Oviedo

Paseando por Oviedo, el viajero puede darse cuenta del encanto y la elegancia de esta ciudad, capital de Asturias. Oviedo tiene en muchas de sus arterias esculturas de color negro, el color elegante por excelencia, como si de un museo en vivo se tratase. Además, sus calles lucen limpias y la gente va arreglada. Los asturianos cuidan lo suyo y eso puede verse en el orgullo del que hacen gala. Oviedo es una ciudad bella. No demasiado grande. Casi perfecta. Hoy trataremos de resumir los nombres clave de qué ver en Oviedo.

A pesar de la rivalidad que tiene con la otra ciudad importante en Asturias, Gijón, son dos urbes muy diferentes. Oviedo no tiene playa, pero su encanto reside en sus calles empedradas, las esculturas, su preciosa catedral, la Plaza del Ayuntamiento o las joyas del arte perrománico asturiano a las afueras de la ciudad: Santa María del Naranco, la iglesia de San Miguel de Lillo y San Julián de los Prados (todos ellos nombres para qué ver en Oviedo).  Las dos primeras iglesias se encuentran en el Monte del Naranco, un pulmón para la ciudad y un lugar con maravillosas vistas para contemplar Oviedo.

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Por supuesto, Oviedo es uno de los lugares de interés de Asturias y aunque es una ciudad y está muy urbanizada, aún se puede percibir la mano de la naturaleza en ella: cuando la avistas, ves color verde, algo de lo que pocas ciudades pueden presumir. La vía principal para centrarnos en qué ver en Oviedo es la Calle Uría, que parte de la estación de tren de la ciudad y en la cual se encuentran la mayoría de tiendas y locales comerciales más importantes.

Además, recorriendo esta calle, podremos pasar por delante de muchas de las esculturas que ponen color a las calles de esta ciudad. Una de ellas presenta a Woody Allen, un enamorado de esta ciudad, donde recibió el Premio Príncipe de Asturias. Esta escultura, que muchos saben que pone un punto de humor y cultura a su viaje, aparece como una de las más importantes que ver en Oviedo. Como anécdota, que sepa el viajero que las gafas del director (en su representación, obviamente) desaparecen de vez en cuando en noches de juerga.

Esculturas de Oviedo

Otra de las esculturas más famosas de la ciudad es ‘La Maternidad’, conocida en Oviedo como ‘La Gorda’, situada en la Plaza de la Escandalera y que representa a una madre con su hijo. Hecha por el conocido Fernando Botero, se sitúa muy cerca de la conocida como ‘El Culo’, cuyo título es ‘Culis Monumentalibus’, de Eduardo Urculo. Esta última fue la más polémica de las esculturas en la ciudad de Oviedo, pero ahora el debate está enterrado y luce junto al resto de las presentes en la ciudad.

Otra de las esculturas de Oviedo que el viajero no se puede perder es la ‘La Regenta’. Se sitúa en la Plaza de la Catedral, por lo que además se sitúa en una zona muy turística que no se debe perder a la hora de fijar qué ver en Oviedo. En la escultura, Ana Ozores, la protagonista de la novela de Leopoldo Alas Clarín, pasea por la antigua Vetusta, ahora Oviedo.  A partir de la plaza para arriba, encontraremos calles irregulares y empedradas que nos llevarán al Oviedo más bonito, recogido, alegre y lleno de bares y restaurantes, que siempre estarán dispuestos a alegrarnos el día con la gastronomía asturiana; quien sabe si una fabada y un poco de sidra.

Al lado de las esculturas de  ‘La Maternidad’ y el  ‘Culis Monumentalibus’ se sitúa el Teatro Campoamor, el escenario donde se entregan los principes de Asturias, también importante, por ello, en el capítulo de qué ver en Oviedo. Por último, uno de los nombres imprescindibles en qué ver en Oviedo es la calle Gascona. ¿Por qué una calle? Por una sencilla razón: porque la gastronomía asturiana bien vale una visita y este rincón tiene muchos y buenos restaurantes. Además la calle Gascona es conocida como el ‘Boulevard de la Sidra’, por lo que el turista tiene asegurado un festival con la bebida más típica asturiana.

Si el viajero quiere hacer alguna visita gastronómica, cuenta con varias localidades que forman la comarca de  la sidra, al hilo de la mención a esta bebida. Tampoco queda lejos Gijón, a la que se llega fácilmente en coche. Si incluso se quieren conocer los arenales asturianos, desde Oviedo hay 108 kilómetros a Llanes, el paraíso marítimo de la región.

por Irene

Periodista desde 2008. Inquieta y curiosa de toda la vida. Abierta a todos los planes; ¡no hay destino que no merezca la pena!

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