Ya hemos hablado otras veces de hoteles raros repartidos por el mundo, esa especie única de alojamientos que se han convertido también en los nuevos objetivos de los viajeros de lujo. Uno de estos hoteles raros es el Palacio de Sal, en Bolivia, un alojamiento hecho al 100% de sal. Todo. Muebles, paredes, mesas, etc. ¿Os imagináis?
Cómo no, está situado en el gran salar de Uyuni, que se trata del más grande del mundo, con una extensión de 12.000 kilómetros cuadrados, y su situación lo hace también único.
Las habitaciones, especies de iglús construidos con bloques de sal, son 16 y además de espaciosas, están muy bien.
El objetivo del hotel ha sido, como dicen en su web, «lograr que los pasajeros que visitan el salar de Uyuni tengan un lugar, que vaya en equilibrio con la naturaleza y el paisaje que lo rodea, para disfrutar de un descanso placentero e inolvidable».
También se enorgullecen de haber ganado varios premios y no es para menos. ¡Es único!