Ocho lugares donde encontrar paz en Madrid
Irene 1 junio, 2015La gente a la que no le gusta Madrid suele encontrar las razones de este rechazo en el barullo de la ciudad y el caos que a veces se genera en ella. Otros disfrutamos de ese ambiente… pero también nos cansamos. Para unos y otros va dedicado este artículo sobre ocho lugares donde encontrar paz en Madrid. Lugares tranquilos, en ocasiones verdes, relajados, donde el tiempo pasa despacio y donde poder lograr un rato de sosiego. Ya no tienes excusa para visitar o volver a la capital. Además, la gran mayoría son gratis o te dejarás en la actividad poco dinero, por lo que un añadido más para convencerte. «En Madrid cuesta hasta respirar», decía una amiga. Otro pretexto desterrado. ¡Anímate a conocerlos!
El Palacio de Cibeles
Aunque sea uno de los principales monumentos en la capital y por ello, muchas veces esté muy concurrido, el Palacio de Cibeles tiene zonas de lectura donde poder encontrar un poco de paz si te estás moviendo por el centro de Madrid. También alberga exposiciones muy interesantes y si llevas bien compartirlo con más gente, puedes subir a su azotea y ver una de las mejores vistas de la ciudad.
Dirección: Plaza de Cibeles
Metro: Banco de España
Entrada: A la zona de exposiciones y lecturas, gratis. Para subir a la terraza, 2euros
Nota: También hay un bar donde tomarse algo con consumición obligatoria de al menos 4,5 euros. Precio del mojito: 12 euros (esto sí es caro)
Templo de Debod
Los parques son seguramente los lugares más indicados donde bajarse un rato de la locura de Madrid. Pero el Retiro está muy visto y suele haber mucha gente. Aunque el Templo de Debod tampoco es ningún desconocido, su puesta de sol hace que no pueda faltar en esta lista. Ese momento de conexión con el gran astro a la hora del atardecer se disfruta de una manera brutal sentado en el césped de este parque. Y la paz llegará… aunque sea un instante.
Dirección: Calle Ferraz, 1
Metro: Plaza de España
Entrada: gratis
Nota: Siempre mejor al atardecer
Lago
Madrid tiene un río y un lago. El entorno del primero ha sido rehabilitado recientemente hasta quedarse en un lugar bonito por el que pasear conocido como Madrid Río, pero suele estar bastante masificado; así que paz poca. Incluso puedes encontrarte peleas entre ciclistas, paseantes y corredores luchando por su trozo de pista. Pero la zona de Lago es diferente. A pesar de ser un rincón encantador, pocas veces está intratable. Allí puedes disfrutar del cantar de los pájaros o del sonido del agua que sale a chorro en mitad del lago; sentarte a tomar algo en sus terrazas; o pasear viendo de fondo monumentos imponentes como el Palacio Real o la Catedral de la Almudena.
La Residencia de Estudiantes
La Residencia de Estudiantes fue el lugar donde se acogió a estudiantes universitarios tan insignes como Federico García Lorca, Salvador Dalí o Juan Ramón Jiménez allá por 1910, además de facilitarles un ambiente intelectual estimulante a través de una fuerte dinámica cultural o el estudio multidisciplinar. Hoy en día organiza actos públicos como recitales de poesía, tiene un espacio para exposiciones y muestra al viajero una habitación reconstruida de las que se ofrecían al principio del siglo XX. Pero es también un lugar rodeado de árboles y vegetación, bancos donde poder sentarse a leer y un rincón de paz en toda regla.
Dirección: Calle Pinar, 22-24
Metro: República Argentina. Hay que andar unos cinco minutos.
Entrada: gratis
Casa del lector, en Matadero
Cuando se me ocurrió este post, pensé irremediablemente en el acto de leer. De ahí que esté mencionando lugares donde se puede ir a practicar esta actividad. Leer solo se puede practicar en paz y no concibo un lugar para ello donde no se respire calma. Y humanidad. De ahí que la Casa del Lector, centro pensado para el culto a la lectura y ubicado en el Matadero de Madrid, era una recomendación indispensable. Allí podrás ver exposiciones, leer y disfrutar de un rato de silencio, tan necesario, como acabar y comenzar un buen libro.
Museo Sorolla
El Museo Sorolla, además de una de las mejores casa-museo que haya visitado nunca y un lugar ideal donde ver una buena parte de la obra del autor, es también un remanso de paz en mitad del centro de Madrid. Bancos para descansar, una fuente de agua y vegetación completan este rincón de la capital; bello y relajado a partes iguales.
Dirección: Calle General Martínez Campos, 37
Metro: Gregorio Marañón, Iglesia o Rubén Darío
Entrada: General 3 euros. Gratis sábados por la tarde y domingos por la mañana
La Fugitiva
¿Os imagináis un bar donde casi nadie habla, ir solo es lo más habitual y además de tomarte una caña o un café, puedas levantarte y comprar un libro en el momento que desees? Pues en Madrid existe y se llama la Fugitiva. Es uno de esas librerías-bares que salpican la ciudad (cada vez son más) y que al menos a mí, me transmiten una paz inigualable. Yo cuando tengo un mal día voy allí y me relajo. O voy buscando inspiración. O a leer cuando en casa no me concentro. En fin, es el bar que vale para todo.
Dirección: Calle de Santa Isabel, 7,
Metro: Antón Martín
Entrada: Gratis. Consumición media: 2 euros
El Capricho
Un parque precioso, tranquilo y este sí, mucho menos visitado que otros en gran parte porque está un poco más alejado del centro, es un lugar ideal para pasear, poner nuestras ideas en orden y encontrar un rato de paz. Se trata del parque del Capricho, creado por los Duqueses de Osuna y de gran valor artístico, ya que podemos encontrar esculturas o un templete precioso. Setos recortados, un estanque o amplias parcelas de campo completan esta preciosa visita, que no os recomiendo fervientemente.
Dirección: Paseo de la Alameda de Osuna, s/n
Metro: Alameda de Osuna
Entrada: Gratis. Abre solo los fines de semana
Comments (9)
¡Qué chulo, Irene! Algunos de estos sitios no los conocía, como la Fugitiva, así que tomo nota 😉
un abrazote de la cosmopolilla
¡Gracias Patri!
Me alegro de poder recomendarte lugares que me gustan de Madrid y que ofrecen un espacio de tranquilidad. La Fugitiva es el mejor «bar» del mundo para ir sola… así que es el mejor de los mejores para mí 🙂
Un beso,
Ire
Jo, qué buena selección. A mí me falta por conocer el parque del Capricho, no lo he visitado nunca. Me gusta este post porque yo en mi mente tengo Madrid como una de las ciudades más gamberras. Siempre con una opción de ocio para vivir a tope. Claro que este ocio relajado es también una muy buena opción para disfrutar de la ciudad. Gracias 😉
La última vez que fui a Madrid por fin fui al Templo de Debod y me encantó. Un sitio mágico.
Me queda mucho por conocer de Madrid 🙂
jeje Carol, estoy contigo 100%. La esencia de Madrid es la de los mil planes, el ambiente todos los días, las cañas… pero como ese ritmo suele ser frenético, he creído que era interesante combinarlo con precisamente todo lo contrario. El Capricho es muy chulo, ya me contarás qué te parece.
Y Flavia, el Templo es mucho Templo y cada atardecer un momento único. Eres bienvenida siempre que quieras a esta ciudad 🙂
¡Un abrazo para las dos!
Irene
Buena selección!, comparto varios de los lugares escogidos :D, de hecho tengo un post a medio escribir por ahí perdido muy similar xD.
En La Fugitiva sólo he estado una vez, y es un lugar encantador. El jardín del Museo Sorolla es una pasada, y qué vamos a decir del Parque del Capricho y del Templo de Debod…
Será por opciones en Madrid!, incluyendo pequeños rincones de paz donde relajarse del ajetreo y la vorágine 😉
Muchas gracias por el comentario, David 😉
Me ha hecho ilusión conocer a alguien que haya estado en La Fugitiva. Cuando llevo a mis amigas, no les parece para tanto y tiene algo que lo hace mi lugar de paz absoluta; no sé por qué.
Me alegro de que nos gusten cosas parecidas. ¡Me quedo esperando tu post! 🙂
Saludetes,
Irene
No tenia ni idea de muchos de los lugares que nombras por aquí, otros si… claro! pero me ha gustado mucho los lugares, creo que tengo cita con alguno de ellos cuando vuelva por Madrid 😉
¡Gracias por descubrirnos rinconcitos chulos!
¡Un abrazote!
Me alegro Silvia porque así podrás disfrutar cada uno de ellos en un futuro viaje a Madrid y te aseguro que ninguno tiene desperdicio.
Cada cual me gusta más.
Un beso!
Irene