foto-egipto

Hoy te voy a proponer un viaje en tiempo. 4.000 años atrás. A ciudades antiguas, tiempo de faraones, dioses entre lo humano y lo animal y templos enormes donde el culto marcaba la vida social. Es difícil imaginarse aquel panorama pero imposible no intentarlo también en Egipto de hoy. Este país es una propuesta fascinante que más allá de las conocidas Pirámides conserva en muy buen estado su realidad antigua. Un must viajero que en condiciones normales -sigue siendo asolado aunque esporádicamente por el maldito terrorismo- aparecería en toda lista de Lugares Que No Perderte Por Nada En El Mundo. Nuestra experiencia de 10 días es como siempre una pincelada; pero una de las que no se borra. ¡Os invitamos a conocerla con detalle!

Nuestro recorrido: tres días en El Cairo y siete de crucero

Aunque solemos ser viajeros independientes, Egipto era un país que nos daba cierto respeto y que preferíamos conocerlo con la ayuda de una agencia de viajes. Así que podemos decir que hicimos un viaje a Egipto todo incluido. Además, era un viaje especial, pues era nuestra luna de miel y que nos hicieran todo también fue una forma de ganar comodidad. Más allá de contar con este factor, el recorrido habitual por Egipto suele incluir su capital, El Cairo, y una travesía por el Alto Egipto -al sur en el mapa geográfico-, en busca, sobre todo, de vestigios del pasado. 

centro-cairo

Las paradas más habituales son Asuán y Luxor, desde donde se accede a los templos y conjuntos funerarios que tan bien se conservan y conforman los verdaderos túneles que nos hacen viajar en el tiempo en este país.

Concretamente, nuestro viaje se compuso por 3 días en El Cairo y 7 días de crucero por el Nilo. Al contar con una semana, este paquete inicia su recorrido en Asúan, en dirección al norte, hasta Luxor y vuelve después de tres días allí, haciendo el mismo recorrido, hasta el punto inicial. 

Lo habitual son trayectos de menos días y una sola dirección en los que se tiene la posibilidad de visitar lo mismo, pero de forma mucho más concentrada. Un ritmo intenso que nosotros agradecimos evitar, ya que eso nos permitió también movernos bastante por nuestra cuenta en las dos paradas principales.jeroglifico-detalle

En este mapa, os podréis hacer una idea de las paradas del camino, unidas las dos últimas por el trayecto por el Nilo:

El Cairo: la caótica capital de Egito se merece tu tiempo

El Cairo es una de esas ciudades que levanta pasiones encontradas; una ciudad sin punto medio. Y quien ahora os hablará de ella se coloca en el bando de los defensores. Con más de nueve millones de habitantes, el tráfico es impetuoso y agobiante; el aire irrespirable; y da una sensación profunda de que todo está a medio acabar. Pero sucede que llegas a la zona del Nilo, a algún rincón perdido del mercado Jan el-Jalili o a alguna esquina donde te ves rodeada de lugares históricos, y caes rendida a ella.

elcairo-centrobarrio-copto-elcairo Al ser una ciudad tan gigante, nos hubieran hecho falta más días para conocerla en profundidad (¡al menos cuatro completos!), pero esas píldoras que tomamos nos dejaron un regusto genial. 

Entre los principales puntos que visitamos de la ciudad egipcia fueron: el mencionado mercado mercado Jan el-Jalili, que más allá de un apasionante laberinto comercial, no tiene desperdicio arquitectónico y está rodeado de algunas de las mezquitas y los edificios más chulos que vi en la urbe; el barrio copto, que se remonta al pasado cristiano de El Cairo, con la visita tanto de la Iglesia de Santa María como la Sinagoga Ben Ezra; el Museo de Egipto, para maravillarnos con multitud de piezas que encajaban en el país en su época de mayor esplendor; la Ciudadela de Saladino y Mezquita de Alabastro, que nosotros solo contemplamos exteriormente; la Plaza Tahir, punto de origen para saltar a otros puntos; y los alrededores del Río Nilo, que tienen mucho encanto.compras-libros-cairo

La visita estrella: las Pirámides de Egipto

Pero como visita estrella, una destaca de largo por encima de todas. Situadas en la vecina ciudad de Guiza, si bien está ya anexionada a El Cairo, lucen, esbeltas, las Pirámides más conocidas del país. Se trata de tres estructuras levantadas para honrar la muerte de los faraones Keops, Kefrén y Micerino (todos de más allá del 2.500 A.C.), con una estructura compleja y bella que compone la única Maravilla del Mundo Antiguo que aún sigue en pie (esa catalogación es para la de Keops, la más grande de ellas). piramides-fondo

Se puede entrar por un módico precio y dado que en el interior no hay rastro de lo que anteriormente hubo (estos lugares eran saqueados por la gran cantidad de lujos que se depositaban para que los faraones pasaran a la otra vida sin que les faltara), nosotros elegimos para ello la de Kefrén, más barata; suficiente para hacerse una idea de cómo son las pirámides por dentro.piramides-egipto-recuerdo

De Asuán a Luxor: parada en los templos de Edfu y Templo de Kom Ombo

Nuestra imaginación fue activada de nuevo en nuestra primera parada del viaje por el Alto Egipto: en Edfu. En esta localidad, está uno de los templos mejor conservados del país, también uno de los más grandes y el primero de muchos que nos dejaron maravillados. Data del periodo grecorromano del Antiguo Egipto (en torno al 200 A.C.) y es muy representativo por sus dos grandes pilonos y por cientos de imágenes de la vida de la época.templo-edfu

Otra de las paradas de camino entre Asuán y Luxor es Kom Ombo. En este sin duda, lo que más destaca es que no está dedicado solo a una divinidad, que es una constante en los templos egipcios, sino que en este caso son dos: Sobek y Haroeris. Por ello, se puede apreciar dos espacios diferenciados si bien luego forman una bonita imagen de conjunto. Su parte más conocida es la representación del calendario, mediante jeroglíficos que evocan a cada mes del año. Sin duda una maravillosa obra, entre las otras muchas que decoran las paredes de los templos. Aunque no supiéramos leer qué significaba todo, no nos dejaba de parecer una majestuosa obra.kom-ombo-columnascolumnas-templo

Luxor: perdidos en la ciudad milenaria de Tebas

A unos 650 kilómetros de El Cairo se encuentra Luxor, la antigua Tebas, capital del Imperio Nuevo egipcio. Con cerca de medio millón de habitantes, hoy es un torbellino de vida como lo puede ser cualquier otra ciudad del país, pero con un peso fuerte de la historia en sus espaldas con algunos hallazgos imprescindibles. En su mismo centro, tomando algo en alguna terraza con vistas, se puede admirar el templo de Luxor, otro templo con historia propia.

Sus inicios se remontan a más allá del 2.300 A.C. si bien su construcción duró largo tiempo. Actualmente se conservan en muy buen estado varios de los elementos que lo hicieron -y lo mantienen- imponente: algunas de las esfinges que se creen que llegaban en un camino imperial hasta el complejo de Karnak; un gran pilono de entrada custodiado por imponentes esculturas; un gran obelisco cuya pareja está en la Plaza de la Concordia, siendo una insignia en el turismo de la ciudad de París; y varias estancias con grandes columnas donde se puede apreciar una antigua iglesia construida en la etapa cristiana y una mezquita posterior. Todos estos elementos, con los jeroglíficos añadidos y el encanto de poder verlo durante diferentes momentos del día -de noche luce también precioso- fueron quizás la razón de que fuera el monumento que más me gustara del país.

templo-luxor-recuerdotemplo-luxor Pero en importancia le gana el templo de Karnak, más bien espacio de culto compuesto por multitud de templos, que supuso el centro religioso más importante del antiguo Egipto. Sin embargo, para mí le resta el hecho de que al viaje en el tiempo, en este lugar, se le requiere una dosis de imaginación extra. No obstante, no deja de ser espectacular. Mención especial merece la sala hipóstila, conformada por 134  columnas de 23 metros de altura cuyo juego de perspectivas es uno de los lugares más llamativos del conjunto.karnak-viajes-templo

Más allá de lo magníficos templos que son, muchos de sus restos descansan en el Museo de Luxor, que además es un lugar tranquilo, limpio y muy completo, merece realmente la pena. El nivel de detalle de cada escultura, sus imponentes presencias y artículos variados de la época dejan de nuevo que nuestra imaginación vuele lejos en el tiempo. Y que nuestros sentidos vuelvan a regodearse con la belleza y la grandiosidad de lo que tenemos delante.pieza-museo-luxor

La maravilla del Valle de los Reyes

Las riquezas de Luxor no solo se aprecian a ras de suelo, sino que en las profundidades de la tierra también piden paso algunos de los más bellos lugares que esta ciudad nos depara. El Valle de los Reyes, árido y alejado de la civilización (aunque tampoco demasiado), fue el lugar que diferentes dinastías egipcias eligieron para hacer descansar los cuerpos de sus grandes mandatarios y dotar los espacios de sus mayores tesoros para empezar con buen pie en la “otra vida”. Y es una maravilla.

tumba-ramsesiv

Hay diferentes entradas para visitar las tumbas que conforman el complejo; nosotros nos hicimos con la básica, la cual te permite entrar a tres de ellas, ya bastante interesantes y completas. El guía nos ayudó a elegir las que más merecían la pena y nos gustaron especialmente las de Ramses IV y la de Ramses IX. Dependiendo tu pasión por estos lugares, deberás elegir si quieres visitar otras de las tumbas más populares pero cuya entrada cuesta un extra: Tutankamón, Seti I o Nefertari en el Valle de las Reinas son las más interesantes. Aunque nosotros nos conformamos con las otras, ya que nos parecieron suficiente para hacernos una idea de lo que estos lugares fueron. Su conservación es realmente magnífica.tumba-ramsesix

Luxor tiene un montón de posibilidades turísticas para disfrutar de ella. Nosotros elegimos un paseo en globo para disfrutar del amanecer y asomarnos a una visión de conjunto de la urbe. Esta actividad es en sí misma un placer; una aventura cerca de la fantasía. Aunque yo ya había montado en globo en Capadocia, me siguió pareciendo una maravilla. 

luxor-globo

Pero además nos hicimos una idea de la vida en Luxor más del centro que luego recorrimos e intercambiamos la visión con muchas personas que comenzaban el día. Especialmente con niños, que contemplaban con sus ojos inocentes el hallazgo y nos saludaban todo el rato. Luego, al bajar, nos siguieron y fue una sensación entre extraña despedirnos de ellos mientras nos pedían algo de dinero.  

jeroglificos-templos

Por último, otro lugar que impresiona y que exteriormente es uno de los más diferentes es el templo de Hatshepsut, quien gobernó en Egipto tras varias estratagemas para hacerse con el poder. Proclamó en su tiempo que era hija del mismo dios Amon, hecho que puede verse en las paredes de su templo de diversas formas. Todo ello es lo más interesante que hacer en Luxor, pero os animo a volver a pasear por su centro, dejar algo de tiempo en su mercado, contemplar el templo de la ciudad por la noche y revivir una y otra vez la experiencia de sentir un lugar con tanta historia.templo-hursehput

Asuán: la ciudad más relajada del viaje

Estuvimos menos tiempo en Asuán, pero la sentimos una ciudad más relajada. La pateamos y nos resultó cercana, menos caótica y tan viva como las anteriores. En los alrededores, los lugares más emblemáticos para ver están además cerca de la gran presa o Lago Nasser, una obra de grandes cantidades para tener buenas las reservas de agua, lo que hace que también sea un entorno único. La apariencia de este gran lago es sin duda de ancho mar.

Así, el Templo de Philae tiene a su favor uno de los paisajes más bonitos, si bien su emplazamiento original no era exactamente ese. Con los cambios en el devenir del río, se tuvo que trasladar tanto este como los templos de Abu Simbel, otra de las obras más impresionantes del país. Además, el Templo de Philae se conserva en muy buen estado y es de nuevo una maravilla recorrer sus antiguas dependencias.philae-templo-vista

Abu Simbel: los templos del antiguo Egipto excavados en la roca

Pero Abu Simbel merece especial atención. Este conjunto de templos ideados por Ramses II (siglo XIII A. C) tienen la particularidad que están excavados en roca y que sus representaciones son en tamaño una auténtica barbaridad. Interiormente, de nuevo, tanto el templo principal dedicado al rey, como el secundario, dedicado a su esposa predilecta Nefertari, tienen mil detalles en los que fijarnos y que cuentan historias de la época. Las columnas y estatuas del templo principal son espectaculares. Su emplazamiento también era otro pero se hizo una obra de severas dimensiones para no perder esta maravilla, única también en el mundo. ¡Menos mal!

estatuas-abu-simbel- abu-simbel-exterior Para llegar a este último, hay que hacer un trayecto de tres horas que las agencias cobran a precio de oro. Esta hubiera sido una de las paradas que hubiera hecho por mi cuenta si tuviera más libertad y espacio. 

No obstante, aún pagando 95 euros cada uno cuando la entrada al templo son poco más de diez euros, mereció la pena y en nuestra agencia lo hacen al amanecer para que la visita tenga aún más encanto. Este es enorme partiendo solo ya del lugar así que no hay esfuerzo o derroche que empañe verlo.

por Irene

Periodista desde 2008. Inquieta y curiosa de toda la vida. Abierta a todos los planes; ¡no hay destino que no merezca la pena!

Deja una respuesta

Los datos que los lectores proporcionen en este formulario serán tratados por Irene Somoza. La finalidad de la recogida y tratamiento de estos datos se produce tan solo para identificar a quién realiza el comentario. Podrás ejercer el derecho de rectificación y anulación de los presentes datos enviando un email a iresomoz@gmail.com, así como el derecho de presentar una reclamación. Más información en la política de privacidad de nuestro site.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies