Siempre hemos idelizado el hombre de nuestros sueños, la casa que más deseamos, el mejor outfit para la noche en que vamos a ‘partirlo’, el trabajo ideal… Pero no hemos dedicado tanto tiempo a elegir en qué queremos invertir nuestro más preciado bien: el tiempo libre. Quizás el trabajo en muchos casos solo nos deje un pequeño margen para soñar, pero tanto en las vacaciones, como en los fines de semana o los puentes podremos poner en práctica todo aquello que deseemos. En mi caso: viajar.
Y en este margen podremos hacer locuras, que son la sal de la vida, también en los viajes. Hoy hablaremos de hacer locuras por viajar.
Pero ¿qué es hacer locuras? ¿Lo loco es bien? Si bien un loco es el que ha perdido la razón, no hablamos del sentido más estricto del término, sino a aquel que se refiere a separarse un poco del camino recto que nos lleva a cumplir siempre las normas, tenerlo todo controlado y hacer lo que se espera de nosotros en todo momento.
Y ahí es donde el terreno desconocido, como en los viajes, no hace divertirnos, arriesgar, poner un poco al límite la vida… Y pocas cosas ofrecen tanta emoción y placer que aventurarse hacer cosas no exploradas anteriormente. Por eso, el significado de loco se ha llevado también a la idea de «que excede en mucho a lo ordinario o presumible». Aunque cada vez es menos así, viajar ha formado parte de este mundo paralelo durante mucho tiempo. Ahora que los costes son más bajos y está al alcance de todos, no tienes excusa. Viaja. Aventúrate. Pruébalo. No como remedio de nada, si no como experiencia; como locura; como otra forma, maravillosa, de disfrutar del día a día.
Esta acepción hace referencia, en definitiva, a la parte buena de la locura, que no es otra cosa que la «locura de vivir«.
Poner en práctica las locuras
De pequeña me llaman la loca de la clase. Creo que era porque siempre encontraba la emoción extrema en mi serie favorita o el jugador de fútbol que más me gustaba o me dirigía a la gente con la máxima entrega porque en todo momento la vida me parecía maravillosa; y también la gente con la que la compartía. Siempre he asociado la locura con las ganas de vivir, aunque supongo que hay otras formas de amar la vida… No obstante, otras formas menos intensas y no tan disfrutonas, de eso no hay duda.
Y hoy venimos a hablar de hacer locuras, aunque sean tan pequeñas que locura parezca una palabra grande. Pequeñas locuras por viajar.
Escaparse un fin de semana
Escapada: dícese de aquel viaje pequeño para escapar de la rutina diaria, muchas veces decidido sobre la marcha o sin esperarlo durante meses.
Es raro quién decide viajar un fin de semana así porque sí. Y esa es nuestra primera pequeña locura por viajar. España es un país enormemente interesante y en un fin de semana podrás conocer lugares que merecen mucho la pena.
Y no solo España. Quién quiere hacer locuras por viajar buscará en los comparadores el vuelo más barato para pasar el fin de semana en Bruselas y decidirá ir a Lisboa de sábado a domingo porque ya la conoce pero la echa de menos.
Busca destino y añade un poco de locura
Piensa y seguro que te atrae más de un lugar que conocer así: pueblos como Albarracín, Aína, Aínsa, Cudillero, Arcos de la Frontera, Ronda, Pedraza, Brihuega, Véjer de la Frontera… Lugares naturales como Las Médulas, Doñana, Los Pirineos o Sierra de Francia. Escapadas a la playa con destinos infinitos. Ciudades o mezclas entre destinos de variado signo.
Hay elementos que añaden locura a una escapada más o menos planificada: decide a última hora, gasta dinero en cenar en un lugar especialmente bonito, levántate pronto y haz un buen paseo matutino, tómate algo por la noche o relájate en un spa. Sea lo que sea, intenta hacer algo que no hayas hecho antes o que has dejado de hacer por una excusa que cuando desbarates no recordarás.
Viajar sola: algo diferente
Uno de los mayores problemas para viajar te lo encontrás a la hora de tener compañía. «Me apetece pero no tengo dinero», «Me parece demasiado viaje» o «tengo que ahorrar» serán alguna de sus razones, legítimas todas ellas que para algo son suyas. No podemos esperar que nuestros actos dependan de otros por varias razones. Una es que ellos son libres de hacer lo que quieren y otra es que sin esperar la respuesta de otros tú también serás más libre.
Libre de hacer lo que quieras; de viajar como te plazca; donde gustes; y exactamente cómo decidas. Por el contrario, sé que viajar sola puede resultar aburrido o dar un poco de miedo. ¡Por eso precisamente es una pequeña locura! Y por eso tendrás que enfrentarte a las pequeñas inseguridades que te plantea.
En el momento además que viajes sola esto se unirá a la locura de ver que cada fin de semana puedes hacer cosas nuevas porque no necesitas a nadie para arrancar. ¡El mundo es tuyo!
Las vacaciones siempre llegan
Aunque a veces nos veamos desesperados por viajar y quizás ya estemos cansados de coger aviones fugazmente, las vacaciones al final llegan antes de lo esperado. Y ahí podremos llevar al límite nuestra pasión. Aprovechar cada segundo, tomar rutinas de viaje que al estar reducidas a las vacaciones nunca serán repetitivas, patear como si no hubiera mañana, hacer mil planes que seguramente nunca cumpliremos porque cuando lo decidimos estamos cargados de energía, pero luego no.
Viajar es una actividad que no se aleja ya de lo rutinario y presumible, pero sigue ofreciendo un contexto único para vivir intensamente. Por eso siempre será mi locura favorita.
La locura se hace grande
El gusanillo viajero es algo que se introduce en ti y jamás se aleja. Para muchas personas, llega a tal punto que dan a su vida un giro de 360 grados y hacen del viaje su vida. Me parece muy valiente tomar esa decisión, aunque para mí no la quiera porque no la deseo tan intensamente. Creo que ellos marcan en cierto modo el camino de los que hacemos locuras por viajar, ya que la suya es una locura de las grandes. Me hacen pensar que lo mejor de viajar es que nunca se acaba. ¡Y encima siempre repites!
He tenido la suerte de conocer muchas de estas historias e incluso a sus protagonistas y os animo a leerlos en blogs como Viajandoporahi, Algoquerecordar o SoloIda.
Espero que os haya gustado este texto y os invito a leer otras reflexiones viajeras que he escrito antes.