La joya de la corona en Tenerife. Un orgullo para sus lugareños y una asombrante brújula para los viajeros. Con sus 3.718 metros sobre el nivel del mar, es el pico más alto de España y el tercer mayor volcán de la Tierra desde su base en el lecho oceánico. Ahí es nada. Con esos datos en la mano, no se hace raro que se divise desde el avión cuando se entra por el norte, entre los verdes prados con las casas dispuestas sobre la ladera, y que también se pueda atisbar desde el sur. El Teide es el Dios omnipresente de la isla, digamos; el alma del territorio. Una excursión imprescindible que te llevará una mañana, que te hará hacer cola en una isla (no pega nada) y por la que tendrás que pagar 26 euros, pero que aún así merecerá la pena. Porque a mí parecer la zona tiene mucho encanto y sin conocerla, faltará algo en una visita a Tenerife.
Pero también hay que ir informado: el acceso solo permite hacer dos pequeñas rutas, una de las cuales te llevará a Pico Viejo, otro volcán, pero si quieres visitar el cráter necesitarás un permiso especial que deberás pedir con bastante antelación (yo no lo logré). Sin duda, la experiencia más auténtica sería una segunda opción de visita: una ruta a pie, durmiendo en un refugio que habrá que abandonar antes de las 7.30 y que te permitirá visitar el cráter sin el permiso requerido para el resto de viajeros. Eso sí, claro, reservar el refugio requiere aún más antelación. El tema implica, como vemos, bastante planificación. Ya se sabe: a quién algo quiere… 🙂
A continuación, voy a daros información de la ruta básica; es decir, la que supone una visita al Teide subiendo en funicular y que fue la que yo hice. En otro caso, podéis consultar la página del Teleférico del Teide, que lo detalla todo muy bien.
Cómo llegar al Teide
El Teide es también a nivel de carreteras una referencia en la isla. Por ello, hay varios accesos y dependiendo de donde estés alojado en Tenerife y de si prefieres ir por el camino corto y monótono o el largo y más auténtico, el camino será uno u otro. De todas formas, si te da igual la forma de llegar, no te preocupes, pues estará bien indicado en casi todos los puntos de la isla. Por supuesto, estoy hablando de llegar en coche, ya que este será casi imprescindible para moverse con comodidad por estos lares. Si quieres detalles de cómo alquilar un vehículo en la isla, puedes consultar nuestro post sobre datos prácticos para una visita a Tenerife.
Nosotras nos alojábamos en el sur, en la zona de Los Cristianos, y nos dijeron una ruta para llegar algo más lentas pero viendo en todo momento un paisaje espectacular. Como mi objetivo es siempre poder ver las cosas en la versión más auténtica posible, no dudé en hacerles caso. A la altura de El Médano, comenzamos a subir, por varios pueblos de sierra, por carreteras serpenteantes con paisajes de impresión, bosques infinitos y en ocasiones, vistas al mar. Súper recomendable.
Os daré las indicaciones a letra y luego en el mapa, para que podáis elegir la mejor forma para utilizarlo. Las paradas serían:
1. Los Cristianos (u otra zona del sur) en dirección aeropuerto
2. San Isidro
3. Granadilla
4. Vilaflor
Todas las paradas podéis verlas gráficamente en el siguiente mapa:
Para volver, nosotras queríamos parar en Los Gigantes, que coge de camino para volver al sur por la zona de la Costa de Adeje. Para ello, se debe tomar dirección Los Llanos de Ucanca y pasar por una población que se llama Chío. Merece la pena porque el paisaje es muy diferente; volcánico en un primer momento; abrupto y montañoso después, para ser coronado por los grandes acantilados que dan al mar.
El entorno y visita al Teide
El entorno merece una atención casi tan importante como la subida al Teide, que quizás desmerece un poco por lo cara que resulta. Antes de llegar a la zona del teleférico, se puede parar en el mirador ‘La Catedral‘, donde lo más llamativo son varios roques que se disponen de forma arbitraria en el paisaje. El más conocido sin duda es el Roque Cinchado, muy emblemático por su peculiar forma y por ser muy diferente al resto de ‘Roques de García’ que hay en sus alrededores. Estos eran trozos de piedra que resistieron por diques y pitones que los sostenían a una erupción de un volcán que ocupaba la zona y cuyo derrumbamiento generó la actual Caldera de las Cañadas, paisaje que se observa en el mirador. Como curiosidad, el Roque Cinchado aparecía en los antiguos billetes de 1.000 pesetas junto al Teide.
El paisaje de la Caldera de las Cañadas es también impresionante y las vistas desde este punto, aunque no son en altura, a mí me parecieron de lo mejorcito de la vista. No podía parar de hacer fotos.
La siguiente parada, ya era el funicular. Allí se hace un poco duro porque hay bastante cola, pero luego merece bastante la pena. Ya en la cabina, se puede observar la inmensidad del lugar y comparar las diferentes zonas que rodean al gran pico. Una vez arriba, se pueden elegir dos rutas. A nosotras nos habían recomendado «la de la izquierda», que iría a dar a otro volcán, el Pico Viejo, así que ante la dificultad de entender los paneles, allí fuimos. Ahora que puedo contrastarlo en Internet, esta es la ruta número 12, que ofrece vistas de la zona sur de Tenerife, además del volcán ya mencionado y la configuración de la gran caldera. La otra, dispuesta a la derecha y número 11, se llama la ruta del Mirador de la Fortaleza y en ella, se puede observar «la vertiente más perfecta el cono del Teide». Aseguran que es más difícil por la altitud, que puede hacer que te sientas más fatigado. En este caso, el mirador da a la zona norte, pudiéndose observar desde el Valle de la Orotava hasta el Macizo de Anaga.
El camino es bonito, empedrado pero en la versión natural, y no es difícil. En unos diez minutos, llegamos a puerto, donde hay de nuevo paneles explicativos (que me parece un acierto en la preparación del lugar) y buenas vistas del otro volcán. En los días despejados, se puede ver La Gomera, pero en nuestro caso, solo la intuimos.
Datos prácticos para subir al Teide
Además de las indicaciones anteriores, creo que no está demás hacer hincapié en:
- La ruta es fácil, por lo que todo tipo de personas que se encuentren en un estado físico normal pueden hacerlo.
- El precio de subida en el funicular es de 26 euros para adultos; y 13 para los niños.
- El horario es de 09:00 a 16:00 horas.
- Si quieres acceder al cráter, debes reservar tu plaza en la página de gestión de parques nacionales.
- La última subida es a las 16:00 horas y la última bajada es a las 16:50 horas.
- Es recomendable echarse crema solar e ir hidratado, aunque se aguanta perfectamente sin hacerlo durante la ruta, ya que es bastante corta.
Si quieres más información sobre qué hacer en Tenerife, ¡no pierdas el post que acabo de enlazar!