Si hay un personaje que haya estado presente en gran parte de los viajes que he hecho este año ese es Vincent Van Gogh. El pasado septiembre estuve en la Provenza, región donde residió el artista durante la época más fructífera artísticamente hablando de su vida; en diciembre en París, donde estuvo de paso; y esta Semana Santa, en Ámsterdam, capital del país que le vio nacer y donde se encuentra el museo dedicado a su figura. En Francia, me gustaba pensar cómo debía haber sido su vida, pues este personaje siempre ha despertado mi curiosidad.
Van Gogh, tan especial y a la vez tan frágil. Tan lejos del equilibrio como de la mediocridad.
Vamos a recorrer alguno de los lugares donde Van Gogh vivió y que en muchos casos, sirvieron de inspiración para sus cuadros. Otros son protagonistas de los mismos.
París
Van Gogh vivió en París antes de trasladarse a Arlés y allí conoció a la vanguardia artística del momento: hombres como Henri de Toulouse-Lautrec, Georges Seurat, Paul Signac, Émile Bernard o Paul Gauguin. Además, descubrió la obra de los pintores impresionistas y su manejo de la luz y el color, que influyeron también en su obra.
París es una referencia en el mundo del arte y la cultura y ha sido históricamente lugar de acogida para muchos artistas. Hoy en día aún se puede apreciar ese halo artístico-cultural en las cafeterías, en Montmartre y su plaza de los pintores (plaza de Tertre) o en los museos de la ciudad, que no son pocos. El Museo del Louvre, el Museo de Orsay y el centro de Pompidou, entre otros.
Arlés
Esta localidad de la Provenza francesa acogió al pintor allá por 1888, después de su estancia en París. La potente luz de la zona y los paisajes bucólicos ayudaron al pintor a crear bonitos cuadros que muchos ya conocemos: la habitación de Arlés, los Girasoles, la Silla de Van Gogh o el Café de Arlés. Curiosamente, ninguno está hoy en esta localidad. En ellos se puede apreciar la intensificación del color, sobre todo del amarillo, tan presente en la obra del autor.
Aquí fue también donde invitó a Paul Gauguin a vivir con él, a fin de crear una comunidad de artistas. Después de dos meses muy prolíficos, tuvo lugar la conocida discusión que acabó con Van Gogh cortándose en una oreja al conocer que su compañero abandonaría la ciudad.
Actualmente, en Arlés solo se puede visitar un centro donde estuvo el pintor, hoy convertido en un lugar público con una biblioteca, una sala de exposiciones y tiendas de souvenirs. Por otro lado, en una de las plazas centrales de la ciudad podemos tomar algo en el Café Terrace, protagonista de su cuadro ‘Terraza del café de la Place du Forum en Arlés por la noche’. El parecido se palpa a la vista.
La localidad merece una visita. Está algo descuidada pero en ello reside su encanto. El contraste de lo antiguo y lo moderno; los monumentos de la época del Imperio Romano y el paseo del río son otras buenas excusas.
Saint Remy de Provence
En esta pequeña localidad de la Provenza, el escritor pasó una etapa algo convulsa y estuvo internado en el Monasterio Saint Paul de Mausole. Hoy se puede visitar la que fue su habitación y aunque no se entre (yo no lo hice) se puede apreciar la bella naturaleza del entorno y en distintos puntos, réplicas de las obras del pintor reflejan lo que fue lugar de creación.
Es curioso estar en un lugar que inspiró a un gran artista. Ver lo que el veía, lo que recreó, buscar comparaciones, colores, luz o detalles en los que él pudo haberse fijado.
El pueblo es bonito y pequeño, con calles empedradas y muchos establecimientos cuidados al milímetro.
Ámsterdam
Aunque Van Gogh no tiene una íntima relación con Ámsterdam, pues él nació en Zundert, esta ciudad tiene un don natural para hacer museos (hay un montón en la ciudad), así que allí está el Museo Van Gogh. Porque el pintor es holandés. Estos días está abriendo de nuevo al público tras importantes reformas. Hay reconocidas obras del artista como Los Girasoles, la Habitación de Arlés o varios autoretratos conocidos. Pero no están todas, está claro. Hay muchas repartidas por otros importantes museos del mundo e incluso en venta por cifras estratosféricas.
Quién se lo hubiera dicho a Van Gogh, que solo vendió un cuadro vida.
Buscando rutas de seguimiento de Van Gogh hemos dado con este post. Nos gusta mucho el contenido, gracias!:)
Definitivamente todos los «locos» del impresionismo han resultado ser los verdaderos artistas de nuestros tiempos..
Muchas gracias!!
Nos alegramos de que os gustara. Desde luego, el legado de los impresionistas es de los más importantes en el Arte.
Saludos!!
Me encanta el impresionismo, y sobre todo Van Gogh, sigo a menudo este blog y es muy interesante.
Saludos
Muchas gracias por el comentario!
Un saludo!
Irene