Me encanta viajar porque me parece una forma ideal de reconectar con las cosas sencillas. En mi reciente viaje a Cazorla salió todo rodado, encontrando de forma fácil la forma de disfrutar de los pequeños placeres. Encontramos unos apartamentos rurales buenos, bonitos y baratos; elegimos una ruta para disfrutar de la naturaleza; visitamos sitios chulos; y ocupamos el tiempo con amigas bebiendo cerveza, descubriendo la comida de la zona y arreglando el mundo. Os contaré los detalles de nuestro viaje de fin de semana en Cazorla; una zona que me encantó y recomiendo muchísimo.
Soy muy pesada cuando repito que tenemos un país increíble y que en todas las zonas podemos encontrar paisajes preciosos, tradiciones dignas de conocer y comida única. Y aún así, quizás, tampoco dejas nunca de sorprenderte. Porque no imaginaba tanta belleza escondida en este lugar. Y así fue. Por eso, siempre reservo días para escapadas nacionales y cada vez más disfruto de mi país. ¡Os animo también a ello!
Ruta del Río Borosa
Bendita naturaleza. Lo poco que exige para lo mucho que ofrece. Lo que nos perdemos a veces cuando durante mucho tiempo no hacemos caso a las cosas bonitas y que con un pequeño esfuerzo, tenemos muy cerca. Gratis; desnuda; salvaje; bella… y tan natural.
El inicio de la ruta del Río Borosa se encuentra a doce kilómetros de Arroyo Frío, donde nos alojamos. Es fácil de llegar (para ello, seguir las indicaciones del Centro de Visitantes) y tiene muchos paneles informativos que os contarán detalles sobre lo que os encontrareis y los diferentes tramos de la senda.
El paisaje comienza fuerte: desde el primer momento se ve el río Borosa precioso, con aguas claras y si tenéis la suerte de verlo con luz, un brillo especial. Los altos montes que jalona también son imponentes desde el primer momento. La naturaleza no se esconde y disfrutamos fascinadas todo el camino de sus mejores escenas.
Bonitos puentes de madera, tramos donde se puede llegar al río para darse un baño refrescante si la temperatura acompaña -no fue nuestro caso-, pozas de poco fondo y finura de cristal y pequeñas cascadas que se forman en el afluente del Río Guadalquivir son algunos de los rincones que contemplamos maravilladas. Las piedras, los árboles y ramas, el agua salvaje… todos ayudan a hacer imágenes que esperamos mantener buen tiempo en nuestra retina.
Aunque la senda es de unos 22 kilómetros, nosotras solo llegamos a hacer quince. Aunque quisimos recoger pronto el viernes para poder desplegar toda nuestra energía, no fue tan pronto cuando lo conseguimos. Así que lo conseguido es suficiente. Eso sí: nos dio tiempo a pasar por uno de los tramos más bonitos: la conocida como Cerrada de Elías. Esto es un paso en el que la pared de roca se estrecha y se han colocado unas bonitas pasarelas de madera, haciendo del lugar uno de los más populares de la ruta.
Los miradores de la zona
Solo la carretera de la zona es ya un precioso mirador natural. En el carril exterior, siempre hay un bello panorama cuando se mira por la ventana. Unas geniales vistas de Cazorla, una mirada a los campos de olivos o una amplia vista del valle del Río Guadalquivir. Y claro, es normal que hayan aprovechado algunos de estos lugares para hacer paradas ‘oficiales’ donde admirar lo que se tiene por delante.
Uno de ellos es el Puerto de las Palomas, en el camino de Arroyofrío a Cazorla y desde donde se puede ver, muy a lo lejos, el primero de estos pueblos. Actualmente dedicado al turismo, tiene una rica oferta hotelera y culinaria, que os aconsejo si estáis por la zona.
Otro mirador de los que disfrutamos está en el mismo pueblo de Cazorla. Se trata del Rincón de Zabaleta y las vistas son hacia el Castillo de la Yedra y la zona más antigua del pueblo. Cuando fuimos estaba en obras, pero más allá del mirador, fue una sorpresa total pasear por las callejuelas del barrio donde está emplazado. Una maravilla de fachadas caladas y flores por doquier. ¡Una gozada!
Aunque dedicamos la mañana del domingo a Cazorla, no puedo daros grandes detalles, ya que por una vez, dejé que la improvisación ganara a los planes cerrados y conocimos la ciudad dejándonos llevar; sin una determinación clara. Así, disfrutamos del ambiente de sus plazas; los edificios antiguos; y las bonitas casas adornadas con flores. Disfrutando, relajándonos y aprovechando cada minuto del final de un viaje genial.
Comer en Arroyo Frío: buena oferta para un pueblo tan pequeño
De forma constante, tan solo vivirán en Arroyo Frío unas 300 personas, pero es un enclave vital para el turismo de la zona. Por eso, hay hoteles y restaurantes para elegir con holgura. Me encantó las veces que salimos a cenar, ya que para comer aprovechamos que nuestro alojamiento tenía cocina y las ahorramos.
El primer día disfrutamos del Restaurante Arantxo, que nos encantó. No puedo confirmar que se llame así (¡no sale en Google!), pero sí que está frente al asador, que también os recomendaré. En el primer restaurante, probamos el paté de perdiz, que nos habían recomendado encarecidamente. También un rico tataki de atún. El servicio y la carta me parecieron muy destacables.
Al día siguiente miramos en Tripavisor para ir al restaurante mejor posicionado de la zona y lo probamos: es el Asador Cucos, un restaurante especializado en carnes y os puedo asegurar que están muy buenas. Elegimos jabalí y choto en este apartado; y la ensalada de queso de cabra, que estaba buena pero era lo que se podía esperar. Para ser un pueblo tan pequeño, desde luego, comimos genial.
Datos prácticos
Cómo moverse: para moverse por la zona, lo mejor es tener coche. Es sencillo y cómodo, si bien la carretera es bastante cerrada y los lugareños tienen la costumbre de ir bastante rápido. Con tener cuidado será suficiente. ¡Pero no os despistéis!
Dónde dormir: nos alojamos en los Apartamentos Cazorla Valle y nos parecieron súper cómodos y bien presentados. Tenían toallas, amenities en el baño y todo lo necesario para desayunar o comer allí. Una terraza también muy acogedora y las camas eran cómodas. Creemos que poco más se puede pedir por ¡20 euros! Dos compartimos habitación y otra amiga durmió sola.
Que hermosos paisajes, buenas fotos, me gusta tu post
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