Voy a empezar este artículo con sinceridad: soy joven, ahorradora y mileurista. Viajar supone para mí un esfuerzo económico considerable y por eso, suelo intentar evitar gastos en cosas como cenar fuera en mi ciudad o ir a la peluquería cada mes, para poder pegarme unos cuantos viajes cada año y disfrutar plenamente de ellos. En los últimos tiempos, buscando el mejor precio en mis vacaciones, me solía alojar en albergues o hostels, incluso he viajado durmiendo en furgoneta, pero en mi último viaje a Nueva York, he vuelto a saber lo que era un hotel y he pensado que voy a dejarme de tanto ahorro –para eso ya está el resto del año- y volver a disfrutar de un hotel de vez en cuando. Y de paso, escribir una reivindicación del hotel como la mejor forma de alojamiento.

Hablaré, claro está, de las ventajas que supone un hotel frente a otras formas de alojamiento y de algunas razones de peso para elegirlo.

La cama es mejor, de largo

He compartido la opinión con otros viajeros y en Nueva York, los colchones de las hoteles suelen ser de la mejor calidad. En mi viaje, cuando llegaba a la cama, me hundía literalmente en ella y caía rendida. Esta es sin duda la mejor ventaja de los hoteles: la cama es mucho más cómoda, de largo, que en otros tipos de alojamiento. Incluso en el mejor hostel donde me he alojado en mi vida, el SuperHostel Liteiny, 41 de San Petersburgo, el fallo más grande eran las camas, algo incómodas y pequeñas.

La limpieza, la imagen

Recuerdo que en un viaje que hice a Perú, hace ya cinco años, tenía una especie de reto: encontrar la comida más barata, el tour más barato, el alojamiento más barato… y descubrí en mis propias carnes ese dicho de “lo barato sale caro”. El plato más barato que encontré fue de 1 euro. Se componía de un filete de ternera de textura más parecida a un zapato que a una carne sabrosa, un trozo de pan duro y agua del grifo. En cuanto al alojamiento, fui un hostel que parecía también más una cárcel que un alojamiento; oscuro, frío, con habitaciones sin ningún tipo de decoración, totalmente gris.

Claramente, se trata de dos extremos, pero es raro encontrar este tipo de cosas en un hotel. Y menos en un hotel con apariencia de hotel; me refiero, más allá de la etiqueta. ¿Me entendéis?

La sensación de estar en casa

Habitualmente, cuando voy a un hostel que he elegido solo por ahorrar, no suelo pasar el día pensando en volver al alojamiento. No pasa lo mismo en el hotel. Y esto es importante porque al final, esas horas forman también parte del viaje. Después de un día pateando, quizás con frío, quizás con mucho cansancio o incluso dolor, lo mejor es llegar a un sitio donde puedas sentirte como en casa.

Creo que eso lo logran fácilmente muchos hoteles.

Me gustó un artículo de opinión publicado en CNN recientemente, en que su autora defendía los hoteles como lugares para mantener relaciones. Incluso para estos menesteres, los hoteles tienen un embrujo (y la comodidad necesaria) especial. «La vida es la misma: dormir, despertarse, trabajar, comer, sexo, pero en un hotel, todo tiene un toque de novedad», decía.

Y a eso me refiero cuando aseguro que en un hotel te sientes como en casa. Volviendo a mi viaje a Perú, la primera noche que dormí sola -viajé sola al país- fue una seguridad añadida hacerlo en un buen hotel. Me proporcionaba confianza; era lo más parecido que podía encontrar a mi casa -al menos esa era mi sensación-.

hoteles

Los servicios

No sé ustedes, pero yo soy una mujer despistada; en ocasiones dejada. Y no acabo de enterarme si en los hostels ponen productos de baño, toallas, sábanas, toallas de un tamaño mínimamente adecuado, etc. Y por eso, en este caso, el hotel me parece un seguro. Un lugar donde no tienes que preocuparte por estas cosas. Muchos pensarán que es un detalle mínimo, pero a veces cuenta.

¿Por qué no?

Actualmente, existen webs que te consiguen los mejores precios de los hoteles, combinados muy baratos de alojamiento, actividades y avión y quizás el precio no sea un factor tan decisivo.

¿Qué opináis vosotros? ¿Es el precio el factor más importante? Si no, ¿cuál lo es?

por Irene

Periodista desde 2008. Inquieta y curiosa de toda la vida. Abierta a todos los planes; ¡no hay destino que no merezca la pena!

6 comentario en “Reivindicación del hotel como la mejor forma de alojamiento”
  1. Buenos días : Quería compartir contigo la afirmación de que el hotel es una buena forma de alojarte. Para mi es mejor llevar una vida austera sin lujos y en vacaciones permitirme viajar a cualquier parte del mundo. Viajar es mi hobby y me encanta. No obstante quiero hacerte una puntualizacion : Hay otras formas de alojamiento, `por un lado puedes realizar un intercambio de viviendas, lo he hecho en varias ocasiones y me ha encantando a través de Home for Home. También es una forma de hacer amigos y si sintonizas con la familia podrás volver al mismo lugar con los ojos cerrados. Otra forma sería el de alquilar una vivienda por temporada turistica. Aunque existe debate sobre este tema, pienso que es una oportunidad de sentirte como en tu casa.
    Si en alguna ocasión estás interesada en alguna de las dos modalidades, no dudes en ponerte en contacto conmigo y te amplio la información.
    Desde Canarias te deseo un buen día.
    Saludos, Juana Teresa

  2. Hola Juana Teresa!

    muchas gracias por tu comentario 😉 Yo la verdad es que he sido poco innovadora para el alojamiento y siempre he ido a hotel/hostel/furgoneta, queriendo alguna vez probar por ejemplo Couchsurfing, pero no haciéndolo finalmente.

    Me quedo con Home to Home para probarlo algún día. ¡Gracias!

    ¡Saludos!

    Irene

  3. Hola Irene! A mi también me gusta mucho ir a hoteles. Y lo hago cuando puedo (sobretodo si hago un viaje corto). Pero como en los viajes me priman más otras cosas, cuando me he ido durante mucho tiempo, la mejor opción para mí, es el INTERCAMBIO DE CASAS. Lo hice en Nueva York y San Francisco y las dos experiencias fueron buenísimas (si te interesa lo cuento en mi blog).

    Estoy desacuerdo con lo q dices de los Hostels y los Holteles y q a veces lo barato sale caro, aunq he vivido algunos casos como hostels baratos y preciosos en Budapest o en Berlin y un Hotel q dejaba mucho q desear en cuanto a limpieza y antigüedad com el Penssylvania de NY.

    Y después de todo este rollo te doy las gracias por el post. Me gusta mucho leerte!

  4. Pues nada, en los próximos viajes me acordaré de vosotras y miraré como opción el intercambio de casas!! la verdad es que sí, dependiendo del viaje, buscas un tipo u otro de alojamientos. Hay países como Tailandia donde por 4 euros he dormido en hoteles fantásticos, pero supongo que Berlín es mucho más «disfrutable» en un hostel 🙂

    A mí también me gusta mucho tu blog, así que a seguir ambas adelante! saludos!!

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