Gente interesada en el rock alternativo y en películas donde no pasa nada. Libres, modernos, underground. Indies. En el terreno de los viajes, son viajeros que van por su cuenta, alternativos, exploradores, aventureros. Incluso muchos se atreven a afirmar que solo ellos son viajeros. Los demás, simples turistas. Si quieres convertirte, debes emprender un viaje iniciático, ir cuanto más lejos mejor, adentrarte de lleno en la cultura local y guardar unas cuantas anécdotas para contar. Harán cola para escucharte. Estos y otros consejos hoy, en la guía para el viajero independiente.
Elige un destino indie. Lo primero es elegir destino. Como te hemos adelantado, vuela lejos, a un lugar donde no tengas que buscar las anécdotas, sino que sean estas las que te busquen. La India, Kenia, Tailandia, Perú o Australia son lugares ideales, únicos; transformadores. No olvides sacar una instantánea con algún lugareño, quedan muy bien en las fotos.
Autosuficiencia. No te preocupues si llegas a tu destino a las dos de la madrugada, buscas tu hotel y no lo encuentras. Tampoco si además no te entiendes con la gente del lugar. Eres un viajero zen. Antes o después, conseguirás arreglártelas para dormir. Inténtalo dos o tres veces y si fallas, siempre quedarán los taxis. Los hay en todos los países y de todos los tipos y colores. Más o menos honestos. Más o menos seguros. Te darán más o menos vueltas. Te cobrarán más o menos dinero. Pero ahí están.
Prepara la mochila. ¿Mochila o maleta? Esa es la cuestión. Decántate por la primera y afirma orgulloso que eres mochilero/a. Es cuestión de hacer grupo. Da igual que lleves algún kilo de más porque no sepas exactamente qué ropa ponerte. Poco importa que las ruedas de una maleta te ayuden. No la necesitas. Acuérdate de meter un libro y música alternativa, eso te hará más indie todavía. De libro, no incluyas el último de la saga de ‘Crepúsculo’. ¿O es que quieres ser un simple turista? Lleva ‘Crimen y castigo’, de Dostoievski. Así, además, te durará todo el viaje. Que suenen en tu iPod Franz Ferdinand y The Strokes. Y por supuesto, no olvides tu cámara de fotos.
Intégrate en la cultura local. ¿Qué tipo de viajero eres si vas a Tailandia y no te comes una cucaracha crujiente? Hazlo. Y por supuesto: no olvides sacar una foto.
Deja atrás a quién eres y mimetízate con el entorno. Así y solo así podrás ser un verdadero viajero. Compra ropa del lugar e intenta hacer que los locales olviden que eres un turista. Perdona, viajero. ¿O en este caso da igual?
Hazte fotos. Nadie se acordará de ti sino publicas al menos 100 fotos de tus viajes en tu Facebook a lo largo del año. No eres nadie sino tienes una foto sujetando la Torre de Pisa, debajo de la Torre Eiffel o delante del Taj Mahal. Recuerda: eres un viajero indie, vas a sitios baratos, a hoteles de mala muerte y no pagas por entrar a muchos atractivos turísticos. Pero no puede faltarte la última Canon del mercado. Ni un iPhone para subir las fotos a las redes sociales. Eres también un turista indie tech, que se podría decir.
Bravo, bravo, bravo! Con este sí que me he reído!
jeje, ¡esa es la intención!