a una pareja, de aspecto similar, haciendo nudismo en la playa. ¿Demasiadas coincidencias? Algunos pensarán: bueno, esa forma de vida también existe en las ciudades. Sí, pero estos ejemplos me hacen pensar que en Ibiza responde a su pasado y las geniales características de este lugar para poder llevar a cabo una vida fuera de las reglas establecidas.
Claro está que no es el movimiento original, que vivía con poco y muchas veces se establecía en comunas, pero este tipo de personas marcan también una diferencia. Viven con menos, tienen valores muy diferentes a los más convencionales… para entendernos, seguramente vivan sin televisión, teléfono móvil, trabajo estable…
Lugares hippies en la Ibiza actual
Una parada imprescindible si buscamos retazos hippies en la isla es Sa Pedrera (o Atlantis), una zona formada por rocas contorneadas por la acción del hombre para formar la muralla de Ibiza capital allá por el siglo XVI. En las rocas se pueden ver mensajes relacionados con el movimiento hippie: budas de colores, figuras geométricas, mensajes de paz. También en Punta Galera hay referencias. En estos dos rincones nos podremos dar además un baño.
Tampoco es coincidencia la gran cantidad de mercadillos que proliferan en la ciudad y que están plagados de artesanía, arte, todo ripo de artilugios, ropa… y como no podía ser de otra manera en este tipo de ambientes, si vamos podremos presenciar seguramente una actuación musical callejera y vivir una Ibiza auténtica y libre. Entre los mercadillos más conocidos se encuentran Las Dalias, el mercadillo de Es Canar o el de San Jordi.
Por último destacaré que la impronta hippie parece estar unida a Ibiza si pensamos en nuestro viaje a la isla. Aunque como señalamos al principio Ibiza es conocida por la marcha en muchos rincones, cuando estamos en ella se hace muy, muy fácil respirar el silencio y sentir la paz. Sin construcción masificada (contadísimas excepciones hay), nos encontraremos muchas zonas aisladas, con una naturaleza maravillosa y pararemos el tiempo. Ibiza tiene un ritmo diferente.