San Francisco era por varias razones una ciudad a la que tenía bastantes ganas. El movimiento de la libertad impulsado en el barrio de Haight-Ashbury en los 60, su ambiente bohemio, estar cerca de el conglomerado de empresas tecnológicas más influyente del mundo, las imágenes que tantas veces he visto del Golden Gate, que mi equipo favorito de la NBA juegue al otro lado de la bahía… por eso, creo que fue un error dedicarle solo 2 días, ya que en cierto modo, me quedó mucho por ver y sobre todo, por vivir.

No obstante, el tiempo nos cundió y atisbamos ese aire que hace a San Francisco una ciudad atractiva. Una ciudad que más que bonita, tiene muchas armas con las que camelarte… y acaba haciéndolo. Por ello, os contaré qué ver rápidamente en la urbe, pateando mucho y descansando poco, pero no hay tiempo que perder cuando se trata de conocer un lugar tan especial.sfo-calle

Sobre todo, mi consejo es que si podéis le dediquéis más tiempo. Por eso, si puedes ir a la Costa Oeste tres semanas en lugar de dos como yo, te lo recomiendo. No obstante, si es el tiempo que tenéis, apuntad y sobre todo, tratad de pasear y empaparos bien del ambiente, que será lo que al final, mucho tiempo después, recordéis por encima de todo.

Recorriendo los lugares más conocidos de San Francisco

El primer día lo dedicamos a pasear y conocer los lugares más populares de San Francisco. Como estaba cerca del barrio donde nos alojábamos, La Marina -quizás la zona que finalmente más me gustó-, nos acercamos primero a Lombard Street, la que tiene fama de ser la calle más empinada del mundo. Tiene una caída serpenteante donde los coches se mueven en zig zag y es bastante curiosa, si bien quizás no es tan especial como para acercarte a ella si estás lejos.

llombard-street-calle

A un corto paseo, teníamos también el Fisherman’s Wharf, muelle y corazón turístico de la ciudad. Tras conocer los de Santa Cruz y Monterrey, ya conocíamos la receta, pero el ambiente en San Francisco era evidentemente más animado. En el conocido pier 39 saludamos también a los leones marinos que encuentran en estos lugares sitios ideales para el descanso. Allí puedes también ver el submarino USS Pampanito o un barco de la II Guerra Mundial, el SS Jeremiah O’Brien, aunque sea solo exteriormente.

pier39-sfofisherman-wharf

Cruzar San Francisco andando

De ahí, sin dejar de pasear, dimos un largo pateo hasta el centro de la ciudad, donde pasamos de puntillas por su calle principal, Market Street, que fue un contraste total porque vimos el lado más desarrollado de la ciudad -sus grandes tiendas, marcas y edificios- y a el lado más gris: mucha gente durmiendo en la calle o consumiendo drogas en mitad de la vía principal. Decidimos descartar la zona financiera, aunque de camino nos encontramos con el City Hall.city-hall-ssfo

Y a paso firme llegamos a Álamo Square, que es uno de esos lugares que creo que no os debéis perder. Se trata de un pequeño espacio verde en un promontorio de la ciudad y sus vistas son una maravilla. A un lado, están un conjunto de casas victorianas conocidas como ‘Painted ladies’, una de las cuales sirvió como escenario para Padres Forzosos. De nuevo, el viaje y el cine se unían para hacernos recordar, nostálgicos, aquella serie de nuestra infancia que nos mostraba mucho antes de pisarla la ciudad de San Francisco.painted-ladies-sfo

Otro día, cerca también de nuestro alojamiento, nos acercamos a un lugar que nos recomendaron y que además de bonito, es ideal para pasear y olvidar que nos encontramos en una ciudad. Se trata del Palacio de Bellas Artes y es una preciosa pérgola rodeada de un lago artificial. palacio-bellas-artes-sfo

Recorriendo el barrio de Haight-Ashbury y Castro

En la siguiente parada del viaje pensé encontrar aquella esencia de la que todo el mundo habla de la ciudad: el barrio de Haight-Ashbury. Pronto te das cuenta de que estás allí, ya que aumenta la cantidad de colores, tiendas de ropa de un estilo muy determinado o locales relacionados con la cultura (de música, arte, libros…). Amo este tipo de barrios y me sentía muy bien, pero había algo que no lograba engancharme.aiasbury-barrio

No le vi naturalidad e incluso, por momentos, no me gustaba su olor. Me encantaron no obstante las fachadas de las casas de la zona… me imaginaba lo quería imaginar con más ambiente y ofreciéndome alguno de los planes de los cientos que seguramente tuviese. Pero la realidad es que el plan no llegó y tras comer allí y un breve paseo, tuvimos que continuar.

aiasbury

Castro, el también popular barrio gay de la ciudad, me gustó en mayor medida sin embargo. Quizás más moderno que ‘hippie’, Castro estaba más cuidado y seguía teniendo ese “algo” de los barrios populares de las grandes ciudades. Muchas opciones para comer, comprar ropa o tomar algo. ¡Y qué casas! en esta zona y la que lo enlaza con el barrio anterior era todo un espectáculo fijarse en las viviendas unifamilares coloridas y coquetas que había en la zona. Una maravilla.

Visita a Alcatraz: una de las cárceles más famosas del mundo

Otra de las joyas del turismo de la ciudad es la visita a la isla y antigua cárcel de Alcatraz. Se accede tras un corto trayecto en barco y aunque es un poco caro -38 euros-, el recorrido incluye una audioguía que explica muy bien el origen, desarrollo y caída de este centro de reclusión de máxima seguridad. El cine ha recreado en más de una ocasión la vida en aquel lugar y aún hoy en día podemos hacernos una idea de lo que supondría vivir encerrado allí.alcatraz-patio vistas alcatraz Por eso, se sucedieron cientos de historias entre los presidiarios que pasaron por allí, entre los que se encontró por ejemplo Al Capone. Algunos consiguieron la ardua tarea de escapar de un lugar pensado para no poder salir jamás -aunque tampoco se sabe bien qué pasó con ellos; oficialmente, murieron ahogados- y otros llegaron a enfrentarse con los oficiales de forma tan violenta que el evento se llamó la Batalla de Alcatraz, que acabó con la vida de uno de ellos.

alcatraz-carcel

Como podéis ver, la visita resulta interesante y además, desde la isla, se logran unas vistas geniales. Pero la verdad, si contáis con dos días y estáis dudando, yo la quitaría. Eché de menos más tiempo para otras cosas, como ver en condiciones en Golden Gate, que solo vimos al caer el día desde una zona del parque del Presidio. Tan solo pudimos acercarnos y ver cómo la luz caía sobre este lugar, pero lo suyo sería haberle dedicado medio día y cruzarlo por ejemplo en bici, que se puede.

Disfrutando de un partido de la NBA en Oakland

Uno de los motivos por los que fuimos a esta zona de EE.UU. es porque nos hacía una ilusión terrible ver en directo al actual equipo de los Golden State Warriors, tricampeones de momento de campeonatos en la máxima competición del baloncesto estadounidense… y por ende mundial. Y lo conseguimos. Compramos las entradas y fuimos al Oracle Arena para ver en directo a aquellos a quienes habíamos visto tantas veces en la tele.yo-NBA

Nuestro equipo perdió, pero eso no importó. Importó el show y la emoción de ver a aquellos a quienes apoyamos. En las buenas y en las malas. En eso reside la gracia de apoyar a un equipo de deporte. Además, el espectáculo estuvo a la altura: el estadio lleno, un gran snack americano y una cerveza extra-grande. Y un recuerdo para siempre.

Marina: el barrio donde nos alojábamos

Como dije al inicio, lo mejor de San Francisco es pasear por algún barrio molón y perderse por sus tiendas, calles cucas y establecimientos cuidados. Sin embargo, me faltó un poco de eso en la zona del Fisherman’s Wharf o las zonas intermedias por las que pasamos. Pero lo encontré sin embargo en el barrio donde nos alojamos: La Marina District. Tenía tiendas donde dejarme el sueldo del mes; viviendas con una arquitectura súper elegante; y restaurantes preciosos y con un ambiente súper especial… os recomiendo que cojáis el hotel por la zona y disfrutéis del ambiente del barrio, tanto de día como de noche.

Las vistas desde Twin Peaks

twin-peaks-vistas

Los picos gemelos, que dan nombre a una conocida serie de David Lynch, son el mejor mirador de la ciudad. Una ciudad que además de lugares interesantes tiene cuestas; muchas cuestas. Muchas caras y seguramente muchas sorpresas. El único problema de subir allí, altura de 280 metros, es que hay días que la niebla estropea la vista. ¡Y nos tocó! Aún así vimos el sol esconderse bajo los pies de la ciudad y disfrutamos igual porque la vista, aún viendo, impone. ¡No dejéis de subir!

Datos prácticos en San Francisco

Dónde dormir: nos alojamos en dos moteles; los dos correctos, aunque el segundo un poco más y por ende, un poco más caro. Los dos son recomendables y están en una zona genial, así que elegid al gusto dependiendo de la economía. Fueron:

  • Hotel Town House en San Francisco (muy normal, aunque más bien tirando a malo): 70 euros.
  • Hotel Cow Hollow en San Francisco: 130 euros – 2 noches (de los mejores en los que estuvimos)

Situados en la zona de La Marina, os permitirán ir a muchos sitios andando, además de tener cientos de opciones para comer y disfrutar de un barrio genial en la ciudad.comida-restaurante-isa

Dónde comer: os recomiendo especialmente dos lugares, donde además de comer bien, el ambiente era muy chulo. El restaurante Isa tenía además de buena comida, unos tonos de luz muy cálidos y un servicio súper amable. Me encantó. El otro era el restaurante Delarosa, un local de moda entre los jóvenes de la ciudad que aunque algo menos cómodo (comes en mesas largas con más acompañantes y está siempre hasta la bandera), me encantó por la comida y porque me imaginaba en alguna de las películas que veo ambientadas en EEUU. Por último, comimos también bien en un asiático de la zona aunque era algo menos chulo: Dragon Well.

Cómo moverse: esta es la última parada del viaje a Costa Oeste que hicimos el pasado octubre. Anteriormente, conocimos fugazmente Los Ángeles y Las Vegas, pasamos casi dos días en el maravilloso Gran Cañón, seguimos sin parar demasiado en Monument Valley y Page (para visitar Antelope Canyon y la Horseshoe Bend), recorrimos Death Valley, nos adentramos en Yosemite, pasamos por las ciudades de Santa Cruz, Monterrey y Carmel By The Sea y finalmente cerramos el viaje en la ciudad que nos ocupa, San Francisco. Además, os contamos nuestro presupuesto para estos 15 días, tan completos como inolvidables. ¡Os invitamos a leer todos los post!

por Irene

Periodista desde 2008. Inquieta y curiosa de toda la vida. Abierta a todos los planes; ¡no hay destino que no merezca la pena!

Un comentario en «San Francisco en 2 días: qué ver en esta atractiva ciudad de EE.UU.»

Los comentarios están cerrados.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies