En la vida, hay momentos. Por eso, en ocasiones me molesta sobremanera que las catalogaciones a rajatabla. ¿Playa o montaña? ¿Frío o calor? ¿Norte o sur? ¿Relax o aventura? Pues depende. Y no hay nada que me guste también menos que la indecisión. Pero a veces lo mejor es la combinación de los extremos o elegir en cada momento lo que nos pida el cuerpo. Por eso, habrá también tantos tipos de viaje para cada persona como momentos tenga esta; según las circunstancias. Si siempre hiciéramos un tipo de viaje: ¿Qué aburrido no? Eso al menos me parece a mí…
Por eso hoy intentaré recomendar un tipo de viaje para cada necesidad personal que se plantee. Muchas ideas para que al leerlas uno se encaje en una u otra opción. ¿Aceptas el juego?
Playa – Necesitas descansar
Una solución tan común como fácil. Tan sencilla como plancentera. Irse a la playa. A veces, tan solo pedimos una playa. Por mí, si puede ser, una playa bonita, con agua cristalina, en un país de cerveza barata y buen atardecer. Es la mejor solución cuando estamos estresados, que es también la situación de muchísima gente cuando se acaba un año de trabajo duro, de lunes a viernes, jornadas de ocho horas e incluso más y apenas tiempo para disfrutar.
La playa es una buena opción sí, pero también se convierte en mala si: no te gustan los destinos donde hay mucha gente; eres de los que no soporta que la arena se te pegue; o sencillamente, no soportas el calor. Entonces, cómo no, hay otras soluciones veraniegas y vacacionales, quizás menos comunes pero igual de válidas y que os aconsejo probar si no lo habéis hecho porque por menos publicitadas se conocen menos sus beneficios. ¡Y son muchos!
Por supuesto, hay muchísimos destinos de playa interesantes, bonitos e ideales para pasar unos días desconectando. Los hay buenísimos en el territorio nacional, con especial atención a las islas, pero también en cada latitud de España. Y también fuera, en nuestro continente -Croacia, Portugal, Grecia…- y más allá -Tailandia, Colombia, Filipinas, Panamá, Bahamas, etc.-.
Os recomendaría cualquiera de ellos…y por supuesto, ¡me iría ahora mismo!
Viaje naturaleza – Necesitas aire puro
Viajar a la montaña en verano es para muchos poco menos que un sacrilegio, pero quizás es que no han reparado en su parte buena. Son destinos donde no hace tanto calor, se puede disfrutar también de opciones refrescantes con mucha menos gente y sus planes hacen sentirse bien con uno mismo pues suponen actividad y a la vez, recreo. Creo de verdad es que es una buenísima opción y que cada vez más, la tendré en cuenta en mis vacaciones.
El año pasado me decanté por esa opción y pasé una semana de julio en Huesca. Me sorprendió lo bien que me lo pasé y lo muchísimo que se disfruta de un destino así; también en verano. Repetiré seguro. Porque de hecho ya tengo destinos internacionales en mente cuyo fuerte es la naturaleza, como Islandia, Canadá o algunas zonas de Indonesia.
Camino Santiago – Necesitas re-conectar
Hay viajes que nos acercan a nosotros mismos. Que nos hacen pensar. Que se prestan a que los hagamos solos. Que están casi siempre asociados a experiencias enriquecedoras que muchas veces son escenarios para empezar de cero. Aunque creo como he dicho muchas otras veces que un viaje no arregla tu situación, sí hay planes que se prestan en mayor medida a determinados cambios. Porque eso creo que hay periplos que sirven para re-conectar. Eso es: tomar distancia de las situaciones, tener tiempo para pensar y así elegir dónde poner tus energías.
Por eso, opciones como el Camino de Santiago, además de permitirte también afrontar un reto cada día y ocupar tu mente para lograr un objetivo, me parecen un plan ideal para recuperar tiempo contigo mismo (y quizás también con los demás). Yo no lo he hecho (ni quizás necesitado) todavía, pero ahí está.
Ciudades – Necesitas ocupar su mente
Si en lugar de tiempo, necesitas actividad, no dejar pasar el tiempo ni pensar demasiado, lo mejor es que te embarques en un viaje a una ciudad. Las urbes están llenas de planes, ambiente, gente, lugares que visitar, museos que recorrer, tours para conocer la ciudad desde diferentes perspectivas… En las ciudades no dejarás de disfrutar y cuando vuelvas, podrás pensar: ¡he aprovechado realmente el tiempo!
Hay muchas ciudades que son geniales turísticamente y donde podrás pasar cinco días sin pensar en nada más que disfrutar de tu vida de urbanita. Budapest, París, Londres, Copenhague, Ámsterdam… quizás alguna algo pequeña pero siempre con visitas interesantes cerca. En el extranjero también hay destinos-ciudad que dan para mucho, como Nueva York, Moscú o Hong Kong.
Viajes temáticos – Necesitas mantenerte ocupado
No es lo mismo ocupar tu mente que mantenerte ocupado. Si no quieres tener pausa y embarcarte en algo tanto que llegues a olvidarte de todo, creo que la mejor opción es que hagas un viaje temático.
Estos viajes son de un tipo especial –viajes fotográficos, viajes de yoga…- y se viaja en grupo, con lo que también te servirá para conocer a gente y dejar atrás la rutina en todos los sentidos. No los he probado pero creo que responden a una necesidad bastante clara y que sabrás si lo necesitas cuando sepas de su existencia… y en mi caso, quizás no me ha llegado el momento, pero quizás llegará.
Esos viajes en los que necesitas descubrir un nuevo destino o esos que ya hiciste y quieres repetir… 🙂