CONCEJO: Castrillón
ORIENTACIÓN: de O a E
EXTENSIÓN: 5 km y medio
DURACIÓN: 2 horas
PERFIL: asequible, con tres pendientes, una de ellas corta y escalonada pero fuerte. Dificultad media
PISO: la senda nueva, de tierra firme y asfalto granulado, con miradores y zonas de descanso, abarca dos tramos: el primero, del Playón de Bayas a Bayas pueblo; y el último, de Bahínas a Santa María. La playa de Muniellos y la de Bahínas están unidas por un camino natural de monte y pradera. El resto, poco, es asfalto.
PANORÁMICA: itinerario muy abierto al principio, pegado al mar, luego con bosque, cercano a los pueblos y más separado, salvo en los puntos más bajos, de playa. Conservación y señalización mejorables
ACCESO: autovía del Cantábrico, A8/E70, salida 424 a Aeropuerto de Asturias – N-643 a Santa María del Mar – En el pueblo de Naveces, desvío a la izquierda a Bayas. Sobrepasada la pista del aeropuerto, nuevo desvío a la izquierda por un camino de cemento entre casas sobre el mar, que da al aparcamiento, ya en la zona central de la playa.
SALIDA: Playón de Bayas, un arenal semiurbano y de fuerte oleaje, de unos tres kilómetros, el más grande de Asturias, frontera entre los concejos de Soto del Barco (O) y Castrillón (E), situado justo al norte del aeropuerto provincial
LLEGADA: Playa de Santa María del Mar, en la desembocadura del río La Ferrería, urbana y residencial, amplia ensenada con paseo marítimo y cámping.
RECORRIDO: Al este del Playón de Bayas, comienza nuestra ruta de hoy, otro tramo nuevo de la Senda Norte, a la altura de la playa de Requexinos, dunar y nudista. La salida en fuerte pendiente, entre el verde y el agua, nos lleva al alto mirador situado justo enfrente y encima del Peñón de Deva, un enorme islote casi pegado a la costa, rocosa referencia de aves y navegantes; la panorámica costera es amplia: al oeste el muelle no muy lejano de San Juan de la Arena, en la desembocadura del Nalón, y al este salientes y entrantes que culminan en el Cabo Peñas (la meta de nuestra ruta anterior), borroso en la lejanía.
Continuamos hasta el siguiente mirador para despedirnos del paisaje: una postal de pedreros, espuma y agua que ruge muy abajo de nuestros pies. Seguimos adelante y, al poco de sobrepasar el área de recreo vecina, nos topamos con las antiguas instalaciones de la Real Cía. De Minas de Asturias, cuyos restos se han aprovechado para un Observatorio Ornitológico y un Centro de Interpretación de la zona que ya no permite interpretar nada porque es una pura ruina, símbolo involuntario de los tiempos que corren. Menos mal que, en la parte trasera, un nuevo mirador nos regala otra maravillosa vista marina. Algo más adelante, un pequeño desvío a la izquierda nos acerca a la punta del cabo Vidrias, roqueda vertical de olas y gaviotas que domina la zona: la isla Deva, ahora lateral, se alarga sobre el agua como un caracol gigante e inmóvil.
Recobrada la senda, entramos en un eucaliptal tupido y sombrío que nos lleva, en pronunciada pendiente al nivel más bajo, a la altura del mar. Oímos el tremendo rugido del agua ya antes de llegar a la Playa del Regueru, pedregal oscuro y apartado. Pasando un puentecillo de madera, la senda continúa en subida escalonada casi vertical. Gracias que arriba hay un banco para descansar sobre la hierba del acantilado, donde pastan las vacas, y que, tras un pequeño llano con final en ligera cuesta, aparecen las primeras casas del pueblo de Bayas.
Justo tras la primera, la senda desemboca en la carretera para bajar por esta hacia la izquierda, entre chalés, abandonando el pueblo en busca de la cercana playa de Munielles, amplio arenal grisáceo con merendero, chiringuito y aparcamiento. A la derecha salen las escaleras que continúan la ruta hacia el oriente, cruzando en continuado ascenso un nuevo bosque, el eucaliptal de Linares, para luego descender hasta el pueblo de Bahínas, un precioso balcón sobre la llanura costera que forma la ensenada de Santa María.
Unos cientos de metros más abajo, nos recibe la Playa de Bahínas, otro arenal oscuro, con su bar-terraza y su camping tan verdes. Al otro lado de la carretera, un último esfuerzo pendiente arriba nos pone en el Mirador del Escayu. Y ya solo tenemos que descender por el borde del acantilado para alcanzar nuestro objetivo final, la Playa de Santa María del Mar.
VISITAS OPCIONALES: El aeropuerto de Santiago del Monte; los pueblos de la Ría del Nalón (Pravia, Muros, Soto, San Esteban, San Juan), al oeste; la zona de Avilés, al este; y la zona residencial y playa de Salinas.