Hace tiempo hablamos del encanto de alojarse en una isla privada. Pero nos referimos a destinos lejanos, exóticos, que si de por sí suelen ser caros, al estar lejos, más aún. No obstante, existen islas privadas en España. Muchas son propiedad de personalidades adineradas, pero en ciertos periodos se pueden alquilar y disfrutar de escenarios insólitos… y solo para uno.
Tagomago es la primera, situada en el Mediterráneo, cerca de Ibiza. Se puede arrendar y su precio ronda los 100.000 euros.
Otra, conocida por aquellos que veranean en La Manga por verse desde esta, es la isla del Barón, que pertenece a la mujer de Raphael. Esta es más barata (su precio para una semana está en torno a los 12.00 euros). Cerca hay otra, la isla privada de Perdiguera.
Sa Ferradura, en Mallorca, y la isla de Colom, en la costa nordeste de Menorca, continúan la lista, pero estas no se alquilan. Desde luego, no es corta esta enumeración de islas privadas, que se disfrutan en solitario. Por citar otras: S’ Espalmador, cerca de Formentera, Las islas Sisarga, la de Torralla y las de Acreba, en Galicia y la isla la de Burguillo en Ávila. ¿Te comprarías una?