Francia es un país ideal para un viaje en furgoneta. Está cerca, tiene atractivos de sobra para no cansarte, los campings están muy bien y los hay bastante baratos, generalmente los públicos, y en algunos lugares tienen zonas específicas para que los furgoneteros hagan noche. Desde que nos hicimos con este vehículo, elegimos el país galo como destino para nuestras vacaciones en dos ocasiones y nos encantó. De ahí que hoy seleccione tres rutas en furgoneta que me parecen muy recomendables. Por los lugares visitados y las experiencias vividas.
Bretaña Francesa, a golpe de carretera
Otra ruta que recomiendo encarecidamente es alcanzar la Bretaña Francesa y dejarse llevar por los secretos de estas tierras, sus pintorescos pueblos, las sorpresas de su costa y las grandes raciones de mejillones o cerveza bretona. Es realmente encantadora. De hecho, sentí que me faltaron días -en este caso fuimos tan solo una semana- para saborear en mayor medida esta tierra.
Aunque está ya en Normandía, una parada obligada por esta zona es Mont Saint Michel, un pueblo encaramado en una colina que parece sacado de un cuento infantil. Al capricho de las mareas, este lugar es el segundo más visitado de Francia tras París y por eso, lo peor es tener la sensación de que le falta autenticidad, pero eso podremos encontrarlo en el resto de destinos. Pasear por los pueblos de Josselin, Locronan o Rochefort en Terre nos harán sentir que volvemos a la Edad Media.
*Si quieres hacerte con una entrada para visitar la Abadía de Mont Saint Michel, sin colas y recibirla directamente en tu móvil, puedes lograrla en el siguiente enlace: tiqets para la Abadía de Mont Saint-Michel
La Costa del Granito Rosa, con Ploumanach como principal puerto, aportará ese punto de diferencia y curiosidad sobre el territorio que vamos conociendo. Plage de la Presqu’Île de Crozon será el lugar costero donde podremos acampar en plena naturaleza. Y lugares como Benodet pondrán el toque más playero donde poder darnos un chapuzón y pasear por un paseo bien cuidado, al más puro estilo francés.
Lo que está claro de una u otra forma es que te encantará este país; que tenemos tan cerca y que tiene tanto que ofrecer.
Road trip por la costa este francesa
En nuestros viajes en furgoneta buscamos fundamentalmente naturaleza y playas. Lugares que nos permitan respirar aire puro, comer libremente en el campo y sentir que desconectamos, así como poder en ocasiones, visitar poblaciones que nos gusten, pero a poder ser, que no sean demasiado grandes. Hemos llegado a veces a ciudades bonitas, conocidas, que en otro tipo de viajes nos hubiera encantado conocer, pero que en este caso, nos provocan rechazo. Buscamos libertad. Y la ciudad representa otro tipo de cosas.
Por eso, en nuestro viaje por la costa este francesa descartamos, si bien previamente las habíamos incluido, las ciudades grandes. No obstante, las cambiamos por pueblos grandes o zonas naturales donde poder sentir en mayor grado la naturaleza. Así, viajamos por Colliure, un pueblo pesquero encantador; Gruissan, rodeados de mar; hicimos escapada al interior para conocer la zona de La Provenza, concretamente Saint Remy de Provenze y Arlés; y conocimos los encantos de la Costa Azul, visitando Antibes y haciendo noche en una playa situada entre esta localidad y Niza.
Las Landas en furgoneta
Si lo que se busca es naturaleza, Las Landas, territorio situado en el departamento de Aquitania, pegado a País Vasco, es un buen destino para unas vacaciones. Se trata de un bosque artificial que da una imagen de paz cuando tras hacer muchos kilómetros, sigues viendo árboles que parecen que no van a acabarse nunca.
Además, si te gusta algún deporte de viento (como es nuestro caso, ya que mi pareja hace kitesurf), entonces será el destino ideal. Eso sí, si buscas bañarte y buen tiempo, quizás no sea el viaje más adecuado (aunque en pleno verano igual mejora, ya que nosotros viajamos en septiembre). Para hacer noche nosotros elegimos Biscarrose Plage, pues es algo más pequeño que otras localidades como Hossegor y Seignosse, y se estaba muy bien. Al final del pueblo hay un parking donde los vehículos que midan menos de 1.90 no pagan. Aunque estábamos a punto de tocar, finalmente pasamos y no pagamos por pernoctar. Lo más destacable es la playa, un arenal kilómetrico donde muchos días hay un viento excesivo. Si quieres estar tranquilo, ¡no olvides el parapeto!
Otro lugar que visitar si optamos por este destino es Dune du Pilat, la duna más grande de Europa y un lugar donde hay una paz inmensa. Aunque no hicimos noche, hay un camping pegado: el Camping Pyla, que tenía muy buena pinta. En Eurocampings podemos hacernos nuestra propia ruta de campings gracias a un mapa interactivo que los señala en las diferentes regiones francesas. De esta manera podremos tener planeado donde podemos hacer noche y planificar nuestro viaje. Como veis hay campings que recorren toda la costa.
A veces para olvidarnos un poco de estar pendientes de la furgoneta, es conveniente quedarse en un camping y tras eso ir a visitar pueblecitos cercanos a esa región en transporte público. Será también una forma diferente de conocer el país y de alguna forma, muy del tipo slow tourism, que nos anima a viajar despacio y conocer los destinos de una forma más cercana. Encontramos hace poco, a raíz de la liberalización del mercado de autobuses de Francia, un mapa realizado por GoEuro con todas las rutas y conexiones de autobús alrededor de la geografía francesa. Este podría ser útil en nuestra próxima aventura por eso lo compartimos con vosotros.
