Viajar sola por Europa: consejos para otras mujeres según mi experiencia

Irene 22 febrero, 2019

Viajar sola es una opción muy válida para diferentes situaciones. Depende mucho de como seas para afrontarlo con ganas, pero creo que cuando disfrutas de la soledad sin complejos, se convierte en una bonita experiencia. Para mí no es la mayoría de las veces, pues viajo mucho con mi pareja y amigos, pero cuando no pueden, suelo recurrir a ello y siempre es una genial aventura. Así que basándome en mi experiencia daré algunos consejos y recomendaciones para ayudar a otras mujeres a viajar por Europa, territorio donde más veces lo he hecho.

Antes de nada, si has llegado hasta aquí porque estás dudando, piensa que ya tienes lo más importante: las ganas. Cuando yo dudé por primera vez, acabé haciéndolo y aunque todavía hoy siento una especie de vértigo cada vez que tomo la decisión, siempre he creído que merece la pena. Viajar la merece. Y viajar sola es tan solo una forma más de viajar.

¿Es Europa segura?

La respuesta sin entrar en detalle es sí. Europa no es un continente con altos índices de criminalidad, ni hay una inseguridad galopante, pero también pasan cosas desagradables, como en todos los lugares de mundo. Por eso, no deberías dejar de viajar por Europa por este motivo porque por la misma regla de tres, no cogerías un coche por el temor a morir en un accidente.Para haceros una idea la tasa de homicidios ‘intencionales’ en 2018 en Europa es del 2,5 por cada 100.000 habitantes. Muy residual. De lo que quizás más tenéis que preocuparos es de pequeños robos que pueden ser muy fastidiosos, sobre todo porque hay ‘carteristas’ con técnicas muy desarrolladas que pueden robarte sin que te des cuenta. Intenta estar súper pendiente de allí donde lleves todo lo importante (papeleo, tarjeta de crédito…) y con los ojos bien abiertos, lo normal es que todo salga bien.

Por experiencia propia sé que cuando estás sola sueles poner más atención en todo lo que haces. No sueles tener tanta distracción y ello te permite tener todos los sentidos puestos en lo que estás.

¿Estás preparada?

Creo que lo primero es saber, como adelanté, si realmente te apetece disfrutar de esa experiencia. Puede que por tu personalidad o conocimiento de los viajes te veas aún un poco verde, para lo que te recomiendo que esperes un tiempo.

En primer lugar, te ayudará el tiempo. Creo que más que nunca es cuando van pasando los años que te vas haciendo más a ti, a disfrutar de la soledad y a necesitar menos a la gente. Más allá de las circunstancias, en realidad me parece una oportunidad para aprender a disfrutar de ti mismo, que al final es quien siempre va a estar ahí. Y cuando lo disfrutas es una maravilla. No tener que depender de nadie para hacer las cosas a mí me parece toda una liberación.

¿Dónde viajar?

Se me ocurren tantos países de Europa a los que deberíais ir si no habéis estado que no sé si seré capaz de abreviar en este apartado. Quizás considero realmente imprescindibles como ciudades visitar Roma y París, por su importancia en lo que ha sido el viejo continente a nivel histórico o cultural, además de bonitas. Pero por el primer motivo quizás por ello tampoco debería faltar Madrid, Estambul, Londres, Atenas, Polonia o Berlín. Y por bonitas no podrían faltar tampoco Budapest, Brujas, Lisboa, Florencia, Barcelona, Venecia, la Bretaña francesa o Edimburgo.

Y creo que también visitar Dinamarca, Noruega, Croacia o la zona de Europa del Este sería muy interesante. ¡Hay tantos lugares interesantes que ver!

Si tienes tiempo visita cuanto puedas de todas ellas, pero si no, además de lo que te aconsejen, buscan el destino que recoge aquello que buscas. Europa es un continente muy completo y que durante siglos ha importado sus historias a medio mundo. ¡Seguro que hay algún país al que le tengas especiales ganas!

Cómo moverte entre países

Esta parte dependerá del tiempo que tengas y de la ruta que escojas. Si tienes tiempo, podrías al menos hacerte una parte en tren. Hay buenas conexiones y tiene su encanto visitar los lugares poco a poco, viendo por la ventana otras poblaciones y siendo más consciente del territorio que cruzas.

Pero lo más habitual es que se tenga el tiempo justo. Para eso, os recomiendo mirar aviones para encontrar precios económicos, pues los hay. Eso sí, míralo mejor con tiempo. Yo uso Kayak para comparar y de ahí te redirige a agencias donde poder comprar los vuelos.

Mi experiencia

Yo he viajado sola varias veces por España -visité Cáceres y Sevilla-, estuve una semana en Budapest, un fin de semana largo en Bélgica y seis días en Turquía -antes había estado acompañada-. Y mi experiencia ha sido fantástica. En líneas generales puedo decir que me sentí como si viajara con alguien, pues no se me hacía raro. ¿No estamos a lo largo del día también largos ratos solos? Así es. Cuando vamos al trabajo, hacemos recados o hacemos cualquier cosa en casa.

En todo momento la gente me ayudó y si en algún caso alguien me importunaba -quizás con algún comentario en Turquía me pasó– solo tenía que no hacer caso y seguir mi camino para que la cosa no fuera a mayores.

Mi opinión es que tampoco se debe pecar de confiada. Quizás en mi caso sucede todo lo contrario y soy bastante desconfiada. Pero la verdad es que reconozco que soy un poco miedosa y no quiero tentar a la suerte. Con sentido común, confío en la intuición de la quién me lee para saber de quién fiarse. Pero sí me han contado alguna mala experiencia de viajeras que al contar con gente que ofrece ayudar, después se ha sentido importunada. Mi consejo en este sentido es que viajes como lo harías acompañada. Intenta hacer tu viaje y ser independiente.

El hotel es siempre importante cuando viajas sola

Con los alojamientos siempre suelo recomendar que se intente coger opciones buenas porque las más económicas suelen estar en barrios que dan un poco más de miedo. Quizás no sean peligrosos pero al menos una no viaja con sensación de seguridad. Y la verdad, no es agradable.

Yo cometí el error en Budapest y cual novata, volví a cometerlo en Bélgica. Lo mejor es fijarse bien en la ubicación e informarse después de si el barrio da buenas vibraciones. Yo suelo coger las reservas en Booking y en los comentarios, si te detienes, suele haber gente que comente esas cosas.

Mi regla vital es clara: evitar los alojamientos más baratos. Los intermedios ya suelen asegurar una zona buena. Aunque lo mejor como he dicho es leer y no cogerlos rápidamente, como hice yo.

Booking.com

Otros consejos que vienen muy bien para moverse en un país diferente

Para moverte en un país que no conoces es vital la información. No es por barrer para casa pero hay grandes blogs de viaje que te cuentan la experiencia en primera persona y te detallan cómo son los diferentes países del mundo con los viajeros. No dejes de buscar en Google «blog viajes + nombre destino» y así podrás acceder a esta información.

También hay muchas mujeres que dan su opinión sobre viajar sola en determinados países y un grupo en Facebook (Mujeres viajeras) donde poder preguntar sobre experiencias e incluso quedar con ellas sí viven en ese país. Cada vez hay más soluciones en línea para conversar con otros viajeros y perder el miedo a la primera vez.

Tener los datos de tu embajada o consulado tampoco está mal por si tuvieras un problema. Yo también le dejo a mi familia el itinerario y procuro escribirles para que estén tranquilos cada cierto tiempo, aunque no creáis que soy muy regular con esto.

El vértigo antes de hacer algo así

Lo dije al principio y cerraré el artículo así. Viajar solo es una experiencia diferente porque para lo bueno y para lo malo, no podrás compartir en directo todo lo que te pasa. Eso da más vértigo y cierto respeto cuando vas a un lugar que no conoces de nada, pero como muchas otras sensaciones, el miedo desaparece cuando vives la situación.

Mi primera vez al hacer un viaje sola y largo el respeto era enorme. Sentía miedo a casi todo y los días previos una sensación de imprudencia me invadía. ¿Estaba loca? ¿Por qué no esperaba a alguien para viajar? Mi miedo pretendía elegir por mí. Pero le negué. Y una vez allí todo salió fluido. Recuerdo alguna ocasión de sentirme lejos, muy lejos, y tan bien que me hacía gracia el sentimiento anterior. Aún hoy recuerdo la sensación exacta. Por eso ya no dudo.

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