Qué ver en el sur de Bali: Playas, templos y otros planes

La zona sur de Bali, aunque por lo general es caótica y demasiado turística, tiene las mejores playas de la isla y varias visitas de interés, por lo que si viajas a este destino, te recomiendo pasar allí al menos tres días completos. Si como os conté Bali está demasiado masificada, la zona de Kuta y alrededores se lleva la palma: fue allí donde llegaron los primeros viajeros en busca del surf y se encontraron además con un paraíso que exportar. Pero a pesar del ruido y de que la cultura balinesa no esté tan presente como en otras zonas, Kuta y alrededores también se pueden disfrutar.

La calle Legian es agradable, ideal para comprar souvenirs o un vestido regateando con los lugareños; la playa es muy adecuada para hacer surf y ¡la mejor para verlo, ya que está lleno de surfistas a todas horas!; y el atardecer es todo un evento que no se puede uno perder. Los lugareños acuden a la playa en manadas, muchos de los cuales quieren fotografiarse contigo, juegan al fútbol o simplemente se bañan; y se montan bares espontáneos con cervezas frescas y cajas como barra de local. Hay atardeceres que de lo bonitos que son hacen daño. Eso sí, la vida de la gente local es más reducida que en otros lugares de la isla, o al menos no está tan integrada, por lo que olvídate de poder encontrarte un bonito mercado o un templo en cada esquina. Nosotros llegamos preguntando a un mercado y era pequeño y estaba destinado a la comida, por lo que al final, por el intenso olor, acabamos saliendo de allí pronto.

Cómo llegar a la zona sur de Bali y donde alojarse

Como el aeropuerto de Bali (Ngurah Rai, del que se habla como el de Denpasar pero que no está en esta ciudad) está al lado de Kuta, podéis hacer noche allí, ya que queda bastante bien para ir a cualquier lado bien sea en moto o en transporte privado. No obstante, yo viajé en octubre y no había demasiada gente. Si vais en temporada alta quizás Jimbarán sea el mejor lugar para alojarse. Descarto Sanur porque estuve dos noches y el sitio no me gustó y Nusa Dua porque lo vi zona de resorts en exceso. No obstante, si os decidís por Sanur finalmente, sí me gustó mucho el hotel donde nos alojamos. Se llama el Abian Boga Guesthouse y por 14 euros, tenía piscina, danza balinesa como espectáculo en el restaurante y una cama de arte balinés única.

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Planes en Kuta y alrededores

Uno de los planes imprescindibles de esta zona es visitar templos. Nuestro primer objetivo efue conocer el templo Ulu Watu. Nos desplazamos en moto. Aunque está bien indicado, si viajáis de esta manera seguramente os pare la Policía para pediros el carné internacional de conducción. Aunque la multa son 500.000 rupias, nosotros con 100.000 (unos 8 euros) zafamos (está hecho claramente para recaudar). Otro día volvimos por la zona para explorar las playas y también estaba la Policía, por lo que lo más adecuado es parar y preguntar. La zona del templo es maravillosa, ya que está situado en una de las salidas del acantilado sobre el mar. Merece la pena recorrerla y sortear a los macacos que se encuentran por el camino, ya que pueden robarte las pertenencias, pero el acceso al templo está cerrado y no se puede entrar.

Otro de ellos está situado en Seminyak, también considerado costero y que aunque es menos popular, es muy importante para la comunidad local. El templo Petitenget, aunque no es muy grande, merece la pena, ya que es muy chulo y colorido. Además, se puede recorrer tranquilamente y ver quienes lo visitan tanto para cuidarlo como para encontrar un poco de espiritualidad.

El tercer templo que visitar estando en la zona Sur, aunque puede visitarse también desde Ubud, es el conocídisimo Pura Tanah Lot. Aunque de cara a la comunidad local no es tan importante e incluso una parte de él es artificial de cara fines turísticos, para mí merece mucho la pena. El lugar es hipnótico y aunque la religión no concentre su energía sobre él, el mar lo hace en su lugar. Incluso compartiéndolo con muchos turistas, tiene una magia difícil de explicar. Además de por supuesto, un embrujo especial para las fotografías, una actividad que uno no puede dejar de hacer sin parar allí.

El recorrido en moto también mereció mucho la pena. Al contrario que en la seca y destartalada zona sur, aquí se respiraba el ritmo de los pueblos y también el caos del tráfico, pero de una forma mucho más natural. Los niños vuelven del colegio; las carreteras bullen. Además, en esta zona de la isla, comienza a aparecer el verde y los largos campos de arroz.

Otro plan ideal es comer en Jimbaran, ya que tienen un maravilloso marisco que es bastante popular y puedo dar fe de que lo merece. Fuimos al bar Sea Side, donde pudimos elegir el pescado nosotros mismos y luego lo saboreamos al estilo local: a la brasa con chili dulce. ¡Riquísimo! Además, nos dimos un baño después de comer porque la playa está muy bien. Sorprendentemente el día que fuimos no había nadie allí, seríamos 4 personas en toda la playa, así que no todo es tan turístico en esa región.

También nos dimos el gusto de ir a un club con piscina infinita donde poder comer mirando al mar. El Potato Beach Club está considerado el mejor de la zona y aunque reina el postureo por doquier, es curioso ver que se cuece en este tipo de sitios. Eso es lo que nos guste o no es también Bali, al fin y al cabo. Ya conoces el dicho: Si no puedes con el enemigo…

Playas en la zona sur de Bali

Pero está claro que este tipo de destinos tropicales no sería lo mismo sin sus playas, buen clima y vida relajada. Así que otra parte a destacar de la zona sur es sin duda su costa. Si bien las playas de Bali en su conjunto son más bien normales -nada de esperarlas todas ellas playas paradisíacas-, hay una franja de playa que a mí parecer merece bastante la pena. Por ejemplo, la playa de Kuta es normal casi tirando a fea y la de Seminyak, para mi gusto personal, horrible. En Sanur apenas hay donde bañarse y en Nusa Dua son de tipo familiar.

A continuación os muestro las playas de Dreamland y Green Bowl.

Las más bonitas están situadas en la zona oeste de la Península de Bukit, desde el Templo Ulu Watu hasta casi Jimbaran. Os advierto que con moto es un poco difícil llegar y que lo mejor es preguntar a los locales o casi mejor a los turistas. Las playas con mejor fama son Dreamland, Bingin, Padang Padang y Balangan. Nosotros, entre perdernos y encontrarnos, solo fuimos a la primera y a otra posterior a Uluwatu, Green Bowl, bastante salvaje y donde había que bajar por unas escaleras muy empinadas. Pero parece que todas son del mismo estilo: bonito paisaje, la mayor parte con acantilado, zona escarpada por lo que menos susceptible a estar en un resort como tal, aguas cristalinas y arenas blancas y fuerte oleaje.

Si quieres conocer todo nuestro viaje, os invito a leer qué hicimos en tres semanas en Indonesia.