«Esta terrible separación de los colonizadores ingleses con el vasto mundo asiático nunca tuvo término. Y siempre significó un aislamiento antihumano, un desconocimiento total de los valores y la vida de aquella gente«. Pablo Neruda – ‘Confieso que he vivido’ (Y yo me pregunto: ¿No es acaso el turismo masivo de sol y playa algo parecido?).

La idea que tenía de Bali antes de conocerla era la de una isla de ensueño: llena de frondosa vegetación, con gente amable, increíbles playas y una vida cultural animada. Una vez después de haberla conocido pienso es en parte eso y en parte, no. Lejos de resultar el lugar idílico que uno tiene en mente, Bali acaba siendo un lugar de contradicciones que te hace querer sus defectos gracias a sus grandes virtudes, pero que en ocasiones se hace difícil para un viajero que vaya buscando ese paraíso tropical que nos hemos formado en nuestra cabeza durante largo tiempo. Quizás no exista. Con todo ello, hoy quiero contaros seis cosas de Bali que quizás no os hayan dicho de la isla; ya que en mi opinión la hacen un poco peor –aunque merezca la pena de todas formas y la parte buena, que llegará, me hiciera en gran parte olvidarlas-. Nadie dijo que fuera fácil.

Bali está en gran parte masificada

El aeropuerto de Bali está en la zona sur de la isla, en la masificadísima región de Kuta. Al Este está Sanur, también llena de hoteles y con una estrecha zona de playa no demasiado agradable; al sureste Nusa Dua, salpicada de resorts y más enfocada al turismo familiar; y al Oeste, una franja que tiene probablemente las mejores playas de la isla y donde aunque por la disposición más agreste hay menos construcción, se puede ver que el boom del turismo masivo sigue su ritmo imparable. Esto podría no ser un problema si se hubiera integrado bien con la vida local, pero a uno le cuesta descubrir donde están las casas de los cientos de lugareños que van en moto por las carreteras de la zona y que acuden diariamente a la playa de Kuta. Además de que se pierde en grandes cantidades la esencia del lugar, en ocasiones, escuchando el último grito musical de Occidente o bañándome en la piscina del hotel, me daba la sensación de que podría estar en cualquier otra parte del mundo. Además de que la gente dedicada al turismo llega a hacerse algo pesada, ya que ofrece sus servicios en plena calle y no se cansan: “Taksi, taksi, taksi”, “Massage, massage, massage” o “Transport, transport, transport” aún resuenan en mi cabeza.

playa-baliEs difícil recorrer Bali en vehículo propio

Lo bueno de este tipo de lugares es que suelen tener precios bajos. Alquilar una moto vale cuatro euros y llenar el depósito de gasolina poco más de un euro. El problema es que en Bali, en ocasiones porque las indicaciones en carretera son bastante precarias y en ocasiones porque las distancias son bastante amplias, conducir vehículo propio no es tan fácil como pudiera parecer. Eso sin contar que en la zona sur –casi siempre de camino al popular templo Uluwatu- hay controles de Policía para pedirte el carné internacional de conducción, que vale unos 65 euros, pero cuya “multa” -en realidad es una mordida- puedes dar en mano al personal de “seguridad”. Con 100.000 rupias, casi diez euros, les bastó en nuestro caso (pero piden 500.000 en un primer momento). Si se quisiera evitar este problema se tendría que ir a Denpasar y sacar el carné, pero no sale a cuenta.

bali2Nosotros nos encontramos con dos problemas importantes: para volver a Sanur, donde nos alojamos los primeros días, no veíamos los carteles de entrada a la población. No existen, por lo que te tendrás que quedar con carteles de los establecimientos o cómo es el lugar para volver. Por eso también lo mejor es alojarse en Kuta, ya que es más fácil llegar (además de que Sanur no me gustó). Por otro lado, para visitar las playas del oeste (Dreamland o Padang Padang), tampoco hay carteles de entrada. Lo mejor es preguntar. Nosotros tuvimos la suerte de encontrar a dos viajeros que sabían llegar (era octubre y no había muchos), pero es bastante complicado. Se entra normalmente por los resorts, así que también puede preguntarse a los hombres que trabajan para la seguridad de estos alojamientos.

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Bali es complicada para el viajero independiente

El problema del transporte me pareció clave a la hora de conocer la isla y me supuso algún que otro quebradero de cabeza, por lo que creo que Bali es algo difícil para el viajero independiente.

La mayoría de personas soluciona este problema cogiendo taxis o transportes privados que en mi opinión inflan mucho el precio –además de tener que regatear, que a mí se me da fatal-. Nosotros por una excursión en el Norte a la carta, pero de solo la primera parte del día, nos costó 500.000 rupias o 32 euros. No obstante, en ocasiones merece la pena, si no se quiere dar vueltas por la isla en busca de sitios que no aparecen. Aunque en la moto también creo que se conoce todo más de cerca y yo prefiero quedarme sin conocer una playa y ganar en esta experiencia. Pero por ejemplo la zona norte no la conocimos tanto porque vimos las distancias mucho menos asequibles.

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Bali no es tan barata

El problema del transporte tiene otra consecuencia: Bali no es tan barata. Con la moto sí, pero como os he comentado, en ocasiones, para visitar ciertos lugares es necesario coger transportes privados que inflan el precio. Para que os hagáis una idea: el trayecto del aeropuerto al hotel de Kuta tiene un precio estándar de 80.000 rupias (poco más de 5 euros), estando bastante cerca y en Java, pagamos por un trayecto en tren de 8 horas 50.000 rupias (no llega a 4 euros). La solución más barata es compartir el transporte con otros viajeros, pero para ciertas visitas, yo lo prefiero evitar ya que me da la sensación de viaje organizado que no me interesa.

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Otros ejemplos de que Bali no es tan barata: El precio del barco rápido a las islas Gili, tras una dura negociación, lo pudimos dejar a la mitad, pero ascendió a 39 euros por persona, con transporte por tierra incluido hasta Padangbai. En Jimbaran disfrutamos del rico marisco local, pero pagamos un total de 27 euros. Los hoteles, buscando los más económicos, siempre costaban entre 13 y 16 euros, estando bastante sucios y en ocasiones sin agua caliente (este apartado no es demasiado caro, pero en otros países del Sudeste Asiático valen menos). Hay que sumar también detalles como que pagamos casi 10 euros por una “mordida” a la Policía por no tener el carné de conducción internacional. Y el transporte privado en Ubud nos costó para medio día como he dicho 32 euros y muchos viajeros se mueven siempre de esta forma. Vamos, que la vida allí es muy barata pero los servicios para el viajero suben los precios a sabiendas de que se va a pagar.

¿Bali es amable con el turismo?

Todo lo anterior me lleva a pensar que cuando leí en la Lonely Planet que Bali es “amable con el turismo” creo que querían decir que “Bali vive para el turismo” o que “Bali está arrasada por el turismo”. Otra cosa muy distinta es que su gente sea amable, que por supuesto que sí; pero no suelen ser precisamente los que trabajen con el turismo. De hecho, la parte humana fue para mí lo mejor del viaje y tendrá un post específico para hablar de ella. Quizás por entonces la Policía no intentaba aprovecharse de los viajeros para que dejaran un poco más de dinero cuando alquilaban una moto, pero ya había grupos que intentaban sacar partido de una forma un tanto ruin a los viajeros que visitan el templo Besikah o el volcán Gunung Agung. Además de la enorme insistencia que recae sobre los turistas en muchas de los destinos o lo poco organizado que están en ocasiones los trayectos. Desde luego mi percepción fue muy diferente.

bali11La zona sur es seca

Como comenzamos el viaje en Bali por la zona sur, la primera imagen que tuvimos de la isla fue que no había casi rastro de vegetación. Además fuimos al final de la estación seca. Al recorrer la isla en moto y perderte varias veces, uno ve de cerca cómo es el terreno y desde luego, este paisaje estaba lejos de parecer la percepción que uno tiene de Bali en su cabeza. El segundo día, camino del templo Pura Tanah Lot, el paisaje comenzó a hacerse verde y por fin, nuestra percepción cambió. Ya en Ubud disfrutamos de la típica estampa de terrazas de arrozales y un verde infinito 100% balinés.

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*Si quieres conocer más de nuestro viaje a Bali, Java e Islas Gili, te animo a leer el artículo general sobre estas tres maravillosas semanas en Indonesia.

por Irene

Periodista desde 2008. Inquieta y curiosa de toda la vida. Abierta a todos los planes; ¡no hay destino que no merezca la pena!

7 comentario en “Seis cosas que quizás no te contaron de Bali”
  1. Hola Irene! (Yo también me llamo Irene, jeje). Pasé casi un mes en Indonesia en septiembre, y tengo que decir que Bali me decepcionó por varias cosas. Como tú dices me esperaba algo más auténtico y en parte me arrepentí de haberle dedicado tantos días a esta isla pudiendo aprovecharlos en otra con menos turismo. Por suerte, nosotros decidimos no ir al sur y nos centramos en la parte norte y central, que creo que es la que más merece la pena.

    Un saludo!

  2. ¡Hola tocaya! jeje

    La verdad es que no es lo que pudiera parecer en un primer momento, aunque yo aún así me quedo también con un puñado de cosas buenas: La gente, los paisajes, la comida…

    Yo como ya llegaba algo quemada del Sur y no tenía clara la forma de moverme por el Norte, casi me pareció aún peor. Pero tengo que reconocer que influía también que estábamos limitados de tiempo, con un vuelo a Java en mitad del viaje y que a mí chico le tiraba lo de hacer surf.

    Para otra, me han recomendado mucho Flores y Borneo, así que habrá que ser positivo y pensar en el siguiente 😉

    ¡Un placer conocerte! Me pasaré por tu blog para leer más cositas

  3. Yo creo que nadie que no sea turista ‘de paquete’ se va a Bali, Pukhet, Boracay o Maldivas esperando algo auténtico.

    Yo me quedé con un sabor agridulce como tú, aunque llevaba bastante tiempo por tierras musulmanas y supongo que poder comer cerdo le dio un punto. De hecho he releído mi post de hace un año y se parecen demasiado! jajaj: http://aquiyenlima.tumblr.com/post/62469626069/si-piensas-en-bali-como-uno-de-esos-destinos

    En mi humilde opinión Lombok es el destino de esa zona ahora mismo. Tienes el Rinjani, surf bueno y comodidades más o menos como las que puedes encontrar en Bali. Eso sí, rezo que te crió por la mañana. Además está empezando a desarrollarse, aunque los periódicos te cuentan como los locales intentan evitar la masificación (y herejías contrarias al islam) de Bali.

    Si vais a Flores tampoco te arrepentirás, mi experiencia no pudo ser mejor con la gente y tiene mucho que ofrecer.

    Un saludo y buenos viajes!

  4. Hola Lucas,

    no sé, disiento un poco en eso de comparar Pukhet con toda la isla de Bali. Creo que eso será Kuta, de la que por supuesto no esperaba más. Pero es que Bali en general (Ubud incluido) es mucho más atractivo de lo que puede ser una zona específica para el sol y playa. Lo que me mató sobre todo fueron las comunicaciones -que nos resultara tan difícil movernos por libre-, que cuando estuve en Tailandia por ejemplo no experimenté. Pero bueno, me quedo con lo bueno. Pero también cuento lo malo…

    En cuanto a las recomendaciones, de Flores tenía muy buenas referencias, pero como fuimos para Java en mi empeño por visitar Borobudur y el Bromo, no pudimos dar para todo. Pero me encantaría volver y hacerte caso 🙂

    Al final menos de un mes da para poco… Una pena.

    Un saludo!!

    Irene

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