Viajar, como prácticamente todas las cosas de la vida, debe ser una actividad consciente. ¿Qué quiere decir eso? Que debemos poner nuestros cinco sentidos para que salga bien. Viajar implica mucho goce y disfrute, pero también cierta responsabilidad o deber para que las cosas no se tuerzan. No queda otra; hay que hacer pequeños esfuerzos. Yo he sido casi toda mi vida un desastre, pero viajando también he aprendido a ser más espabilada (¡y aún me queda mucho!). Por eso hoy quiero apuntar hasta 20 detalles que debes cuidar cuando viajas.
- Mirar que tu DNI no esté caducado si viajas a Europa o que el pasaporte esté en regla si lo haces al extranjero. A mí me ha pasado y aunque en mi caso se portaron bien, podrías quedarte en tierra.
- No te pases con las medidas del equipaje (ni con el equipaje permitido, en general), o tocará pagar.
- Debes estar al día de la documentación y la vacunación que exigen países extranjeros.
- Llevar la cámara, las tarjetas y los cargadores. También me he olvidado de alguno de ellos y la verdad es que es un auténtico bajón cuando te gusta inmortalizar tus viajes, darte cuenta de que te has olvidado de alguno de ellos.
- Sacar entradas para monumentos o visitas muy concurridos. Puede que por no hacerlo con tiempo, te acabes encontrando sin acceso.
- Procura viajar siempre con un seguro de salud por cualquier cosa que pueda pasar. Si te pasa algo en el extranjero (desde un simple esguince o intoxicación hasta pasar por enfermedades como el dengue o un apendicitis), deberás acometer los gastos de estos tratamientos y dependiendo del lugar, pueden ser realmente caros.
- Si tienes seguro privado, en determinadas ocasiones te cubren los gastos sanitarios en el extranjero en caso de accidente. Infórmate del límite y de qué tienes que hacer para que te ayuden. Suelen tener un teléfono para la gestión; no dejes de apuntártelo porque en determinados casos puede ser muy necesario.
- Busca restaurantes menos turísticos. Encontrar buenos lugares para comer siempre es tarea compleja también, así que te recomiendo que dediques un tiempo a encontrar opciones menos turísticas y auténticas donde poder llevarte una experiencia inolvidable. La app que suelo utilizar es Tripadvisor, si bien me ha pasado también que los lugares estén abarrotados al haber llegado por la misma vía que yo. ¡Todos queremos lo mejor!
- Mira siempre cómo llegar del aeropuerto a tu lugar de hospedaje. A no ser que quieras pagar un taxi y ser muy práctico, es fundamental saber moverte en los primeros compases del viaje, por lo que te aconsejo que siempre hagas esa búsqueda de información y te lo apuntes bien clarito. Es tan sencillo como buscar en Google: Cómo llegar del aeropuerto de la ciudad X al centro de la ciudad. Y después ver cómo llegar a tu hotel con Google Maps.
- Infórmate de cómo moverte de la mejor manera por el lugar de destino. A veces, la red de transportes es muy diferente a la nuestra y nos costará hacerlo en el momento. Por eso, es ideal poder leer previamente cuál es la forma más cómoda y económica de moverte; y una vez allí, ir haciéndolo.
- Contrata una tarjeta de crédito. Hay en países donde no puedes acceder a determinados servicios sin una tarjeta de crédito, por lo que si te puedes hacer con una, te ayudará en determinados casos.
- Cuando alquiles un coche en cualquier parte del mundo, asegúrate de hacerle fotos si tiene algún tipo de rasguño. No tiene por qué pasar pero en muchas ocasiones, se puede crear confusión sobre los golpes una vez que devuelves el auto y lo mejor es poder tener una defensa. Por regla general, yo recomiendo contratar sus seguros a todo riesgo, para que no salga muy caro en caso de que pase algo, pero también entiendo que a veces hace subir mucho el precio del alquiler del coche.
- Elige el hotel con mimo. Soy de las que hace tiempo pensaba que el hotel era de las cosas menos importantes de un viaje. No obstante, hay varias cosas que ahora considero fundamentales a la hora de elegir un alojamiento: ubicación, comodidad de la cama y ausencia de grandes ruidos / mal estado / otras cosas desagradables que te puedes encontrar. Por eso, más allá de comprobar que el hotel está céntrico y bien comunicado, yo suelo tirarme un rato largo leyendo comentarios de otros usuarios en Booking, para evitar sorpresas. Y funciona.
- Tener un plan de ruta. Creo que no está mal improvisar, pero que cuando viajas a un destino más o menos también debes tener un plan de ruta. Quizás por los días con los que cuentas no puedas visitar todo y por eso, debes elegir y saber qué quieres visitar más o menos en ese tiempo. Esto es aún más necesario cuando viajas con gente. Hablad primero qué haréis y así no tendrás que dejar de hacer algo que quieras porque sobre la marcha ellos decidan otro plan. Lo que se ha hablado debe respetarse. Así que lo mejor, sin duda, es decidir de antemano y hablarlo. ¡Aunque después se pueda cambiar!
- Infórmate sobre dónde cambiar dinero para que te salga más barato. Para ello, también existen tarjetas pensadas para movimientos en el extranjero como BNext o Revolut, que te permiten sacar dinero en cualquier parte del mundo y pagar en otras monedas sin comisiones.
- Solicita entrada a lugares que tienen limitado el acceso. Este es el caso de lugares soñados como Machu Picchu, las islas Cíes o el Reichstag de Berlín.
- Tener Internet siempre ayuda. Hay gente que tiene todo organizado desde casa y aunque es una gran idea, no siempre es posible/viable. Por eso, mi recomendación es que os hagáis con Internet en el destino (en muchísimos lugares del mundo contaréis con WiFi, pero en otros no) y así poder ir buscando cosas de un día para otro. Yo he viajado por el Sudeste Asiático reservando hotel de un día para otro en los alojamientos. Para ello, también es importante, si es un país donde los hoteles suelen contar con WiFi, que tenga buena conexión. Lee los comentarios en Booking y casi siempre podrás encontrar opiniones sobre estos temas.
- Infórmate en general sobre el país y sus usos y costumbres. Viajar a veces es un choque mental, ya que podemos hacerlo a países con una serie de valores y tradiciones muy diferentes al nuestro. Por eso, debes ser respetuoso e interesarte por el país para poder encajar lo que estás viendo y a la vez, ser un turista deseable. Para ello, puede ayudarte una guía, una novela basada en el lugar o ensayos más especializados sobre su sociedad. En general, son detalles que mejoran la experiencia. Y se agradece.
- Deja algo de tiempo para los momentos de placer. Un viaje es generalmente ver y conocer un lugar diferente, pero también poder disfrutar de momentos que nos saquen de nuestra rutina. Por eso, mi consejo es que entre visita y visita, dejes algo de tiempo también para ir a un bar de la zona, sentarte un rato en un banco para sencillamente observar el entorno o pasea sin rumbo fijo para tomar el pulso a la ciudad. Con el tiempo lo agradecerás.
- Invierte dinero en cosas especiales, cuya oportunidad seguramente no volverá a presentarse. Yo he cambiado mucho a la hora de viajar con el paso de los años, y en los primeros, siempre priorizaba el ahorro. Ahora, sin embargo, me fuerzo a dejarme dinero en actividades especiales dentro del país que sé que no tendré seguramente oportunidad de volver a repetir en mi vida. Por ejemplo, en Estambul gasté 30 euros en entrar al hammam de Cemberlitas y aunque en su momento me arrepentí porque no creía que la experiencia estuviera a la altura del precio, ahora sin embargo recuerdo aquel momento como algo especial. Y creo que mereció la pena la inversión.
