Recientemente, tuve la suerte de poder alojarme en varios hoteles de cuatro o cinco estrellas. Si bien hay poco que decir cuando todo lo importante a nivel material lo cuidan bien, creo que cuando comparo con otros hoteles más humildes en los que he estado, a los primeros les falta cierta autenticidad. Esto no es una crítica, sino una forma de decir, una vez más, que casi todo es relativo y que las decisiones cambian dependiendo de lo que busquemos y lo que buscamos, puede cambiar también dependiendo de las circunstancias (tipo de viaje, compañía, ganas en ese momento de descansar o conectar con otra gente, etc.). Por eso, hoy he querido apuntar 10 ingredientes que creo que podrían componer, de estar todos en un buen nivel, el alojamiento ideal. Será difícil de encontrarlos todos en un solo alojamiento… pero ahí ya será cosa de cada uno y su viaje 🙂
La situación
Es seguramente una razón que todo el mundo haya valorado para alojarse en un lugar. Porque es vital. Si viajamos a una ciudad, querremos que esté céntrico y que incluso, si se puede, vayamos andando a todos los sitios interesantes o a casi todos, al menos. Para comprobarlo, es importante contrastarlo bien, pues en ocasiones se añade la etiqueta de «céntrico», cuando realmente no lo es. Así me pasó a mí al alojarme en Budapest y por ejemplo, en este caso me parecía clave porque viajaba sola y como ya os he contado en otras ocasiones, soy un poco miedosa. Por ello, os recomiendo coger la dirección del hotel y comprobarlo en Google Maps, habiéndoos hecho una idea anteriormente de cómo es la ciudad.
Valoraciones en Internet
¡Benditas las opiniones de la gente! Eso pienso yo, pues desde que la gente se esfuerza en dejar opiniones en los diferentes sites que nos ayudan a encontrar alojamiento, es mucho más sencillo hacernos una idea de como son en realidad. Nada de un texto corporativo que solo ensalza lo bueno o tapa directamente lo malo, no. Aunque también es cierto que a veces hay que leer bastantes comentarios para hacernos una idea y no fiarnos de las primeras que veamos porque así como creo que hay gente muy especialita, también creo que hay otros que podrían alojarse en cualquier lado… pues me he encontrado con los dos casos. El típico hotel donde decían que habían visto ratas y ser un alojamiento ideal; u otro donde decían que todo era correcto y llegar y encontrarme en la peor calle de la ciudad…
Autenticidad
Comencé diciendo que hay hoteles que quizás no tengan la cama más cómoda, ni el espacio más grande del mundo… pero tienen algo que los hace especial: son auténticos. Con ello, me refiero a que la forma que tienen de tratarte sus empleados (muchas veces, son los propios dueños) es más natural, cercana, real… y puedes acabar teniendo con ellos una cierta confianza; las instalaciones no están impolutas, como no lo está tu casa, pero por ello, son más acogedoras y más auténticas; y en general, son lugares que, de tener suerte, vas a sentir «más cerca de ti».
Nunca se me olvidará el día que en Perú hace ya unos cuantos años me dio una reacción alérgica y el hombre que regentaba la posada me ayudó, llamando al médico personalmente e interesándose en todo momento. Es uno de los recuerdo más vivos que tengo de todo el periplo, ya que sin su ayuda no hubiera sido todo tan fácil.
Un servicio amable
Este tema ya lo he adelantado y es fundamental. Hay empleados en los alojamientos que cambian tu viaje casi por completo. Otro ejemplo que tengo reciente es el de un hotel en Selçuk (Turquía), donde el hijo del dueño estuvo una noche charlando conmigo en el patio del hostel contándome sus planes de futuro y dándome opiniones por ejemplo sobre la religión. En esta parte del viaje, estaba sola y el gesto hizo que me sintiera mucho más acompañada.
Para viajes en pareja, alojamientos cómodos
Como comenté al principio del post, dependiendo del tipo de viaje, nos alojaremos en un lugar u otro y creo que para viajes en pareja, lo mejor es que el alojamiento sea cómodo -con ciertas comodidades que quizás no tendría otro de rango inferior-. Claro que cuando me refiero a viaje en pareja, lo hago a viajes en los que la razón principal es de compartir tiempo juntos… que hay veces también es necesario 🙂 Evidentemente ahí tendremos que dejarnos un poco más de dinero que otras veces si somos ahorradores -yo lo soy- pero «un día es un día». Yo lo hice el febrero pasado en Cáceres, alojándome en un hotel con vistas a la Plaza Mayor y oye, me gustó también mucho la experiencia.
Para viajes de amigos, apartamento o casa vacacional
Otro tipo de viaje específico al que me voy a referir es un viaje de amigos. Por si también necesita que lo concrete, con ello me refiero el típico viaje en el que vas a disfrutar de un lugar relajadamente, sin quizás ir donde irías por tu cuenta porque compartes el viaje con otras tantas personas y además de ceder, el objetivo principal es pasárselo bien. Para este tipo de viaje, creo que lo mejor es un apartamento turístico o casa vacacional, que te permite tener espacio para poder compartir momentos en los ratos libres, hacer comidas para todos y disfrutar, en definitiva, del espacio en conjunto.
Cumplir las condiciones
Cuando reservamos un hotel, esperamos que sus empleados sean amables, serios y que nos ayuden en caso de que algo no salga bien. Hace poco, en Zamora, llegamos a la hora de entrada y el hombre, en lugar de invitarnos a subir, nos dijo que dejáramos las maletas. Repliqué que las doce era la hora de entrada, pero sin inmutarse, añadió: las doce es la hora a la que limpian, pero todavía no están listas. No teníamos una urgente necesidad de usarla, si no le hubiera dicho algo, pero la verdad, no me parecieron formas. Si no puedes cumplirlo, pides disculpas, al menos. Pero es que parece que a veces no son conscientes de la importancia de cumplir las condiciones. Es lo más básico.
Tener WiFi
No soy de esas personas que espera que haya WiFi en todos los sitios, pero sí me parece fundamental que lo haya en un alojamiento. Los turistas no tendrán tarifa de datos en el país y por eso, se convierte en algo fundamental. La verdad es que debo decir que no recuerdo ni un solo hotel donde me haya alojado (al menos en los últimos tiempos) que falte a este requisito. Pero sí he escuchado a gente hablar de ellos… ¡Existen!
Piscina en lugares de mucho calor
Aunque es cierto que en la mayoría de destinos encarece bastante el precio, la piscina en lugares de mucho calor me parece un elemento importante. Un ingrediente del alojamiento ideal que puede hacer que te decantes por una opción u otra. De hecho, en mi viaje a Turquía, abandoné el alojamiento del que os hablé al hacer alusión a un servicio amable por otro que tenía piscina. En esta parte del país turco, el calor era bastante insoportable y aunque no me dejé demasiado tiempo en esta instalación, un baño por la mañana y a última hora, ¡me dieron la vida!
Para viajar solo, zonas comunes con ambiente
El viajero solitario es también otro de los más interesados en elegir un alojamiento de un determinado tipo. En busca de gente con quién hablar, a quién conocer o de lugares donde sentirse menos solo, busca muchas veces hostels o albergues, pero sobre todo, yo me fijo en las zonas comunes. De ahí que repitiera en un hotel en Estambul que estaba lejos de ser una maravilla y encima era caro, pero tenía unas zonas comunes llenas de ambiente, donde sin salir del hotel, podías sentir el ambiente de la ciudad y si hubiera sido un poco más lanzada, igual me hubiera permitido conocer a compañeros viajeros 🙂
¡Bien plasmado, Irene! Cuántas veces hemos viajado y hemos estado en un hotel/hostel como en casa… Y otros para no repetir. Para mí lo más importante es el trato, lo de la autenticidad, que sea acogedor y te marches con pena, no diciendo «no vuelvo nunca» je je (ejemplo en Pamplona, hostal sin recepción y tardaron UNA HORA en venir a abrirnos la puerta… Sin comentarios). Para viajar solos por supuesto los hostels son lo mejor, no tanto por el precio (que también ahorras) como por el ambiente y el charlar con la gente y hacer amigos. Creo que compensa el alojarse en ellos a cambio de renunciar a ciertas comodidades como el baño para ti ¿no? Para la próxima lánzate, no seas tímida que yo he conocido a gente genial en hostels con los que me he ido de fiesta o a cenar por Sao Paulo, Río, Turquía, el lago Baikal… Y aún mantengo contacto.
Ay, qué ganitas de viajar 😉
Abrazote
Gracias por el comentario Patri!!!
pues sí, parece que coincidimos en lo que nos gusta de un hotel, aunque como ya he dicho en el post, depende muuucho del tipo de viaje.
Un saludote,
Irene
Para mi las cosas que tengo más en cuenta son: situación (sobre todo en el turismo urbano que es el que más practico), relación calidad-precio y estilo/encanto/lo especial que es. Y como dirían algunos: estas cosas se resumen en una, «que me den lo que pago». Es decir, si voy a un hotel de 50€ quiero servicios por 50€ y si voy a uno de 300€ ídem. Nunca me sentí más estafada que cuando pagué una millonada y el cuarto era una m…. También es cierto que era la época pre-internet.
Un abrazo.
Cristina.
Hola Cris!
sin duda lo que comentas es importantísimo, aunque supongo que no lo tuve en cuenta porque nunca he pagado más de 150 euros en un hotel :S
Pero es guay lo que apuntas… ahora con Internet, aunque hay cosas que han ido a peor, esas estafas solemos ahorrárnoslas.
Abrazo!
Ire
Hola Irene
Sin duda, coincido contigo en muchas de las características para un alojamiento ideal.
Para mí lo básico serían 3: Trato Amable, Limpieza y Ubicación (sin orden estricsto). Con estos 3 ya suelo ir bien. Aunque dependerá donde lo hagas. En mi reciente viaje a Bilbao me hospedé en uno de 5 estrellas, ya sin dudar tenía que tener cubiertas esas 3. Y claro obtuve más…
Buen aporte…
Un abrazo.
Bo
Gracias a ti Bo por las opiniones!!!
la limpieza sería un criterio básico, pero creo que lo di por hecho!!! si no cumple con eso, mal vamos, jeje, quizás se me olvidó 🙂
En general, las instalaciones (que sean buenas, con encanto, con detalles), hacen también mucho, pero tengo que reconocer que como voy habitualmente a hoteles baratos, no pido tanto, jeje.
Abrazo!
Ire
En Homerti, también creemos que es importante y necesario tener un buen mantenimiento de los alojamientos vacacionales tanto de la limpieza como de otros aspectos.
La conciencia es el primer paso 😉
¡Gracias por el comentario!
saludos,
Irene